De manera sorpresiva de dejó caer en Torreón la plana mayor del gabinete de seguridad. Los jefazos de Gobernación, Miguel Ángel Osorio, de la Defensa, Salvador Cienfuegos, de la Marina, Vidal Soberón, y el procurador Jesús Murillo, junto al comisionado nacional de seguridad, Manuel Mondragón, armaron la primera delegación de alto nivel del nuevo gobierno para echarle un ojo a las acciones de combate al crimen en La Laguna. Nuestros subagentes comentan que don Miguel y don Jesús ya traían fresco el tema de la seguridad en la región a través de contactos informales en la última semana, sobre todo a raíz de hechos violentos de alto impacto el mes pasado. La reunión se hizo en el más estricto secreto en la estación militar que la Fuerza Aérea tiene en el aeropuerto de Torreón, donde fue aterrizando una procesión de aviones oficiales. Los gobernadores de Coahuila, Rubén Moreira, y de Durango, Jorge Herrera Caldera, estaban de plácemes al recibir a tan distinguidos visitantes, aunque se dice que don Jorge andaba un poco nervioso ante los temas que se trataron, por razones que se verán más adelante.
Uno de los acuerdos fue enviar más fuerzas federales a la región, en vista de que los últimos operativos han reducido la violencia, aunque uno de los puntos más delicados fue qué hacer cuando el Ejército, la Marina y la Policía Federal reduzcan su presencia y el changarro quede a cargo de las autoridades locales. Una de las cosas que llamó la atención de los subagentes fue que Eduardo Olmos, fue el único alcalde de la zona conurbada que estuvo en la reunión, a la que no fueron invitados la gomezpalatina Rocío Rebollo ni el lerdense Roberto Carmona. Completaron el cuadro el director del Centro de Investigaciones y Seguridad Nacional, Eugenio Ímaz, y el subsecretario de Gobernación, Luis Miranda. Lo relevante de la reunión es que fue la primera vez que el gabinete de seguridad se juntó para tratar la situación de una zona específica del país, pues hasta ahora lo habían hecho en encuentros regionales con varios gobernadores. Sin embargo, los subagentes advierten contra un excesivo optimismo que pudiera generar esta reunión, por la forma en que se manejó el mensaje. Don Miguel afirmó que visitaron la Comarca porque el presidente Enrique Peña Nieto había dado órdenes de aplicar una estrategia especial de combate al crimen para recuperar la seguridad. El problema es que, en su momento, Felipe Calderón hizo lo mismo y para el caso que le hicieron. Ahora se dice que el ADN priista trae oficio político que ya se está mostrando, a ver si es cierto.
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Tal parece que sólo la presencia de una plana mayor de secretarios puede traer a La Laguna al gober de Durango, Jorge Herrera Caldera, cuyas visitas a la región para tratar el tema de seguridad en los últimos meses se cuentan con menos de los dedos de la palma de una mano. Apenas hace unas semanas había ignorado la presencia del jefe de la Policía Federal, Enrique Galindo, y sólo se apareció una vez para el lanzamiento de un nuevo operativo militar. Pero nuestros subagentes cuentan que, aún con la presencia de cuatro secretarios y el procurador, don Jorge se dio el lujo de llegar tarde. Se dice que cuando los titulares de la Defensa, Marina y PGR aterrizaron, sólo estaba para recibirlos el gober Rubén Moreira pues don Jorge no había llegado. Algunos de los presentes incluso llegaron a hacer apuestas para ver si el duranguense se aparecía y don Jorge hizo su entrada justo cuando el jefazo de Gobernación, Miguel Osorio, se bajaba del avión, por lo que corrió veloz a colarse en la comitiva de recepción. Los subagentes cuentan que don Jorge trae una relación deteriorada con el gabinete de seguridad a raíz de los análisis que enfocan el problema de seguridad en La Laguna en la parte de Durango. Incluso se comenta que el presidente Enrique Peña Nieto está enojado con el gober Herrera a raíz de los ataques contra la alcaldesa de Gómez Palacio, Rocío Rebollo, y los negocios de su familia y que por eso anda inquieto. ¿Será?
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Justo cuando se pensaba que la elección interna del candidato del PAN a la alcaldía se había apaciguado tras la victoria de Jesús de León y la decisión de Jorge Zermeño de no impugnar el proceso, el empresario Alejandro Gurza le dio una fuerte sacudida al partido con un desplegado con más de mil firmas de ciudadanos que deploraron la postulación de don Chuy con el argumento de que su candidatura es vulnerable a perder la elección de julio. Los abajofirmantes deploran que la elección de candidato panista no se haya abierto a una mayor participación y le abre un flanco al panismo local pues exhibe profundas divisiones en la base de apoyo que tiene rumbo a la contienda con el priista Miguel Ángel Riquelme. En respuesta, el grupo de don Chuy asegura que a algunos de los firmantes se los llevaron al baile sin haberles preguntado y que otros estarían molestos porque pensaron que firmarían un texto sólo de apoyo a don Jorge pero sin críticas al PAN. Esto sugiere que don Chuy y sus huestes necesitan hacer un desesperado control de daños dentro del partido y hasta se comenta que el curuleco Guillermo Anaya buscó a don Jorge para limar asperezas. Hasta ahora el exalcalde no ha dicho esta boca es mía, pero no se descarta que su mano se haya visto en el desplegado, nomás para meter un calambre.
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En el flanco izquierdo de la contienda por la alcaldía, a nuestros subagentes llamó la atención la postulación que hicieron el PRD y el PT de Isabel Vesuña como candidata a la presidencia municipal. El detalle es que el suspirante del Movimiento Ciudadano, Raúl Sifuentes, contaba con que doña Isabel se iba a adherir a su candidatura, porque el propio don Raúl le había coordinado la campaña cuando fue candidata a una diputación federal el año pasado, con buenos resultados. Al irse por su lado, doña Isabel reveló la división en la izquierda, pues refleja la reticencia de los mandos nacionales del PRD para juntarse con el Peje López Obrador, que actualmente usa el MC como membrete electoral, pero también da unas claves sobre ciertos intentos externos por fracturar la coalición de las izquierdas locales. Una de las preocupaciones de los estrategas del candidato Miguel Ángel Riquelme era que un frente PRD-PT-MC con don Raúl podría restarle votos y darle la victoria al PAN, de modo que era necesario quebrarla antes de que inicie la campaña. Los intentos empezaron desde hace rato, con la infiltración del Partido Social Demócrata, que es parte de la coalición que postula a don Raúl, quien probablemente no se ha dado cuenta de que sus antiguos “burbujos” tricolores se le metieron a la cocina con este membrete. Pero los subagentes también se preguntan si el PRI no tentó a los perredistas, y en particular a doña Isabel, con algunos huesos en caso de que contendieran de manera separada. Y es que, dada la precaria situación del PRD y el PT en Torreón, lo más probable es que no vayan a alcanzar ni siquiera una regiduría, así que de lo perdido, lo que aparezca.
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En Matamoros las malas lenguas se preguntan si el suspirante del PRI a la alcaldía, Raúl Onofre, busca regresar a la Presidencia Municipal para pedir otro crédito por 50 millones de pesillos y luego desaparecerlo. Nuestros subagentes recuerdan que en 2008, don Raúl era alcalde y propuso a su cabildo pedir un crédito de Banobras para financiar algunas obras de infraestructura. Obviamente los regidores se lo autorizaron pero don Raúl dejó colgada la chamba para irse de diputado local y logró que su tesorero, Homero Hernández, fuera designado alcalde interino. Don Homero recibió el dinero del crédito en 2009 y procedió a hacerse pato con la ejecución de las obras y cuatro años después es fecha que nadie sabe dónde está el dinero. Aunque don Raúl tiene como coartada que dejó la alcaldía sin tocar un peso, en Matamoros se comenta que el exalcalde todavía debe explicaciones sobre el manejo del dinero, pues fue su grupo político el que siguió al frente del Municipio. A lo mejor por eso don Raúl quiere regresar a la alcaldía, porque la vez pasada ni siquiera tuvo oportunidad de esfumar el dinero.
