La firma del convenio entre el Gobierno Federal y los gobiernos de Coahuila y Durango para prevención del delito en la zona conurbada de La Laguna representa el primer acuerdo formal para establecer un plan de combate al crimen. Así lo ponderaron el gober Rubén Moreira, al señalar que “es la primera vez” que se da una reunión de este tipo, y también el secretario de Gobierno de Durango, Jaime Fernández Saracho, al afirmar que “hoy estamos tomando decisiones juntos”. Los subagentes aguafiestas indicarían que ya era hora, pues nomás se tardaron seis años desde que estalló la violencia en la Comarca Lagunera, lapso en el que se presumía una coordinación inexistente. Pero como las autoridades enfatizan las cosas positivas, habría que señalar que por fin se cuenta con una herramienta para responder a la ola criminal desde distintos ángulos, como coordinación policiaca, rescate de espacios públicos, fomento al empleo y protección de grupos vulnerables.
Roberto Campa Cifrián, subsecretario de Participación Ciudadana, vino a estampar “la poderosa” en el convenio entre Coahuila y Durango pero los subagentes comentan que allá donde despacha, en la Secretaría de Gobernación, ya se dieron cuenta de que la falta de coordinación entre ambos estados es el principal obstáculo a un combate efectivo al crimen. Por lo mismo, la mayor responsabilidad recaerá en los gobernadores, tanto don Rubén como el duranguense Jorge Herrera Caldera, para que echen a jalar este proyecto y que desde la Ciudad de México les pondrán la lupa con reuniones mensuales de evaluación y con una revisión de los diagnósticos y acciones que emprendan los gobiernos estatales. Sin embargo, llama la atención una postura “bipolar” en el Gobierno Federal, pues mientras se hace notar la urgencia de un programa contra el crimen en La Laguna, el comisionado nacional de seguridad, Manuel Mondragón, ya presume la región como “el primer éxito” de la estrategia de combate al crimen, al afirmar que “ya empezó a enfriarse un poco”. Si bien es cierto que los delitos llevan dos meses a la baja, es muy pronto para cantar victoria. Así sucedió el primer semestre de 2012, cuando bajó el número de homicidios, sólo para dispararse a mediados de año. Nuestros subagentes señalan dos factores que han provocado la reducción de la violencia: uno es, efectivamente, los golpes a grupos criminales en las últimas semanas, pero el otro es que los mismos malandros le han bajado luego de “calentar” la región al punto de quemarla mediáticamente y provocar una mayor atención. Nomás que en cualquier momento le pueden volver a subir.
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Como en los códigos políticos presidente mata subsecretario y oportunidad de lucirse mata firma de convenio, el gober de Durango, Jorge Herrera Caldera, no asistió a la puesta en marcha del programa para prevención del delito que encabezó Roberto Campa. Nuestros subagentes dicen que don Jorge fue invitado como orador en la ceremonia del Día Mundial del Agua con el presidente Enrique Peña Nieto, así que tuvo que disculparse por no estampar su firma en el convenio. Los subagentes comentan que los voceros del gober tomaron gran cuidado en enfatizar los motivos de su ausencia, para que no fueran a pensar que esto de la seguridad le tiene sin cuidado. Sin embargo, un día antes también se extrañó su presencia en la reunión que tuvo el gober de Coahuila, Rubén Moreira, con el general Moisés García Ochoa, el jefazo de la Región Militar, para evaluar el operativo Laguna. A lo mejor don Jorge estaba puliendo su discurso, pero ni siquiera mandó representantes a ese encuentro, que se supone que sirve para eso de la coordinación contra el crimen. Pero eso sí, allá en Durango no dudan en colgarse las medallas del operativo cada que pueden, como sucedió hace unos días cuando la Fiscal Sonia de la Garza relevó la detención de un cabecilla criminal de La Laguna. Lo curioso es que doña Sonia se adelantó con la noticia, madrugando a la Policía Federal que hizo el arresto, y cuando ni siquiera le correspondía pues la detención ocurrió al otro lado del Nazas, en Torreón. Así de desesperados andan por dar buenas noticias.
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Nuestros subagentes en el PAN comentan que escucharon un suspiro colectivo de alivio entre los dirigentes al enterarse de que el exsuspirante a repetir en la alcaldía, Jorge Zermeño, ya agarró chamba, lo que cancelaría cualquier posibilidad de que siga haciendo ruido en la campaña coqueteando con irse a otro partido. Dicen los subagentes que don Jorge se contrató como asesor externo del Consejo de la Judicatura Federal con muy buen sueldo. Este cambio de giro tiene lógica pues se recordará que don Jorge presidió la Comisión de Justicia del Senado cuando cobró en la Cámara Alta y aunque eso fue hace una década todavía tiene comal y metate con la comunidad de juristas allá en la capirucha del esmog. Esta nueva chamba también significa que el exalcalde se alejará de nuevo de la grilla panista local, de modo que el grupo del curuleco Guillermo Anaya ya podrá operar a sus anchas y, lo más importante, el candidato Jesús de León ya se quitó una sombra incómoda.
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El proyecto lanzado por Pemex para la exploración de hidrocarburos en roca sedimentaria (“shale”, según los gringos; “chale”, según los chilangos) trae al gober Rubén Moreira muy contento ante la derrama económica que traería al Estado, particularmente al centro y norte. En efecto, la cantidad de infraestructura que se requiere en carreteras, ductos e instalaciones, más el número de empleos especializados y bien pagados, y el considerable impacto en el sector de comercio y servicios significa quizá el mayor proyecto económico en la historia de Coahuila desde la creación del “cluster” automotriz que inició hace 30 años. Para don Rubén es como sacarse la lotería, pues el impacto positivo en las finanzas estatales sería enorme y le dará al Estado un mayor nivel de desarrollo. Se espera que en unos 10 meses concluyan los estudios para determinar si es factible la extracción de gas y petróleo en formaciones rocosas subterráneas. Las reservas de hidrocarburos en la zona noreste de Coahuila son parte de la llamada Cuenca de Burgos y aquí es donde van a surgir dos problemas que deben solucionarse antes de esperar la derrama económica. Uno es que la Cuenca de Burgos está desaprovechada porque Pemex no tiene recursos suficientes para explotarla pues se necesita una reforma energética que permita inyecciones de capital privado para que eso ocurra. Y ya se sabe que esta reforma será una de las principales batallas políticas de este año. El otro problema es que la misma Cuenca ha visto su productividad amenazada por grupos del crimen organizado que han desatado extorsiones y secuestros en las instalaciones que Pemex tiene en Tamaulipas y Veracruz. Es claro que Coahuila está sentado en una mina de oro negro, nomás es cuestión de resolver estos detallitos.
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La acumulación de trámites sin resolver en el Consejo Promotor de Reservas Territoriales comenzó a despertar las sospechas de nuestros subagentes que no se explicaban cómo es que, luego de más de dos meses en la nómina, el nuevo jefazo Víctor Dabdoub no ha resuelto nada. Hace unas semanas se manejó la versión de que su nombramiento no había sido formalizado por el Cabildo, y que estaba en la cómoda posición de cobrar sin trabajar. Pero ahora los subagentes reportan que don Víctor sí tiene nombramiento y, por lo tanto, las facultades para aprobar las decisiones sobre los terrenos municipales. Sin embargo, las cosas siguen sin moverse en el Coproder y los que tienen trámites pendientes andan a vuelta y vuelta porque nadie arregla nada. Las malas lenguas ya sospechan si no hay gente adentro buscando “beneficiarse” de estos trámites y hasta se dice que hay “enjuagues” con algunos notarios, pues resulta sospechoso que los trámites cambian de notaría repentinamente. No es por intrigar, pero algo raro pasa ahí.
