Al presidente Enrique Peña Nieto se le ocurrió la gran idea de designar a miembros de su gabinete como “enlaces” con los gobernadores, una forma amable de decir que les va a colocar un “marcaje personal”. Para tal efecto, don Enrique dividió el país en 12 regiones para agrupar estados bajo la lupa de cada secretario, pero en el caso de La Laguna, nuestros subagentes comentan que a los operadores de Los Pinos les falló la geografía porque en su mapa pusieron a Coahuila y a Durango con enlaces distintos en el gabinete. Eso estará muy bien para tratar asuntos en otras regiones de ambos estados, pero no se sabe cómo se abordarán los temas que tengan que ver con la Comarca. En cuanto a los secretarios designados para tratar con los gobernadores, se dice que al de Coahuila, Rubén Moreira, le fue mejor que a su colega de Durango, Jorge Herrera Caldera.
Don Rubén tendrá como contacto al secretario del Trabajo, Alfonso Navarrete, con quien tiene una relación política desde que fueron diputados juntos y trabajaron varias iniciativas, de modo que el abogado mexiquense es uno de los secretarios más cercanos al coahuilense. En cambio, a don Jorge le mandaron de enlace a la secretaria de Salud, Mercedes Juan, a quien apenas conoce, de modo que va a tener que hacer mucha talacha para construir una buena relación, sobre todo ahora que los hechos de violencia en La Laguna han atraído los reflectores sobre la parte de Durango, lo cual ha dejado mal parada la administración de don Jorge ante el Gobierno federal. Habrá que ver cómo funciona este sistema del “preciso” Peña Nieto cuando se trate de la Comarca Lagunera, a ver si don Alfonso y doña Meche no se hacen bolas cuando tengan que ver algún asunto por estos lares.
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Y hablando de gobernadores y las broncas que da La Laguna en materia de seguridad, fue notorio el contraste del lunes pasado cuando, mientras Enrique Peña Nieto y los mandatarios estatales lanzaban todo tipo de compromisos en el combate al crimen durante la reunión de la Conago en Chihuahua, grupos criminales se soltaron incendiando negocios de la familia de Rocío Rebollo, la alcaldesa de Gómez Palacio. Quién sabe si al gober de Durango, Jorge Herrera Caldera, le estaban pasando tarjetitas para informarle lo sucedido no sólo en Gómez sino también en Torreón, lo cual fue un mensaje muy claro de parte de los malandros sobre la capacidad logística que pueden desplegar en total impunidad. Obviamente la noticia llegó a oídos de don Enrique y del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, que todavía no hallan la manera de entrarle al combate al crimen en La Laguna de forma efectiva. El ataque a los negocios de la familia Rebollo se da en la recién estrenada “Operación Laguna”, que se maneja desde la Zona Militar de Durango según esto porque de aquel lado está una de las raíces del problema. A ver qué dice el nuevo jefazo de los operativos, el general José de Jesús Hernández, aunque falta que le llegue el recado hasta Durango.
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El exsecretario de Gobierno, Raúl Sifuentes, es el candidato de la izquierda a la presidencia municipal, pero últimamente parece el promotor del suspirante panista, Jorge Zermeño. En algunas declaraciones, don Raúl ha comentado que considera a su posible rival del PAN como el mejor alcalde que ha tenido la ciudad, asegura que debe ser el candidato blanquiazul y hasta se fusila parte de su discurso, lo cual llevó a nuestros subagentes a preguntarse cuál es el juego del expriista vuelto “pejista”. Por ahí se comenta que don Raúl tiene dos opciones. Una sería apostarle a que don Jorge sea el candidato panista y luego negociar algunas posiciones a cambio de apoyo. La otra, en caso de que el PAN postule a Jesús de León, sería acercarse al PRI para presumirles que representa una amenaza a las aspiraciones de Miguel Ángel Riquelme. Aunque no se avizora que don Raúl decline la candidatura de los partidos de izquierda, sí puede orientar a sus operadores hacia la talacha a favor o en contra de uno de sus rivales, mientras intenta esconder el hecho de que en algunos círculos políticos ya se le considera un “cartucho quemado” pues llevaba desaparecido seis años. Otro problema es que don Raúl ya no tiene equipo, pues los miembros de su “burbuja”, como el propio Miguel Riquelme, así como el alcalde Eduardo Olmos y operadores como Fernando López, Jorge Luis Morán o Gabriel Calvillo, andan ya en el desfile priista y ni modo que le vayan a dar patadas al pesebre.
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En las grillas por la presidencia municipal, nuestros subagentes que cuidaron los caballos en el show de Joan Sebastián reportan que vieron departir muy alegres al suspirante panista Jesús de León y al curuleco y exprimer compadre, Guillermo Anaya, junto a varios cuates en el concierto del “poeta del pueblo”. Pero mientras los dos grillos panistas se portaron bien, se dice que un familiar de don Chuy decidió seguir la fiesta junto a otros amigos, entre ellos un pariente del eterno líder de la CTM, Leobardo Flores Ávila, nomás para demostrar que hay pluralidad política en la pachanga. El caso es que este grupo armó un escándalo en un antro y cuando fueron sometidos por la fuerza pública se comportaron como “Niño Verde” en el alcoholímetro y dieron nombres falsos para que no los fueran a balconear. Al final salió el peine y de una forma tal que, dicen los subagentes, hizo más gordo el expediente que en el PRI le tienen listo a don Chuy.
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Ante la acumulación de peticiones para cerrar calles en varias colonias, en la presidencial municipal están aplicando la táctica de “divide y vencerás”. Dicen nuestros subagentes que el alcalde Eduardo Olmos anda “cilindreando” a grupos disidentes dentro de asociaciones de colonos que han propuesto los cierres. Al parecer las huestes de don Lalo encontraron que en algunas asociaciones no había consenso para tomar tales medidas, por lo que se buscó meter cuñas del mismo palo para demorar las solicitudes hasta que se consigan acuerdos unánimes. La estrategia sería ganar tiempo para esperar los fallos del Tribunal de Justicia Municipal sobre los mentados cierres y por ahora no tener que definir una postura, que seguramente causará polémica. Pero en el fondo queda en evidencia la falta de una política coherente en la dirección de Urbanismo, que según esto maneja Arturo Lozano, para abordar el tema de los cierres de calles. Don Arturo lleva más de un año “toreando” peticiones sin que haya encontrado una línea clara para definir en cuáles casos se podría permitir y en cuáles no. Como sentarse a arrastrar el lápiz toma mucho trabajo, lo mejor es hacer grilla.
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El jefazo del PRI en Torreón, Francisco Dávila, andaba de lo más contento como invitado del gober Rubén Moreira en una macrobrigada que organizó el Gobierno estatal el fin de semana pasado. Obviamente las malas lenguas se dieron vuelo con comentarios sobre la presencia de un dirigente partidista en un acto de gobierno, sobre todo cuando el Estado había suspendido la promoción de las obras con motivo de las precampañas. Pero como en este caso don Paco iba de invitado, el gober Moreira no tiene problema con la legislación electoral. Más bien el problema es para el jefazo tricolor con el compromiso que se echó para entregar buenas cuentas en julio. Porque así como lo apapacharon, así deberá responder en la campaña. Dicen nuestros subagentes que don Paco todavía está haciendo talacha para meter a familiares en la planilla de Miguel Ángel Riquelme y por ahora siente que sus bonos están en buena posición, por lo que ya cabildea para que lo inviten a otro evento.
