Choques entre barrabravas antes y después del juego entre Deportes Quindío y Atlético Nacional dejaron 21 heridos, entre ellos dos policías, y 150 retenidos, anunció ayer la policía.
Uno de los agentes recibió un disparo en el abdomen, pero su estado no es grave, precisaron las autoridades.
Los incidentes comenzaron en la tribuna oriental del estadio Centenario de Armenia, capital del departamento del Quindío, el domingo entrada la noche, en la antesala del duelo por la quinta fecha del torneo Apertura del futbol colombiano.
Los fanáticos se atacaron con cuchillos y navajas y muchos aficionados atemorizados saltaron a la cancha y luego buscaron refugio en la tribuna occidental. La policía decomisó más de 300 armas y droga.
No se informó de heridos graves.
La celebración del encuentro estuvo en peligro pero finalmente se disputó y terminó 0-0 en medio de un severo control dispuesto por el coronel Angel Hugo Rojas Sandoval, comandante de la policía del Quindío, y el secretario de Gobierno de Armenia, Héctor Marín.
Las refriegas entre barrabravas van en alza en Colombia pese al refuerzo de los aparatos de seguridad y la adopción de duras penas contra los violentos.
Se informó que algunos detenidos ya comenzaron a ser liberados, mientras que otros siguen siendo investigados.
