Algunos grillos con memoria larga (y lengua más) recordaban el otro día las carreras políticas de los suspirantes a la alcaldía de Torreón, Miguel Ángel Riquelme, del PRI, y Jesús de León, del PAN, para revelar pasados que a lo mejor quisieran olvidar. Los recuerdos son tan añejos que corresponden, literalmente, al siglo pasado, pues las lenguas viperinas se remontaron hasta la elección de 1999, cuando don Miguel debutó en las urnas y le fue tan bien que fue el único candidato del PRI a diputado local que perdió. Aunque seis años después se sacó la espina y fue el único priista que ganó en Torreón, lo interesante es que el artífice de aquella postulación fue ni más ni menos que su ahora rival del Movimiento Ciudadano, Raúl Sifuentes, entonces operador principal del futuro gober Enrique Martínez.
La anécdota sirvió para recordar que el hoy candidato del PRI pasó el sexenio amarrado a don Raúl y fue traída a cuento porque el debate que tuvieron los candidatos en la Ibero mostró que todavía no termina de pasar la bilis por el rompimiento que tuvieron cuando el profe Humberto Moreira agandalló la candidatura a gobernador hace ocho años. Para meterle más cizaña a la nostalgia, nuestros subagentes recordaron que en esos ayeres el hoy candidato del PAN, Jesús de León, trabajaba muy disciplinado y bien portado bajo las órdenes del entonces alcalde Jorge Zermeño como síndico del Ayuntamiento. Don Chuy permaneció cercano a don Jorge en campañas posteriores y fue recompensado con una diputación local y otra federal, pero las broncas internas del PAN y el correteo de los huesos lo llevó al distanciamiento con su antiguo mentor hasta que hace poco se dieron con la cubeta en la lucha por la candidatura a la alcaldía. Curiosamente, en la misma batalla por la alcaldía, don Raúl buscó un frente común con don Jorge para hacerle una travesura a sus antiguos pupilos, mientras que éstos buscaron a toda costa evitar las candidaturas de sus antiguos jefes, lo que demuestra la amnesia de las épocas en que todos eran cuates.
Y hablando de nostalgias, la visita del senador del PAN, Ernesto Cordero, también sirvió para recordar los agarrones que se dio con Humberto Moreira cuando el panista cobraba de secretario de Hacienda y el priista de gobernador de Coahuila. Nuestros subagentes que interceptaron las conversaciones de don Ernesto dicen que el hoy presidente del Senado relató que al comenzar las sospechas por los 36 mil millones de pesillos en créditos que pidió el Estado, le preguntó a don Humberto a dónde había ido a parar ese dinero. El encuentro ocurrió cuando el exgober ya era presidente del PRI, pero antes de su estrepitosa caída. Ante la pregunta, el profe Moreira se paró el cuello muy orgulloso y le pidió que se diera una vuelta por Saltillo para que viera las obras construidas que hacían comparable a la Urbe de Adobe “con Houston y Dallas”. Lo curioso de la respuesta es que don Humberto sólo se refirió a la peronera capital, la niña de sus ojos de la que fue magnífico alcalde durante nueve años, porque si se hubiera acordado de Torreón, la “comparación” más apta era Bagdad. Y eso es echarle flores a Bagdad.
El gober de Durango, Jorge Herrera Caldera, dio una muestra del gran interés que tiene en La Laguna y su gran conocimiento de la zona, al grado de que ya se imagina obras que no existen. Nuestros subagentes allende el Nazas reportan dos deslices del gober Herrera en una semana cuando vino a Gómez Palacio a presumir acciones de gobierno. El primero fue al arrancar la segunda etapa de la ampliación en el desnivel del puente 11-40 sobre el bulevar Miguel Alemán. La propaganda colocada por los estrategas de imagen de don Jorge describía la obra como un “paso superior vehicular” cuando todos los gomezpalatinos saben que el puente (y la ampliación) pasa por debajo de las vías y no por arriba. A lo mejor el gober se estaba imaginando también un megapuente por encima del tren, pero lo más probable es que sus asesores no tenían idea de lo que estaban haciendo. Esto fue confirmado días después cuando don Jorge equivocó por 10 kilómetros la ubicación del nuevo cuartel militar en Gómez y dijo que la obra, financiada por su administración, se construía junto al nuevo penal federal, a 34 kilómetros de la ciudad. Nuestros subagentes reportan que los jefazos militares en Durango se sorprendieron porque el Ejército no construye nada en ese lugar y la base militar está ubicada en un predio a 24 kilómetros de Gómez, ni cerquita del nuevo penal. A lo mejor los generales pensaron que el gobierno de Durango les estaba regalando otro cuartel, pero eso es improbable.
Y ya que andamos en Gómez Palacio, aunque la lluvia se apareció hasta el jueves en la noche, al candidato del PAN a la alcaldía, Augusto Ávalos, el chubasco le cayó sobre mojado desde la mañana cuando se dieron cuenta del desayuno en el que platicaban alegremente el suspirante del PRI, José Miguel Campillo, con el exalcalde Carlos Herrera. Lo que debió ser una conversación de rutina entre un candidato y un cuadro sobresaliente de su partido provocó temblorina entre los azules porque hasta ahora se habían beneficiado de un insistente rumor según el cual don Carlos apoyaba soterradamente al PAN para saldarse cuentas pendientes por haber desplazado a su grupo político. Nuestros subagentes comentan que el exalcalde habría propiciado la reunión para mostrar su disciplina priista y que las mañas lenguas no anduvieran especulando, porque al final se dijo priista de hueso colorado, vaticinó una cómoda victoria de don Pepe y ponderó su amistad con la familia del candidato, quien a su vez expresó su gratitud por las muestras de apoyo. Don Pepe también se dejó fotografíar entre la alcaldesa Rocío Rebollo y la senadora Leticia Herrera para dar una señal de que trae aceitada la maquinaria completa del PRI gomezpalatino. Las dos estampas de “adhesión” fueron suficientes para apaciguar a varios sectores del tricolor que estaban esperando señales del clan Herrera, aunque también es cierto que por debajo de las mesas del desayuno pueden pasar muchas cosas.
Los avances en seguridad que presumen los gobernadores Rubén Moreira y Jorge Herrera Caldera durante los últimos meses, y que esperan aprovechar para darle un “empujoncito” a sus candidatos a las alcaldías, podrían quedar anulados a juzgar por recientes hechos violentos. Luego de varias semanas con una baja sensible en los homicidios, en los últimos días se ha desatado una racha de violencia que incluye un repunte de homicidios y tiroteos en varios sectores de Torreón, pero cuyas causas son rastreadas a Gómez Palacio. Estos hechos demuestran que los malandros siguen paseando campantes y armados por la zona conurbada a pesar de los distintos operativos y que en cualquier momento pueden desatar una ola violenta. A esto se suma el homicidio, supuestamente por robo, de un hermano del cantante Pablo Montero, que dio la vuelta al país en redes sociales y volvió a poner a La Laguna bajo los reflectores como una zona insegura. Precisamente el tipo de malas noticias que las autoridades buscarían evitar, especialmente en plenas campañas.