Fin a cierre. En la cocina de un voluntariado, Barack Obama señaló que existe optimismo para llegar a un acuerdo.
Después de semanas de una parálisis política persistente, los dos principales líderes del Senado se apresuraron ayer para llegar a un acuerdo que podría evitar que Estados Unidos caiga en cesación de pagos de su deuda a mitad de semana -lo que amenaza con desatar graves daños económicos- y reanudar las operaciones del gobierno luego de 14 días de cierre parcial.
Los mercados de valores, que iniciaron a la baja, revirtieron su tendencia y subieron tras los pronósticos optimistas de los dos viejos antagonistas y quienes están en el centro de las conversaciones: el líder de la mayoría demócrata Harry Reid y el líder republicano Mitch McConnell. Bajo los términos que han estado analizando, el límite de la deuda -de 16.7 billones de dólares- se elevaría lo suficiente como para permitir que el Tesoro pueda pedir prestado normalmente hasta mediados de febrero, incluso varios meses más, y con ello evitar un posible incumplimiento de pagos.
El gobierno volvería a abrir con fondos suficientes para operar hasta mediados de enero en los niveles previamente establecidos. Además, los funcionarios dijeron que los dos líderes analizan la derogación de una cuota de 63 dólares por persona que las empresas deben pagar para cubrir la amplia reforma de salud a partir de 2014.
No lejos de la Casa Blanca, el presidente Barack Obama mezcló sus expresiones de optimismo con una nueva crítica a los republicanos.
"Mi esperanza es que el espíritu de cooperación nos hará avanzar en las próximas horas", dijo Obama.