Apenas terminaban de festejar (o lamentar) los resultados de la elección y los gobernadores Rubén Moreira y Jorge Herrera Caldera tuvieron un pequeño recordatorio de los pendientes que aún tienen en el tema de la seguridad. La “notita” corrió a cargo del Departamento de Estado gringo, que renovó su alerta de viaje para la Comarca Lagunera. Sin embargo, las reacciones fueron distintas en ambos lados del Río Nazas. Aunque la advertencia no contiene nada nuevo, el documento “caló” en Coahuila, donde el Procu Homero Ramos Gloria salió a defender los avances contra grupos criminales, a pesar de que el documento gabacho habla de “altos niveles de crimen violento” en Torreón, Saltillo, Piedras Negras y Acuña.
Don Homero salió con la consabida defensa de que los delitos son cometidos con armas que entran ilegalmente de Estados Unidos, pero este argumento está tan “sobado” que ya nadie hace caso y en realidad la frustración viene porque el Estado no ha salido de la lista de lugares considerados peligrosos. Por más rechazo a este tipo de diagnósticos, lo cierto es que Coahuila se ha salvado por un “pelito” de regresar a los reflectores mediáticos, como pudo haber sucedido con la captura de Miguel Ángel Treviño, el “Z-40”, pues varios reportes señalaban que el máximo jefe de “Los Zetas” de movía como Pedro por su casa entre Tamaulipas y Coahuila, y de hecho se comenta que al ser detenido viajaba precisamente de Nuevo Laredo al norte de Coahuila, donde el año pasado causó escándalo la desaparición del cadáver de “El Lazca”. Además, la información sobre el relevo en el liderazgo del cártel apunta al hermano menor de don Miguel, Omar Treviño, quien maneja las operaciones del grupo en Piedras Negras, donde al parecer nadie lo ha tocado. O sea que puede ser cuestión de tiempo antes de que el Estado cobre notoriedad de nuevo. Pero al menos en la Urbe de Adobe reaccionaron, pues en la tierra de los alacranes ni eso. Parece que el gober Herrera no se dio por enterado de la alerta de viaje y, si alguien se lo comentó, más bien habría tenido razones para festejar. Y es que la ciudad de Durango ya la libró, pues la alerta recomienda evitar viajes a todo el estado, excepto a la capital, lo cual ya es un avance. Claro que Gómez Palacio y Lerdo aún son señalados como lugares violentos, pero seguramente don Jorge le puso más atención al otro dato, pues ya se sabe que su chamba es ser el mejor alcalde de Durango. A ver si con esto no piensa que ya hizo su jale.
*******************************************
Y hablando de seguridad, nuestros subagentes en la peronera capital reportan que uno de los primeros asuntos que el gober Rubén Moreira atendió tras la elección fue reunirse con el alcalde electo de Saltillo, el panista Isidro López Villarreal para entenderse primero que nada en asuntos de combate a la delincuencia, sobre todo porque el próximo presidente municipal se la pasó prometiendo en campaña que reabriría yonques y casinos, cuya clausura ha sido eje de la política de seguridad de don Rubén. Al parecer ambos ya plancharon las cosas y don Isidro reculó (así se dice) en sus pretensiones porque ya le explicaron con peras y manzanas cómo lugares como casinos, yonques o casas de empeño sirven para financiar grupos criminales. Don Rubén hasta se llevó al flamante alcalde electo con mandos militares y de la Policía Federal para que lo pusieran en línea, pero los subagentes reportan que en el Palacio Rosa no están muy confiados de que don Isidro realmente entienda el tema de seguridad. Para empezar, se comenta que en una reunión se le ocurrió la puntada de decir que el Estado tiene toda la responsabilidad, ignorando el hecho de que al Municipio le toca la prevención del delito. Nomás para que tenga una probadita de lo que le espera, después de la elección los malandros saltilleros le dieron la bienvenida con siete ejecutados en un día.
*******************************************
La novela que escriben los panistas de Torreón se puso muy sabrosa con el duelo de declaraciones que se aventaron el excandidato Jesús de León y el exalcalde y antiguo rival, Jorge Zermeño, para asignar las culpas por la derrota en las urnas. Al afirmar que “con la política no se juega”, don Jorge prácticamente estaba “regañando” a los muchachos del curuleco Guillermo Anaya como unos imberbes que no saben lo que hacen. El tono debió molestarle a don Chuy lo suficiente como para que prácticamente le achacara al exalcalde la campaña para promover el voto escrito en su favor, al asignarle una culpa de omisión porque no detuvo el movimiento en la víspera de la elección. El fuego fue atizado también por la esposa de don Jorge, Astrid Casale, quien en redes sociales exigió que no les pasaran facturas políticas y advirtió que “lo que mal empieza mal acaba”. La tensión fue evidente desde que don Jorge, al salir de su casilla el día de la elección, no quiso decir por quién había votado. Una semana después, el pleito mediático ha impedido a los panistas hacer un recuento de los saldos de la derrota. Tampoco han tenido mucho tiempo, pues algunos prefirieron dejar el barco para irse de vacaciones. Ya se había reportado que el senador Luis Fernando Salazar partió a la playa dos días después de las elecciones y ahora los subagentes fronterizos comentan que la semana pasada, cuando la autoridad electoral aún hacía el cómputo de votos y los panistas debatían cómo procedería la impugnación, don Memo andaba de compras en Laredo. A ver si cuando regresan se ponen a ver por qué perdieron la elección.
*******************************************
Otros que se desaparecieron apenas se contaron los votos fueron los excandidatos del Movimiento Ciudadano, Raúl Sifuentes, y del PRD, Isabel Vesuña. En la víspera de la elección ambos se la pasaron despotricando sobre un supuesto “compló” en su contra, pero de repente se esfumaron. Dicen que don Raúl resintió el golpe porque ya se había hecho ilusiones de que iba a ganar y no sólo no sucedió eso sino que tampoco logró frustrarle las aspiraciones a su antiguo pupilo, Miguel Ángel Riquelme. Por su parte, doña Isabel cerró su cuenta de Twitter, muy activa durante la campaña pero muy callada después de la elección. Dicen que la excandidata fue víctima de “bullying” cibernético y ya no quiso saber nada. Nuestros subagentes comentan que ahora esperará a ver qué chamba le da don Miguel en el Municipio, como supuestamente habían pactado. De hecho, doña Isabel no sería una extraña en el equipo del alcalde electo pues las malas lenguas dicen que ya desde la campaña participaba en reuniones de estrategia con los asesores de don Miguel. ¿Será?
*******************************************
Nuestros subagentes que deambulan por Matamoros reportan que el alcalde electo, el priista Raúl Onofre, anda bastante engallado con su victoria, pues no sólo le dio una paliza a su némesis, el profe Jesús Contreras, en la carrera por establecer un cacicazgo en el Municipio, sino porque a partir de enero regresará a las mieles de la nómina, no sólo a cobrar, sino también a controlar. Se dice que don Raúl está envalentonado porque evadió el escándalo de la desaparición de un crédito por 53 millones de pesillos que pidió la última vez que fue alcalde pero que gastó su sucesor, Homero Hernández. Ahora se la pasa haciendo listas de amigos y enemigos para pagar favores o cobrar facturas pero en su afán hasta se permite hacerse de enemigos imaginarios. Quizá ignora que su principal adversario será la situación que hereda en Matamoros, de la cual es parcialmente responsable de la última vez que ocupó la alcaldía. Con finanzas maltrechas, servicios inexistentes, sin policía municipal y una amplia presencia de grupos criminales, don Raúl haría bien en ver cómo va a sacar a Matamoros del bache, porque no tiene muchos motivos para festejar.