Chapingo. Ayer continuó el I Congreso Internacional sobre recursos botánicos en zonas áridas.
México es líder en aplicación de acuerdos de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, misma que es la única con carácter de obligatorio y su objetivo principal es el fomento al manejo sostenible de las tierras.
El objetivo principal de dicha Convención, es la promoción de este manejo sostenible dentro de políticas publicas de cada país, señaló Alejandro Jácques Castro, quien labora en la Unidad de Coordinación Regional para América Latina y el Caribe, dentro de esta convención.
Destacó que México va por buen camino en este sentido, ya que la Comisión Nacional Forestal (Conafor) que es la institución encargada de llevar el tema, implementa los programas que los 195 países de la Convención deciden a nivel internacional.
Dijo que la Convención trata de promover que las políticas públicas en los países adopten planes de acción contra la desertificación y la sequía, para lo cual existen varias opciones, ya que los países, en este caso México, tienen posibilidades de obtener apoyos para realizar los programas, que para poderlos lograr, tienen que presentar primeramente proyectos que se someten a análisis y una inversión del mismo país.
"Los países como México que pertenecen a la región tienen una ventana como lo es la del Fondo del Medio Ambiente Mundial, para la cuestión de manejos de las tierras, donde hay de 60 hasta 600 millones de dólares dependiendo el país, para poder ejercerlos desarrollando proyectos", destacó el representante de México en la Convención, durante su visita a Bermejillo, Durango.
Agregó que este recurso no es sencillo de conseguir, sino que tiene que ser en base a los proyectos, mismos que serán analizados previamente y destacó que en el caso de universidades que realizan investigaciones como es el caso de la Universidad Autónoma de Chapingo, se tendría que tramitar a través del país, no directamente como institución.
Es importante que se sigan realizando investigaciones en base a la sustentabilidad de las tierras y para evitar la desertificación, ya que la Convención busca que las instituciones académicas como organizaciones gubernamentales se sumen a la lucha contra la desertificación.