- Fueron curiosas las reacciones de los candidatos a la alcaldía de Gómez sobre la encuesta que se publicó aquí sobre la percepción de poca importancia que le dan los gobernadores de Coahuila y Durango a la Comarca Lagunera.
- Unos números muy reveladores, sobre todo porque el gober Jorge Herrera Caldera sale peor calificado en Gómez y Lerdo que su colega Rubén Moreira en Torreón.
- Así que los moyotes se fueron a buscar los comentarios del priista José Miguel Campillo y el panista Augusto Ávalos.
- ¿Y qué dijeron?
- Don Pepe evadió el cuestionamiento argumentando que estuvo muy ocupado en reuniones, así que ni se apareció.
- Supongo que don Augusto aprovechó la oportunidad para agarrar como bandera de campaña la falta de atención a La Laguna.
- Supones mal, porque el panista se alejó lo más que pudo de la polémica y sólo dijo que la percepción ciudadana puede mejorar si hay mejor coordinación entre estado y municipio.
- Una respuesta muy burocrática.
- Y por lo mismo muy aburrida. Don Augusto sólo se refirió a la “mala comunicación” entre los gobiernos municipal y estatal, pero no quiso tocar ni con el pétalo de una declaración al gober Herrera.
- Antes no le echó flores.
- Muy cerca estuvo, de hecho en un momento don Augusto sonaba casi como candidato del PRI porque ponderó como “de gran alcance” algunas propuestas del gobierno de Durango para La Laguna.
- ¿Cuáles?
- Quién sabe, pero dijo que esas pueden complementarse con trabajo a nivel municipal, claro, si él es alcalde.
- O sea que nadie quiere entrar en polémica.
- Nadie.
- ¿Entonces para qué sirven las campañas?
- Las inclinaciones políticas de algunas organizaciones no gubernamentales de Gómez Palacio quedaron al descubierto con la guerra mediática que traen las campañas del PRI y del PAN.
- Y como suelde suceder en la sociedad civil lagunera, mostraron divisiones irremediables.
- Por ejemplo, los de una organización ciudadana que se llama Cambio y Desarrollo se aventó un pronunciamiento duro contra el suspirante del PRI a la alcaldía, José Miguel Campillo, al que cuestionaron por sus finanzas personales.
- Lo que provocó que otros grupos se deslindaran porque no querían asociarse al golpeteo contra el PRI.
- Así sucedió con los del Consejo Laguna Durango de ONG, cuya presidenta Velia Tabares tuvo que salir a decir que ellos no tenían anda que ver con las críticas.
- Lo que pasa es que los de Cambio y Desarrollo mostraron su corazoncito cuando su presidenta, Gregoria Reveles, reveló que las críticas a don Pepe surgieron de filas panistas, a las que ella pertenece.
- Mientras que el corazoncito de doña Velia al parecer late con sangre tricolor.
- Por supuesto que las ONGs hacen las consabidas aclaraciones de que su trabajo es apartidista y que no tienen preferencias políticas.
- Pero ya comenzaron las grillas al interior del Consejo Laguna porque los del Cambio y Desarrollo son una de las 41 organizaciones que la integran y ahora los quieren correr por mostrar color político.
- Los moyotes que observan al candidato del PRI a la alcaldía de Lerdo, Luis de Villa, dicen que trae unos hilos colgando de las manos y los pies.
- ¿Unos hilos? Ni que fuera marioneta.
- Precisamente por eso. Allá en la Ciudad Jardín se comenta que don Luis va y viene de acuerdo a los designios de sus asesores de campaña, que le mueven la agenda como quieren.
- Quizá por lo mismo el candidato no ha sido expuesto a medios de comunicación que no sean los que se ponen “a modo”.
- Se comenta que su equipo de prensa ha intentado aislarlo de entrevistas directas e incluso de un debate que querían organizar los moyotes y que para eso recurrieron a todo tipo de pretextos para evitarlo.
- Pretextos de los cuales el candidato no estaba informado.
- Como cuando dijeron que don Luis tenía que viajar a Durango y no podía cumplir un compromiso de prensa, cuando en realidad ese viaje ni existía y el candidato parecía no tener idea de que sus asesores lo habían inventado.
- Además de que ciertas citas de agenda las cancelan al cuarto para las doce para que don Luis no se exponga a preguntas incómodas.
- Han de pensar que traen una ventaja muy cómoda y, como dijo Juan Gabriel, “pero qué necesidad…".
