-Ahora resulta que todos los funcionarios son un ejemplo a seguir.
-¡No! ¿Quién dice?
-Pues el encargado de la Secretaría de la Contraloría, Eleazar Canales.
-Y ¿por qué lo dice? ¿Qué comió?
-Según él, en lo que va del año sólo se han atendido unas 33 quejas o denuncias en contra de servidores públicos estatales, principalmente por omisiones de tipo administrativo como la integración incorrecta de expedientes.
-Achis, achis…Y ¿se le hacen pocas 33?
-Claro. El funcionario asegura que el número de quejas ha ido en descenso y que esto es porque los funcionarios y servidores públicos de las dependencias estatales reciben una capacitación permanente, lo que los ha convertido en "burócratas muy bien portados".
-Jajejijojú.
-Sin embargo…
-Ah, ya decía yo…
-Estas quejas no consideran las omisiones en que hayan incurrido servidores públicos municipales, los que también han formado parte de los programas de capacitación de Contraloría, pero a su vez, son regulados por cada una de las contralorías municipales.
-Ahí está el detalle… contralorías que lo que menos hacen es controlar.
-Así es. En Gómez Palacio, la Contraloría Municipal asegura no tener quejas en contra de los funcionarios de la actual administración.
-Claro, claro. Bien portaditos todos.
-Pues que el exregidor, don Rigoberto Flores, ya consiguió una chambita.
-¿Ah sí? Andaba muy desesperado. ¿Qué le dieron?
-Nada más y nada menos que la presidencia de la Fundación Colosio a nivel estatal.
-La formadora de cuadros del PRI…
-Sí, y con esto se suma a la lista de exintegrantes de la pasada administración municipal de Gómez Palacio que tuvieron chamba asegurada apenas se terminó su período de gestión, independientemente de los resultados que hayan dejado.
-¿Resultados? ¡A quién le importan!
-El detalle es que la Fundación Colosio es una agrupación priista que en la región Lagunera tiene muy poco impacto, por lo que casi todo su campo de acción se restringe a la ciudad de Durango, donde ahora pernocta el exregidor priista.
-Claro… muy lejos de los problemas que dejaron en esta azotada ciudad.
-En Mapimí también hace aire…
-¿Por qué? ¿Ya vienen las tolvaneras?
-No, esas hasta febrero. Lo que pasa es que el síndico César Córdova y el excandidato panista Jesús Magallanes ya se olvidaron de los rencores y de aquellos días en que estaban agarrados de la greña. Ahora se han unido no sólo políticamente en contra de la alcaldesa Martha Castro González, sino también para hacer negocios.
-O sea, toda una "alianza para el progeso".
-Resulta que don César y don Chuy se han asociado para la apertura de un nuevo bar en el pueblo mágico. El antrito se llama "Oasis", y como propietario del mismo aparece un primo de ambos.
-Claro, para dizque despistarla.
-El problema es que este bar no cumple con los requerimientos de protección civil, no tiene medidas de seguridad ni salida de emergencia; además, debido a la antigüedad del edificio, se corre el riesgo de colapsar poniendo en riesgo a los clientes.
-Adió… eso es grave.
-Sí, pero el síndico se siente amparado por ser muy amigo del aún dirigente estatal del PRI, Otniel García Navarro, motivo por el cual cree tener derechos de hacer y deshacer a su antojo en el municipio de Mapimí, según comentan allegados a la presidencia.
-Típico influyentismo.
-Pero por ahí se dice también que deberían poner más cuidado con el síndico, quien fue tesorero de la pasada administración, pues se habla de algunas observaciones en la aplicación de recursos en las finanzas del municipio y sobre todo del excesivo incremento de sus declaraciones patrimoniales, ya que, dicen, entró sin nada y salió con mucho.
-Qué raro…