Moral. El Cardenal Norberto Rivera señala que ha bajado la práctica de la confesión.
El cardenal Norberto Rivera Carrera alertó sobre un creciente desajuste ético moral, "una preocupante deformación de la conciencia y una sensible baja del sentido de pecado".
Durante la misa dominical, celebrada en la Catedral Metropolitana, el arzobispo primado de México advirtió que "en pocos años se ha operado un profundo cambio en nuestra actitud religiosa y moral".
Antes, refirió, en algunos ambientes prevalecía una concepción ética negativa, que veía pecado en todas partes. Ahora parece estar de moda una postura de no ver nada inmoral, nada es pecado.
Dijo que mientras los índices de violencia, de injusticias, de robos, de asesinatos y toda clase de desviaciones crece en forma alarmante, la práctica de la confesión y el reconocimiento de la culpa disminuye en forma significativa; "lo aceptemos o no, lo confesemos o no, todos somos pecadores. Sólo es cuestión de grados".
'EL PECADO EXITE'
En este sentido, el prelado aclaró que "aunque no nos guste hablar de pecado, tenemos que reconocer que la violencia, las injusticias, la corrupción, las desviaciones sexuales, el desprecio a la vida y la violación a los derechos humanos, que continuamente denunciamos, no son otra cosa, sino el pecado presente en nuestra vida y en nuestra sociedad".
SE ROMPE LA RELACIÓN CON DIOS
Porque "cuando por el pecado hemos roto nuestra relación con Dios, con el hermano, con la naturaleza, nosotros mismos divididos, entonces viene toda clase de esclavitudes y poco a poco adormecemos nuestra conciencia, perdemos la misma noción del bien y del mal y queremos ser como dioses", acotó Rivera Carrera.
En la homilía de ayer domingo, el prelado también pidió por los padres en su día, y por las mujeres que actúan como padre y madre para sacar adelante a su familia.