Quizá sea buen momento para mandarle unos dulces de nuez y unas paquitas de algodón al general Moisés García Ochoa, jefazo de la XI Región Militar, como regalo de despedida. Pero no nada más a él, sino también a todo su Estado Mayor. Y es que, comentan nuestros subagentes de verde olivo, no se trata de un simple cambio de mando para don Moisés, sino que la Secretaría de la Defensa Nacional contempla mover la sede de la Región a la ciudad de Chihuahua y mandar para allá a toda la comandancia. El rumor de una mudanza se ha repetido con insistencia en círculos militares y una de las razones que se manejarían para el cambio es que, de los dos estados que comprende la XI Región, Chihuahua tiene más operaciones, infraestructura y destacamentos militares que Coahuila, de modo que acercar el mando tendría más lógica.
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Al margen de las razones que tendría la Sedena, el problema para La Laguna es que podría quedar sin una figura militar de peso para dirigir operativos de seguridad y mantendría sólo un batallón en Torreón y otro en Gómez Palacio, pero dependiendo de mandos en otras ciudades. Esto significa que no habrá alguien con las suficientes estrellas en el uniforme para meter en cintura a las autoridades locales, que nomás entienden cuando les habla un divisionario. Nuestros subagentes se preguntan si el cambio de sede de la XI Región no obedece también al hecho de que el gober de Durango, Jorge Herrera Caldera, se resistió a que don Moisés tuviera el mando sobre destacamentos militares en toda La Laguna y no sólo en la parte de Coahuila, e insistió en que Durango debía mantenerse bajo la jurisdicción de la III Región cuya sede está todavía más lejos, en Mazatlán. El cambio de sede ocurriría en los próximos meses y para como son de “sorderos” los militares, probablemente lo anunciarán cuando ya don Moisés y su gente estén despachando en Chihuahua. De concretarse, La Laguna podría recibir como premio de consolación la sede de una coordinación regional que contempla la Procuraduría General de la República para los estados del norte del país, pero ese proyecto aún está en el papel.
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Para cerrar sus campañas a la alcaldía de Torreón, los suspirantes del PRI, Miguel Ángel Riquelme, y del PAN, Jesús de León, ya preparan refuerzos con la artillería pesada de sus partidos. Ayer anduvo por tierras laguneras la excandidata presidencial del PAN, Josefina Vázquez Mota, para apoyar la campaña de don Chuy, aunque para eso tuvo que aguantarse la bilis para convivir con la plana mayor del PAN local conformada por calderonistas. Don Miguel espera la visita en los próximos días del pastor de los diputados del PRI, Manlio Fabio Beltrones, cuyo Manual de Grilla I, II y Avanzados son los libros de cabecera del suspirante tricolor. En la recta final, ambos candidatos arreciaron la guerra de encuestas. Don Chuy lanzó los primeros golpes, al presumir datos que le dan la ventaja, pero el panista parecía tómbola de la Lotería al sacar todo tipo de números, pues primero dijo que iba cuatro puntos arriba, luego que seis y luego que siete aunque lo único consistente era que en ningún caso mostró los documentos de los sondeos. Esto provocó que don Miguel iniciara un peregrinaje por medios de comunicación con una carpeta bajo el brazo para mostrar los papeles de una encuesta que le daría 13 puntos de ventaja sobre el PAN. Con esto el aspirino tricolor buscó evitar que los medios se “apantallen” con las cifras de su rival y finalmente el tema desapareció de la agenda, pues ninguno de los dos lo sacó a colación en el encuentro que tuvieron en El Siglo de Torreón, donde se dieron con la cubeta a lo largo de una hora. Este encuentro fue la última vez que don Miguel y don Chuy se verán las caras antes de la elección, pero al aceptar hacerse cuestionamientos directos elevaron el nivel de la contienda. Cosa que no pueden decir sus vecinos de Gómez Palacio y Lerdo, donde los candidatos del PRI, José Miguel Campillo y Luis de Villa prefirieron esconderse antes que aceptar un debate.
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Sin querer queriendo, la asociación “Hasta Aquí Gómez Palacio” que puso en la mira a la administración de la alcaldesa Rocío Rebollo, sugirió de manera implícita dónde están sus querencias. El grupo sacó un anuncio que arremete contra el candidato del PRI, José Miguel Campillo, porque le restó importancia al encuentro que tuvo con el exalcalde Carlos Herrera. En uno de sus múltiples dislates, don Pepe dijo que el encuentro con el empresario fue positivo pero que no era necesario sumarlo a la campaña, lo que provocó que la asociación lo regañara por no ponderar el peso político y empresarial de don Carlos, a quien pintan casi como un prócer gomezpalatino. Nuestros subagentes especulan si con estas loas, los de “Hasta Aquí Gómez Palacio” no habrían revelado de dónde sale el patrocinio. ¿Será?
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La ignorancia de la abanderada del PRD a la alcaldía de Torreón, Isabel Vesuña, dio al traste con un ejercicio que nuestros subagentes pensaban aplicar a los candidatos de la zona conurbada para medir algo de cultura general o por lo menos ver si tenían conocimientos básicos para el puesto que buscan. La mecánica consistía en preguntar a cada candidato si sabía cuándo y quiénes fundaron sus respectivos partidos, si podían mencionar el artículo constitucional que trata sobre los municipios y si tenían conocimientos básicos sobre la historia de Torreón, Gómez Palacio y Lerdo. Cuando las preguntas fueron planteadas a doña Isabel, la candidata se quedó como venado lampareado, sin atinar a ninguna, pero horas después sus asesores de prensa enviaron un comunicado a todos los medios que cubren la campaña presentando una versión Wikipedia de las respuestas. Obviamente el boletín alertó a los demás candidatos para que prepararan sus “acordeones” cuando les llegaran las preguntas, por lo que el ejercicio tuvo que ser cancelado.
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El curuleco y exprimer compadre, Guillermo Anaya, se volvió a poner en el centro de la polémica por un exabrupto que tuvo contra un reportero que osó preguntarle por qué tenía secuestrado al PAN en Coahuila. Queriendo ser ocurrente, don Memo le espetó que “a ti lo que te hace falta es que te den un levantón”. El revire dejó espantado al reportero y a los colegas preguntando si no se iba a aparecer el militante panista apodado “El Toques”, pero aunque al diputado le pudo parecer inofensivo el comentario, ignora completamente el contexto. Éste es que en 12 años de gobiernos federales del PAN más de 70 periodistas fueron asesinados y decenas más secuestrados por el crimen organizado. El comentario ya puso a don Memo otra vez en una polémica, a ver si se le quita lo ocurrente.
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Nuestros subagentes disfrazados de tubos del Simas reportan una intensa grilla al interior del Consejo Directivo, donde el secretario técnico, Félix Pérez Murillo y el consejero Adelmo Ruvalcaba traerían una confabulación para desbancar al gerente Jesús Campos. El objetivo sería afianzarse en una posición de control del organismo ante el cambio de administración municipal, aunque para don Félix es jugada de alto riesgo pues legalmente no ha sido ratificado en la secretaría técnica, así que el destituido podría ser él. Si el alcalde Eduardo Olmos no se ha enterado, haría bien en hacerlo para no dejar en Simas un tiradero mayor al que ya existe.
