Al velar los restos de su madre Guillermina Bravo, quien murió ayer a los 92 años en Querétaro, Lucio Sánchez Bravo afirmó que la coreógrafa veracruzana dejó un legado imprescindible a partir de hoy para las actuales y futuras generaciones de bailarines en México y otras regiones del mundo.
En entrevista, Sánchez Bravo expresó a Notimex que "todo fue muy repentino, esperábamos un tramo más de vida para mi madre", cuyo cuerpo es velado esta noche en una famosa agencia funeraria, ubicada en la colonia San Rafael de esta ciudad.