Mientras la ola de violencia criminal mantiene su azote en la Comarca Lagunera, nuestros subagentes apuntan a un contraste notable entre el gober de Coahuila, Rubén Moreira, y el de Durango, Jorge Herrera Caldera, a la hora de entrarle al tema de la seguridad, que se nota en la forma en que fuerzas federales de seguridad desarrollan sus operativos en la región. Desde que arrancó el nuevo gobierno, don Rubén entabló contactos con los nuevos mandos en la Ciudad de México, como el secretario de Marina, Vidal Soberón, el subsecretario de Seguridad Pública, Manuel Mondragón, y el nuevo jefe de la Policía Federal, Enrique Galindo. Por el contrario, don Jorge no se ha aparecido ni por error en las oficinas de los nuevos encargados de la estructura federal de seguridad.
Los subagentes consideraron la hipótesis de que quizá el gober Herrera tuvo tales reuniones de manera secreta, pero rápidamente la descartaron por la conocida afición de todos los gobernadores por presumir fotos de sus encuentros con el Secretario Fulano. Una prueba de la ausencia de los duranguenses en el tema de seguridad es que los operativos del Ejército y la Policía Federal allende el Nazas han dejado de lado a las policías estatal y municipal, mientras que en recientes acciones en La Laguna de Coahuila, las fuerzas federales han acompañado a los locales en diversos frentes, como la clausura de bares y la intervención en la Policía de Matamoros. Las diferencias entre Coahuila y Durango son cada vez más marcadas mientras avanzan los operativos contra grupos criminales y obligan a preguntar si del otro lado del Nazas piensan en ocuparse del asunto o si de plano las nuevas autoridades ya los marginaron.
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Pero a pesar de los operativos emprendidos contra malandros, Torreón se ha convertido en un foco rojo de atención, por lo que los exhortos de autoridades estatales y municipales para hablar bien de la ciudad deberían hacerse extensivos al extranjero, donde de vez en cuando pintan a la región como lo que realmente es, una zona bastante violenta. Nuestros subagentes reportan que comenzó a circular un reciente (y nada positivo) análisis de Stratfor, que nomás es una de las firmas de inteligencia del sector privado más importantes del mundo. En su último informe de seguridad global, que por cierto fue distribuido a medio millón de suscriptores en empresas, consultorías, medios de comunicación y tomadores de decisiones a nivel global, la firma habla de “una campaña de asesinatos” en Torreón durante los primeros días de enero, señalando los ataques a bares en el inicio del mes. “Esta campaña es sólo una de las operaciones en la guerra territorial (entre grupos criminales) por el control de Torreón (…) Despliegues públicos de violencia, como cuerpos tirados, ataques contra policías y ejecuciones han ocurrido”, continúa el reporte y cierra con este ominoso escenario: “Dado que cárteles en disputa típicamente incurren en violencia recíproca, la última serie de ataques probablemente continuará con las represalias de rivales”. Nada más para dar contexto, La Laguna comparte este reporte geopolítico con análisis sobre Irán, Irak, Venezuela y Siria. Como estos reportes son distribuidos entre cientos de empresas, algunas de las cuales seguramente han sido cortejadas para que inviertan en la región, queda claro que la forma en que se pinta a la Comarca Lagunera no ayudará para nada. Pero difícilmente se les puede pedir hablar bien cuando la realidad es muy necia.
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Nuestros subagentes comentan que no sólo el DIF y la Tesorería le están haciendo la vida cansada a las organizaciones de la sociedad civil que requieren apoyos para dar servicio a más de 30 mil personas en situación vulnerable que el Municipio no puede atender. Se dice que en Coproder también se hacen patos en el caso de una asociación que maneja un albergue para niños huérfanos. Este grupo había conseguido la donación de un terreno para construir una nueva casa y hasta se armó una ceremonia en el Cabildo hace unos meses, para que los funcionarios se pudieran tomar la foto como almas caritativas. El problema es que el titular de Coproder, Francisco López, no puede explicar por qué no ha entregado el terreno. Se rumora que ya se perdió toda la papelería del trámite, el secretario del Ayuntamiento, Miguel Mery, anda buscando a dónde patear el bote y la regidora María Castro, que gestionó la donación ante el Cabildo, se hace bolas cada vez que le preguntan por el retraso. Las malas lenguas comentan que don Paco y doña María en realidad traen una travesura con terrenos del Coproder para favorecer a las huestes que maneja la regidora y que eso tomó prioridad antes que resolver el asunto del albergue. Porque es obvio que en tiempos electorales hay cosas más importantes que niños huérfanos.
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Los Reyes Magos de Standard and Poor’s le trajeron al gober Rubén Moreira y al secretario de Finanzas, Jesús Ochoa, un bonito regalo con el alza de un punto en la calificación crediticia de Coahuila. La alegría en el Palacio Rosa no fue solamente porque la calificación de BBBmx los sacó de la peligrosa zona de “no inversión”, que considera la deuda estatal como “chatarra”. Nuestros subagentes comentan que el alivio en la Urbe de Adobe fue también porque la firma accedió a dar una calificación, ya que andaban rejegos tras las experiencias del gobierno anterior, cuando el entonces zar financiero, Javier Villarreal, les pasaba puros cuentos. Los subagentes comentan que hubo tres factores que convencieron a S&P para mejorar la nota: mayor transparencia con los reportes mensuales de ingreso y gasto, más orden en el manejo financiero y el bono “Cupón Cero” con Banobras que aliviaría uno de los créditos que tiene el Estado. Para amarrar esta maniobra, y quizá porque urge quedar bien con el único banco que está dispuesto a mandar dinero al Estado, don Rubén anduvo el otro día con el flamante director de Banobras, Alfredo del Mazo Maza, para acordar algunos proyectos. Al aclararse el panorama financiero, el gober Moreira se permitió declarar el otro día que Coahuila “ya no es tema” cuando se habla de deudas estatales, que están tronando como palomitas por todo el país. Pero los subagentes apuntan que probablemente el gober se refería a la mitad financiera del asunto. La otra mitad, la judicial, todavía está pendiente porque no se ha resuelto el detalle de que al menos 24 mil de los 36 mil millones de pesillos en créditos fueron obtenidos sin autorización y 5 mil millones con travesuras hechas por don Javier, cuyo rastro se perdió hace casi un año en Texas y no se ha vuelto a saber nada de él. Así que la ausencia de castigos por los manejos financieros en el sexenio pasado y la falta de una contabilidad precisa sobre el destino de los créditos garantizan que la deuda todavía será tema.
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El “destape” del exdelegado de Comunicaciones y Transportes, Jesús de León, para repetir de candidato del PAN a la alcaldía metió presión al exalcalde Jorge Zermeño para que formalice sus intenciones y empiece la carnicería en el comité municipal. Nuestros subagentes dicen que ante el conflicto que pudiera generar la selección de candidato, ya se habrían dado los primeros acercamientos entre los antiguos aliados y hoy rivales. En el grupo de don Chuy no hay muchas esperanzas de que don Jorge decline para entregarle la candidatura “de unidad” al estilo priista, pero ya se estarían dando pláticas para asegurar un proceso interno sin pleitos. El problema es que ambos grupos de han agarrado bastante encono desde el año pasado cuando las huestes del curuleco Guillermo Anaya le tumbaron al exembajador la candidatura al Senado, así que van a tener que hablarse muy bonito para que la selección de candidato sea tersa, o a don Chuy le irá igual que la vez pasada.
