La visita que hicieron a La Laguna la semana pasada los jefazos de Gobernación, Miguel Osorio; Defensa, Salvador Cienfuegos, y Marina, Vidal Soberón, y el procurador Jesús Murillo Karam, dejó buen sabor de boca entre actores políticos y empresariales como una señal de que finalmente había atención al más alto nivel a la inseguridad en la Comarca. Sin embargo, nuestros subagentes comentan que ya empezaron a surgir preocupaciones por el surgimiento de otros “incendios” que también reclaman la atención del gabinete de seguridad. Apenas unos días después de que la visita a Torreón, este cuarteto de funcionarios tuvo que tratar el tema de Tamaulipas, donde las cosas se han complicado con un repunte de la violencia, que amenaza con contaminar Nuevo León y el centro de Coahuila.
Pero la cosa no paró en el noreste, pues unos días después tuvieron que volar al occidente para evaluar el deterioro de la seguridad en Jalisco, donde el nuevo gobernador, Aristóteles Sandoval, fue recibido por los malandros tapatíos con casi 60 homicidios en los 15 días posteriores a su toma de posesión. Y eso sin contar el dolor de cabeza que les esperaba de regreso en la Ciudad de México con los grupos de “autodefensa” de comunidades en Michoacán y Guerrero, donde la mano del crimen organizado es visible. Por si eso no fuera suficiente, varias zonas del Estado de México, la cuna del presidente Enrique Peña Nieto, también han sufrido mayor violencia en los últimos días. Todo esto se combina en una receta para que el tema de La Laguna pase a segundo plano, pues ya ha sucedido antes que los reflectores y el interés puestos en la región son desviados a otras zonas. Algunos analistas comentan que el objetivo planteado por don Enrique de reducir la violencia no se ha cumplido y que la decisión de eliminar el tema de la inseguridad del discurso gubernamental ya resulta contraproducente al ver que los criminales mantienen su avance. Si bien la violencia se ha reducido en las últimas semanas en la Comarca Lagunera, los subagentes dicen que aún es temprano para que se pueda declarar una tendencia a la baja y habrá que esperar a los resultados del nuevo operativo.
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Por cierto, hablando de las estrategias de combate al crimen, nuestros subagentes apuntan a un diferendo entre autoridades civiles y militares sobre la división territorial de La Laguna en el mando del Ejército, la cual ha sido un obstáculo a una respuesta eficaz contra la inseguridad. Como se sabe, el plan de incorporar La Laguna de Durango a la XI Región Militar con sede en Torreón, que se decidió el año pasado, tuvo una repentina reversa al inicio de este año, cuando el mando en Gómez Palacio y Lerdo fue enviado de regreso a la III Región con sede en Mazatlán supuestamente por los oficios del gober Jorge Herrera Caldera. Se dice que en la Secretaría de Gobernación no están muy de acuerdo con este cambio pues dificultaría la coordinación de las fuerzas militares en la Operación Laguna, pero los altos mandos del Ejército insistieron en que ya mejor no le muevan y que las cosas se queden como estaban, es decir, divididas. Sin embargo, en el cuartel general de la Secretaría de la Defensa decidieron que quizá el general José de Jesús Hernández, que estaba a cargo del operativo, no iba a poder con el paquete, así que lo relevaron apenas unos días después de que se había lanzado la nueva estrategia. A su lugar como jefe de la X Zona Militar de Durango llegó el general Andre Georges Van Lissum, que suena a mariscal del Ejército Prusiano, pero que en realidad vino de Sonora. Y vino muy optimista, pues apenas una semana después de llegar al nuevo puesto, ya andaba declarando que hay “bastante tranquilidad” en La Laguna. Pero si pudiera aplicar algunas tácticas prusianas para meter orden en la coordinación, mejor todavía.
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Los estrategas del suspirante panista a la alcaldía, Jesús de León, están que se trepan por las paredes y se tiran los pelos ante lo que ven como una postura desesperante del exalcalde Jorge Zermeño, que no ha definido la ruta que seguirá luego de perder la candidatura a la presidencia municipal. Un día don Jorge dice que no va a impugnar y al otro sus aliados aparecen con un desplegado de apoyo cuestionando al PAN por no haberlo postulado. Aunque ahí se vio la mano de algunas personas cercanas a don Jorge, él ni se deslinda ni lo reconoce, sino que mantiene una ambigüedad en sus declaraciones que vuelve locos a los dirigentes del partido. Ahora salió con que agradece el apoyo y las invitaciones de otros partidos, y dice que se mantendrá en la lucha política, pero no especifica ni cómo ni dónde ni en calidad de qué, causando mayor desesperación entre sus correligionarios que quisieran verlo más disciplinado. Seguramente a don Jorge no le pesa en lo más mínimo enfurecer a sus compañeros, sobre todo porque ni don Chuy ni otros integrantes de su grupo político pueden salir a criticarlo pues corren el riesgo de perder el apoyo de militantes que van a necesitar en las elecciones. Es obvio, a estas alturas, que don Jorge no va a pelear la candidatura en otros espacios, como el Comité Nacional panista o el Tribunal Electoral, pero eso no obsta para que se divierta un poco a costillas de sus correligionarios.
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Hace ya 13 meses que se perdió la pista del exzar financiero del Coahuila, Javier Villarreal, luego de que fue arrestado en Texas y liberado por las autoridades migratorias antes de que se enteraran de que era un fugitivo en México. En su momento, eso confirmó que ni las autoridades federales ni las de Coahuila estaban muy interesadas en buscarlo a pesar de las órdenes de aprehensión en su contra, porque ni cuenta se dieron que don Javier se paseaba libre allende el Bravo. Ahora, nuestros subagentes en las cortes de San Antonio, donde se le siguen juicios por lavado de dinero, comentan que también los fiscales que traen el caso ya le perdieron la pista. Desde allá reportan que los investigadores gabachos no tienen la menor idea de dónde se encuentra don Javier. Lo más curioso es que tampoco ha presentado documentos en respuesta a los requerimientos de los jueces que llevan los procesos. Es decir, don Javier no nada más se esfumó sino que no tiene ninguna intención de defenderse. Se dice que la esposa del exfuncionario, Teresita Botello, y su concuño, Lorenzo Schuessler, pagaron a los abogados una fuerte suma por adelantado desde hace un año para que respondieran a los tribunales, pero según esto los procesos están congelados porque los implicados ya deben comparecer en persona y no lo han hecho. Hasta ahora la única persona que ha respondido es la madre del extitular del Satec, para que no le quiten una casa que está entre las propiedades decomisadas. Esto llevó a los fiscales a manejar dos hipótesis. Una es que don Javier ya está bien escondido en un tercer país. La otra es más ominosa y la sugirió un fiscal que le dijo a un subagente que ni siquiera podían confirmar si todavía está vivo. ¿Será?
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El gober Rubén Moreira prepara una magna fiesta por el centenario del Plan de Guadalupe, la iniciativa del entonces gober Venustiano Carranza para desconocer a Victoriano Huerta que fue lanzada desde la hacienda del mismo nombre allá en Ramos Arizpe. Para la celebración se espera la primera visita a Coahuila del presidente Enrique Peña Nieto, aunque se espera que pase por alto la ironía de conmemorar a un gobernador rebelde. Sin duda, don Venus será el prócer favorito del gobierno estatal durante este año por aquella gesta heroica, pero como 2013 también es año para renovar presidencias municipales, bien haría don Rubén en señalar a los alcaldes salientes que no lo confundan con un “Año de Carranza”, que se declara cuando el de Hidalgo ya no alcanza.
