Al principio parecía que el suspirante del PRI a la alcaldía, Miguel Ángel Riquelme, se había pasado al PAN, a juzgar por los comensales en la mesa de conocido restaurante, pues estaba acompañado por el excandidato del PAN a diputado, Luis Gurza, y el director de Atención Ciudadana, José Ignacio Máynez, por cuyas venas corría sangre azul. En realidad don Miguel se encontraba afinando la planilla que llevará en la elección. Don Luis, que renunció al PAN la semana pasada, amarró la tercera regiduría, pero don Pepe no alcanzó hueso, pues dos expanistas son demasiado para digerir en el PRI, aunque tendrá un lugar relevante en la campaña. También estaba el exsecretario del Ayuntamiento, Miguel Mery, quien va de primer regidor ante la ausencia de “ipecos” pues nadie del sector empresarial quiso ir a la aventura política.
Pero si todo parecía planchado, nuestros subagentes comentan que don Miguel sudó hasta el último minuto la integración de la planilla, que refleja las tensiones entre las cuotas que debe pagar el tricolor. Al final tuvo que doblar las manos ante los moños que se pusieron los maestros, que cobraron su docilidad con dos posiciones, una para cada sección del sindicato, de modo que por la 38 va Rosa Velia Quezada y por la 35 va Gerardo de Alba, quien tuvo que ser descongelado, pues hibernaba desde que perdió una diputación federal hace siete años. El PRI también tuvo que ceder al capricho de su rémora del Partido Verde, para darle una posición a Pedro Rodríguez, alfil del “tucán mayor” de Coahuila, José Refugio Sandoval. Por su parte, el jefazo municipal del tricolor, Francisco Dávila, logró la cuota familiar con la entrada de su esposa, Cristina Gómez, como síndica, posición en la cual podrá “inflar” los datos de las cuentas públicas al igual que hace con las promesas de votos de sus redes electorales. Al final, don Miguel sólo logró meter a dos personajes ajenos al partido y los suertudos fueron Lourdes Quintero, quien viene de una asociación civil, y Mario Valdez, hasta hace poco director del Tec Laguna, que desplazó a la exrectora de la UANE, Martha Argüelles porque tiene credencial de elector de Sonora. Pero don Miguel no difundió la lista completa porque había otras dos posiciones que fueron para pagar las debidas cuotas a los sectores tradicionales del partido. En esos puestos se anotó a una lideresa campesina de La Concha y a un activista de la colonia Camilo Torres, para que tenga apaciguado al sector poniente. Sin embargo, en el PRI todavía hay cuadros que se trepan por las paredes porque no los tomaron en cuenta y habrá que contentarlos con otros huesos.
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El pleito que trae el dirigente nacional del PAN, Gustavo Madero, con el ahora expastor de los senadores, Ernesto Cordero, golpeó de manera directa al grupo del curuleco Guillermo Anaya. Aunque don Memo cobra en la Cámara de Diputados, su cercanía personal y política con don Ernesto, así como su membresía en el grupo de su compadre Felipe Calderón, obligó a su bando a tomar partido por el defenestrado coordinador. La voz cantante la llevó el senador Luis Fernando Salazar, quien se había convertido en uno de los golpeadores consentidos de don Ernesto, sobre todo en el tema de la deuda de Coahuila, de modo que el legislador lagunero tuvo que salir a lamentar el madruguete que don Gustavo le aplicó a la bancada. Otro que también brincó hasta amenazar con una ruptura fue el senador duranguense José Rosas Aispuro, quien sí sabe de rupturas pues hasta hace tres años militaba en el PRI, pero ahora se convirtió en furibundo defensor de la unidad panista. La senadora coahuilense Silvia Garza empezó con una postura neutral, sin opinar sobre la bronca, pero como le debe la chamba al grupo de don Memo, luego apareció como firmante de un reclamo de sus compañeros a la dirigencia panista. Al tomar partido, la fortaleza del grupo anayista depende del resultado de este conflicto, a ver cómo aguantan los intentos por “des-calderonizar” al PAN.
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Los estrategas de imagen del gobierno de Coahuila le dieron un fuerte impulso a la (Gran) Plaza Mayor de Torreón para presumirla en las elecciones, pero también para tapar el hecho de que la obra está incompleta porque la Presidencia Municipal aún no se termina. Para tal efecto se inventaron una encuesta inducida, pues nuestros subagentes que han sido llamados por teléfono cuentan que el cuestionario da risa porque también da las respuestas. “¿Sabe que la Plaza Mayor la hizo el Gobierno del Estado?” ¿Sabe que el gobernador Rubén Moreira organizó el festival La Calle es de Todos?”, son algunas de las preguntas que se hacen en esta encuesta con el evidente propósito de saber a quién darle las gracias por la magna obra.
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La detención del exalcalde de Gómez Palacio, Octaviano Rendón, trae a los priistas del otro lado del Nazas asustados porque lo que parecía un conflicto interno de la CNC terminó en un golpe directo a uno de los grupos políticos del PRI local. Como se sabe, don Octaviano fue detenido y acusado de robo luego de que acudió como notario a dar fe de un allanamiento que hicieron varios líderes campesinos enfrentados al dirigente municipal cenecista, Alfredo Ordaz. Según nuestros subagentes, algunos priistas de Gómez han señalado el pequeño detalle de que la estricta aplicación de la ley en este caso contrasta de manera notable con los múltiples episodios en los que la ley ha estado ausente, por lo que no se hacen ilusiones sobre el mensaje que se mandó desde la capital del Estado. Sin embargo, en el tricolor temen que todo este lío termine por victimizar a don Octaviano y provoque rupturas adentro del partido en plena campaña electoral. Otra cosa que llama la atención es que el notariado duranguense se ha quedado calladito frente a la detención de un colega y esa falta de solidaridad ya es interpretada como un “calambre” que le aplicaron al gremio desde el Palacio de Zambrano donde, por cierto, se deciden los “fiats”. ¿Será?
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Tremendo “bajón” le aplicaron a la secretaria de Salud, Bertha Castellanos, al mandarla de candidata a regidora en la planilla del suspirante a alcalde de la Urbe de Adobe, Fernando de las Fuentes. Nuestros subagentes de bata blanca comentan que doña Bertha empezó a dar síntomas de anemia política con su manejo de brotes de enfermedades infecciosas en Coahuila y casos de negligencia en clínicas del Estado. Las malas lenguas comentan que la doctora estaba pasando más tiempo buscando protagonismo que atendiendo emergencias médicas, por lo que empezó a ser objeto de grillas, hasta que el gober Rubén Moreira mejor la dio de baja del gabinete. Como reemplazo llegó el doctor Lauro Cortés, quien manejaba la comisión de arbitraje médico. Pero aparte de sólidas credenciales en materia de salud pública, don Lauro también da cobertura política, pues es cercano al Grupo Industrial Saltillo, de donde también proviene Isidro López Villarreal, candidato del PAN a la alcaldía de la peronera capital. Así que con este movimiento los “gises” quedan un poco más apaciguados.
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La derrota de los Guerreros del Santos frente al Cruz Azul no sólo dejó colgada a la afición que ya saboreaba otra final, sino que también produjo un damnificado electoral, el aspirino del Movimiento Ciudadano a la alcaldía, Raúl Sifuentes Guerrero. Como se aprecia en una multitud de espectaculares, don Raúl inventó un juego de palabras con su segundo apellido y la identidad del equipo lagunero para colgarse de la euforia futbolera. Pero la eliminación del Santos significa que don Raúl ahora tendrá que inventar otra cosa o esperar a que los Vaqueros pasen al play-off.
