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Verdades y Rumores

EL AGENTE 007

Las auditorías al Simas se han convertido en una buena herramienta política para espantar con el petate del muerto, pero no para conocer el verdadero estado financiero y técnico de la empresa de agua. Por eso nuestros subagentes reportan que la prometida auditoría a la actual administración puede terminar en otro documento que quedará enterrado en lo más profundo de un cárcamo. Nuestros subagentes comentan que la revisión aprobada por el Consejo del Simas podría no materializarse debido a que no tiene pies ni cabeza, es decir, no cuenta con los detalles que serían auditados. En lo que se ponen de acuerdo podrían pasar meses y seguramente el alcalde electo, Miguel Ángel Riquelme, traerá sus propios planes para revisar el organismo. Trascendió que en una reunión que tuvo don Miguel con activistas del grupo Participación Ciudadana 29, quedó claro que la auditoría propuesta por esta organización y avalada por el Consejo no va a llegar a ningún lado si antes no hay un acuerdo sobre los puntos a estudiar.

Sin embargo, los subagentes advierten que todas estas inspecciones hasta ahora no han servido de gran cosa, ya que las existentes nunca se han hecho públicas. La revelación de que nadie sabe dónde quedó la revisión hecha a la gestión del Simas durante el gobierno del exalcalde José Ángel Pérez sugiere que fue solamente una maniobra que se aventó hace tres años el contralor y vicealcalde Lauro Villarreal para poner los reflectores en la administración anterior y blindarse de críticas. Se supone que el alcalde Eduardo Olmos y el Congreso del Estado recibieron los documentos, pero nadie dijo nada. Lo mismo ocurrió con la auditoría practicada a la administración del exalcalde Guillermo Anaya, que fue guardada en un escritorio durante todo el sexenio del profe Humberto Moreira, cuyos operadores amenazaban con sacarla a la luz cada que don Memo les daba lata. Todo esto lleva a cuestionar que si los gobiernos estatales del PRI no han sacado los trapitos que dejaron las administraciones municipales del PAN, menos lo van a hacer con los que portan los mismos colores.

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Las marchas que desataron en la Comarca Lagunera los maestros opuestos a la reforma educativa sirvieron, entre otras cosas, para amarrar navajas entre los gobernadores de Coahuila, Rubén Moreira, y de Durango, Jorge Herrera Caldera. Nuestros subagentes comentan que la oposición a la reforma del lado coahuilense es bastante floja, pero que los maestros disidentes en la Sección 35 del sindicato pidieron refuerzos a sus colegas de la Sección 44 en La Laguna de Durango para que fueran a Torreón a armar borlote. Fue así como un contingente se manifestó afuera de la Subsecretaría de Servicios Educativos en La Laguna de Coahuila, pero la mayoría era del otro lado del Nazas. Lo mismo ocurrió ayer, cuando la protesta de maestros abarcó los tres municipios de la zona conurbada. Se comenta que autoridades educativas en Coahuila están molestos con sus pares duranguenses porque allá no han podido controlar la disidencia magisterial, que luego viene a poner gorro a Torreón. Por lo menos del lado de Coahuila, el secretario de Educación, José María Fraustro, ya amenazó con levantarle actas a los maestros faltistas y los líderes del sindicato de maestros están bien alineados. Al parecer, en Durango el gober Herrera no está muy interesado en resolver esa bronca y meter en cintura a los maestros pues ha de pensar que basta sólo con darle un espaldarazo verbal a la reforma educativa para que lo oigan en Los Pinos.

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El alcalde Eduardo Olmos podría ganarse otra bronca cortesía del tesorero Pablo Chávez Rossique por aquello de que el Municipio dejó de expedir recibos por el cobro del Impuesto sobre Adquisición de Inmuebles. Esta situación lleva ya varios meses y la bolita se la están pasando don Pablo y el director de Informática, Luis Fernando Gallardo, quien aparte trae sus propias tribulaciones. Pero cualquiera que sea el origen del problema, el gremio de notarios ya pasó a molestarse y nuestros subagentes de traje y corbata cuentan que los abogados andan planeando la publicación de desplegados para denunciar esta situación porque también afirman que hay algunos vivillos que se estarían beneficiando de recibir pagos sin entregar recibos. El desorden imperante se añade a la bronca que el Municipio trae aparte con el cobro del ISAI por los más de 100 amparos que enfrenta de contribuyentes inconformes y que se van a ir derecho a la Suprema Corte. Lo más probable es que la bronca termine como herencia para la próxima administración, pero entre tanto a ver que lío arman los notarios.

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El gober Rubén Moreira se dejó venir el lunes pasado a deshacer el entuerto que se armó con sus declaraciones sobre el Teatro Isauro Martínez. Nuestros subagentes cuentan que don Rubén cenó con miembros del patronato para explicarles que, como suele suceder cada vez que declara algo sobre Torreón, fue malinterpretado cuando dijo que el Estado buscaría adquirir el Teatro. Al parecer esta propuesta había sido hecha al patronato desde antes de que el gober la ventilara en público y que había sido aceptada como una forma de garantizar el apoyo del Gobierno estatal bajo un nuevo esquema. Finalmente, la propuesta sería que el patronato mantiene el control del Teatro, pero ya no en comodato con el Instituto Nacional de Bellas Artes sino con el propio gobierno del Estado que se comprometería a dar el apoyo que, con bastante frecuencia, regatean los del INBA. Al parecer ya todos quedaron satisfechos y nomás faltó decir que la idea estaba a toda madre.

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Y hablando del mundillo cultural, la designación adelantada de Renata Chapa como la futura jefaza de Cultura en Torreón debió significar un alivio para la funcionaria que apenas hace dos semanas se había quedado sin chamba en Gómez Palacio. Doña Renata finalmente brincó el Nazas, algo que anhelaba hacer desde hace rato. Cuentan nuestros subagentes disfrazados de intelectuales que el alcalde electo, Miguel Ángel Riquelme, le echó el ojo desde que Gómez Palacio se ganó el reconocimiento como “Ciudad Lectora” y como doña Renata viene respaldada por el grupo del operador priista y hoy grillo universitario Salvador Hernández Vélez, pues prácticamente es de casa. Sin embargo, el nombramiento llevó a los subagentes a descartar cualquier iniciativa cultural conurbada durante al menos tres años pues resulta que doña Renata le entregó el changarro de Gómez Palacio a Yeye Romo, también veterana de estas lides, pero cuya animadversión mutua es bastante conocida en círculos cultureros. La única esperanza es que los jefes de ambas, o sea los alcaldes, las alineen para hacer proyectos conjuntos que beneficien a toda la zona metropolitana, pero conociéndolas…

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