Las campañas del PRI y PAN a la presidencia municipal de Torreón están aplicando matemáticas creativas al manejo de las encuestas y se dice que Miguel Ángel Riquelme y Jesús de León tienen ábacos mágicos en los que no siempre dos más dos son cuatro. Nuestros subagentes con doctorados en estadística comentan que ambos candidatos contrataron a firmas encuestadoras de la Ciudad de México para hacer sondeos de preferencia electoral y mientras manejan un juego de números en privado, en público presumen otros. Por ejemplo, para don Miguel los ocho puntos sobre su rival panista que le marcan una encuesta de Mitofsky milagrosamente se convierten en 20 cuando los números se presumen en público.
De la misma forma, una desventaja de tres puntos que arroja una encuesta de Berumen para don Chuy se transforma en una ventaja de cuatro puntos cuando el suspirante panista comenta el sondeo. Lo único cierto es que la contienda se está cerrando con cada día de campaña y la contabilidad creativa no va a ayudar con el resultado final. Del otro lado del Nazas, los subagentes en Gómez Palacio comentan que ahí sólo el candidato panista Augusto Ávalos ha tenido que sacar una calculadora mágica para presentar números favorables a su causa pues el PRI presume una ventaja de 13 puntos que, si bien es cómoda, no es exagerada. Sin embargo, se dice que los operadores del candidato José Miguel Campillo andan nerviosos aún con los números favorables porque la campaña no termina de prender y por eso no quieren ni “cocinar” las cifras.
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Ahora resulta que no sólo en el PAN hay problemas internos. En esta semana comenzaron a saltar priistas inconformes con el reparto de candidaturas a regidores en la planilla de don Miguel Riquelme. Uno de ellos es Christian Cháirez, quien cobra en la nómina municipal en el departamento de Control Canino, pero decidió darle patadas al pesebre con una rueda de prensa que montó para manifestar su desacuerdo junto a otros tricolores por el nombramiento de Cristina Gómez, esposa del mandamás del PRI en Torreón, don Paco Dávila, como aspirante a síndico, y Luis Gurza, expanista de prosapia y hoy renovado priista. Según don Christian, ambos perfiles no cumplen con la antigüedad requerida para ocupar un cargo de elección popular por el Revolucionario Institucional, por lo que presentará una impugnación ante el comité municipal del PRI y ante el Instituto Electoral del Estado. Este asunto seguro meterá ruido a la campaña del candidato del tricolor, donde se ha manejado el discurso oficial de que en el partido priva la unidad y la disciplina. Pero cuando se trata de ir por el hueso, esa unidad y disciplina pueden hacerse a un lado, sobre todo si se trata de cuestionar los premios o cuotas para personajes que no cuentan con la alcurnia priista.
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Los panistas locales decidieron sacar a su presidente nacional, Gustavo Madero, de los salones con aire acondicionado para darle un “baño de pueblo” en su gira por Torreón con el candidato Jesús de León. La campaña se llevó a don Gustavo al fraccionamiento Latinoamericano, un bastión priista, para que le diera vuelo a sus arengas sobre el uso electorero de programas en el gobierno estatal, un discurso que machaca cada vez que agarra un micrófono. Ayudaba también que el jefazo panista estaba en la tierra de uno de sus “villanos favoritos”, el gober Rubén Moreira, a quien ya le endosó una denuncia, por lo que el saludo cordial que ambos se dieron hace poco en un evento del Pacto por México quedó evaporado. La plana mayor del panismo local se apareció en el acto de campaña de don Chuy, que fue acompañado por los curulecos Guillermo Anaya y Marcelo Torres y los dirigentes del partido a nivel estatal, Carlos Orta, y municipal, Miguel Batarse. Todos vestían rigurosa camisa blanca con el logo de la campaña, excepto el senador Luis Fernando Salazar, que desentonaba con una camisa a cuadros. A lo mejor porque no tuvo tiempo de cambiarse pero las malas lenguas ya comentan si el legislador no incurrió en una indisciplina o ya quiere marcar su distancia.
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Algo está pasando en torno al candidato del Movimiento Ciudadano, Raúl Sifuentes, pues dos de sus principales colaboradores de años, de aquellos buenos, pero lejanos tiempos en que despachaban en la segunda oficina más importante del Palacio de Rosa en la Urbe de Adobe, ya le dieron las gracias. Dicen nuestros subagentes que se trata de Guadalupe Cabrera, quien que era su secretario particular, y Ernesto Mesta, secretario privado. Ambos fueron invitados directamente por el candidato para sumarse a su campaña, pero decidieron no acercársele. Nos informan que con estas dos personas, y con muchas otras, don Raúl dejó infinidad de “pendientillos”, sobre todo económicos, de ahí que ahora mejor le sacan la vuelta y lo abandonan a su suerte.
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Ahora que ya se inauguró el Bosque Urbano, que consumió su atención durante el último año, el director municipal de Urbanismo, Arturo Lozano, regresará a su oficina a una montaña de pendientes. Entre los asuntos destacan está el deterioro de los semáforos y la ingeniería vial de la ciudad así como las solicitudes para el cierre de colonias, que se quedaron atoradas y provocaron que vecinos empezaran a levantar bardas y vallas por su cuenta. Pero como a la administración le quedan seis meses de vida y don Arturo necesita recuperar el tiempo perdido para hacer talacha y acomodarse en alguna chamba cuando se acabe el hueso. Además, con tanto detalle que le está saliendo al Bosque, seguramente el alcalde Eduardo Olmos lo va a mandar a vivir a la tirolesa para que termine el jale.
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A varios regidores se les soltó la boca y comentaron que el PRI en Matamoros quiere expulsar de sus filas y darle una buena desconocida a la regidora Cecilia Sifuentes, presidenta de la Comisión de Educación. El motivo es que doña Cecilia tuvo la osadía de presentarse en el evento de la rifa de un automóvil organizada para los maestros por los regidores de “oposición”, militantes del Partido Primero Coahuila que preside Jesús Contreras Pacheco, acérrimo enemigo del (por tercera ocasión) candidato del PRI a la Alcaldía, Raúl Onofre Contreras, quien fuera discípulo del profe Contreras hace algunos ayeres, cuando todos eran cuates en el tricolor matamorense. Resulta que la regidora priista de familia panista salió muy mona en la foto con los pepecistas en la entrega del auto comprado por los tres ediles del PPC, quienes lo entregaron el pasado viernes, en afrenta al alcalde Guillermo del Real, que no quería hacerle fiesta a los docentes. El asunto es que la presencia de la alegre regidora del PRI en el evento fue muy mal vista por sus colegas del tricolor y ahora planean expulsarla.
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Nuestros subagentes reportan que al menos un alcalde de la zona metropolitana ya empezó a ver con buenos ojos el movimiento por el Estado de La Laguna, que ha avanzado en la recolección de firmas para separar a la Comarca de Coahuila y Durango. Obviamente el edil en cuestión no puede todavía hacer pública su simpatía por el proyecto pues corre el riesgo de enfrentarse con su jefe el gobernador, pero podría destapar sus tendencias separatistas apenas deje el hueso dentro de unos meses. La identidad del alcalde es todavía una incógnita, pero se dice que podría convertirse en el (la) primer(a) gobernador(a) de La Laguna.