Como sucede con cada cambio de Gobierno, en estos tiempos de transición municipal, los grupos de interés político y económico tienen un “realineamiento”, como dirían nuestros politólogos subagentes, que observan con interés los movimientos en varios círculos de grillos y empresarios (que a veces son lo mismo). Uno de ellos tiene que ver con el acuerdo entre el gober Rubén Moreira y la asociación Fomento Económico Laguna de Coahuila (Fomec), pues ahora resulta que el Gobierno Estatal anda en un plan muy amigable con los empresarios luego de años de fricciones y desencuentros. Para reforzar la alianza con Fomec, el gober Moreira hasta se comprometió a acelerar los proyectos de promoción y hasta algunas obras para mejorar el hospedaje industrial que tienen años pendientes. Pero el punto destacado es el desarrollo de la “marca Torreón” para promover inversiones.
Los subagentes que son muy mal pensados ven en esta estrategia mercadológica un ángulo político, pues sería un intento por posicionar la imagen de la ciudad frente a los grupos que promueven el Estado de La Laguna, particularmente la asociación ELLA, que tiene un apoyo empresarial. El objetivo sería que, al colocar a la ciudad como “marca”, con el apoyo del Gobierno del Estado, se contrarrestarían los esfuerzos separatistas. Otro movimiento que se observa es la creación de la Fundación Renacimiento, armada por el veterano grillo Víctor González Avelar como un centro de estudios para vigilar la actuación de funcionarios en varios temas. Sin embargo, la conformación de este grupo incluye a connotados especímenes del Jurásico priista, incluyendo a casi todos los exalcaldes tricolores de Torreón, como Manlio Gómez Uranga, Braulio Fernández Aguirre, Heriberto Ramos, Carlos Román Cepeda, Salvador Jalife y Javier Garza de la Garza, quienes en los últimos meses han sido consentidos y apapachados por el alcalde electo Miguel Ángel Riquelme. Como se ve difícil que de ahí vayan a salir patadas al pesebre, los subagentes sospechan que la Fundación Renacimiento serviría como contrapeso a los “cacerolazos” de organizaciones como Participación Ciudadana 29, que en los últimos meses ha sido una piedrita en el zapato del alcalde Eduardo Olmos y que don Miguel buscaría desactivar. A menos, claro, que los “renacentistas” también agarren la cacerola si no los pelan. Pero al menos queda claro que ya se preparan las defensas que habrán de acompañar a don Miguel en su período como alcalde y al gober Moreira en la segunda mitad de su mandato.
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Nuestros subagentes que dan seguimiento a la auditoría recién revelada sobre las travesuras que se hicieron en Simas en tiempos de José Ángel Pérez señalan que hay un personaje que ha logrado evadir el escándalo de los funcionarios de la actual administración que se hicieron “patos” con el documento. Toda la culpa por echarle tierra al asunto recayó en el ahora exgerente, Jesús Campos, y con justa razón, pero los subagentes comentan que el ahora director de Desarrollo Social del Municipio, Mario Cepeda, también debe incluirse en el grupo de directivos del Simas que pretendieron no darse cuenta de la polémica auditoría. Como don Mario fue el contralor de la empresa durante casi tres años desde el inicio de la actual administración, resulta inverosímil que en ese cargo no se haya dado cuenta de las irregularidades que se encontraron y que fueron heredadas por el equipo de don José Ángel. Sin embargo, como ahora don Mario anda metido en otras cosas, particularmente la operación electorera del Municipio, pues nadie se fijó en él. Sería interesante conocer cuánto supo don Mario de las transas realizadas por su antecesor en la contraloría, Petar Petrov, y otros secuaces y si se hizo el “loco” para que luego nadie fuera a destaparle las travesuras que se aventó.
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Los senadores panistas de Coahuila Luis Fernando Salazar y Silvia Garza fueron a visitar el otro día al procurador Jesús Murillo Karam para exigirle que el Gobierno mexicano inicie las gestiones para recuperar más de 20 millones de dólares que el exzar financiero del Estado, Javier Villarreal, se habría clavado del erario. La polémica en torno a don Javier y a los fraudes con la deuda que dejó la administración de Humberto Moreira sigue encendida y de vez en cuando brinca a los reflectores noticiosos, como ocurrió con la negación de un amparo al exfuncionario prófugo o la revelación de que el exgober Jorge Torres López tiene un “guardadito” en cuentas “offshore”. El caso es que los panistas le siguen haciendo la lucha para mantener vivo el tema, pero nuestros subagentes comentan que don Jesús los toreó con la gracia y la destreza aprendida en décadas de grilla y dejó a los legisladores pensando que el Gobierno iba a emprender la batalla diplomática para recuperar el dinero, aunque la realidad vaya a ser otra. El mismo procu Murillo había dejado claro que no quería nada que ver con el asunto cuando, apenas entrando al cargo a principios de año, “bateó” el expediente contra don Javier y lo regresó a Coahuila con el argumento de que la PGR era incompetente. Con la pelota en la cancha de la Procuraduría estatal que comanda Homero Ramos, ahora en la Urbe de Adobe tienen que hacer como que se pusieron a trabajar y probablemente eso explica por qué se anunció una averiguación previa sobre el dinero encontrado a don Jorge por el gobierno gringo. Aunque la sospecha es que ese expediente también se va a ir al mismo cajón donde hoy descansa la investigación de la megadeuda.
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Nuestros subagentes que le echaron un ojo al proyecto de presupuesto del Municipio que hizo el futuro tesorero Enrique Mota para el alcalde electo Miguel Ángel Riquelme, trae un pequeño agujero. Al parecer no se tomó en cuenta una jubilación de más de 300 trabajadores municipales que cumplirán 30 años de servicio en 2014. Se trata de la primera camada de empleados beneficiados con la creación del Sistema Municipal de Pensiones en 1984, que tendrán derecho a irse con el cien por ciento de sus sueldos. Los subagentes comentan que el impacto financiero será de más de 15 millones de pesillos que no están contemplados en el presupuesto del próximo año, como tampoco se consideró la sustitución de esas plazas. Se comenta que don Enrique ya empezó a arrastrar el lápiz para tapar el hoyo y, de pasada, hacerle una reforma al Sistema de Pensiones para ampliar los plazos de jubilación, pero a ver si el sindicato no se pone a las patadas.
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El gober Rubén Moreira no andaba en Saltillo el día de la visita del expresidente Felipe Calderón, de modo que se perdió la conferencia en la que el antiguo ocupante de Los Pinos se echó todas las flores posibles. Pero algo debió dejar don Felipe en la peronera capital que don Rubén luego aprovechó, pues el Gober salió a declarar el otro día que los medios de comunicación son los culpables de la alta percepción de inseguridad en Coahuila. El comentario parece tomado directamente del manual de comunicación que usó don Felipe en su sexenio, pues el expresidente era muy aficionado a echarle la culpa a los medios por la imagen violenta de un país que se desangraba (y aún se desangra) con miles de muertos y pedía a la prensa que hablara bonito. El tema de la violencia fue usado por el propio don Rubén para soltar puyazos en el camino a la gubernatura, pero ahora los papeles se han volteado. Claro que las percepciones públicas son alimentadas por los medios, pero también es cierto que la realidad es muy necia y que la ola de homicidios, asaltos y secuestros, aún cuando tenga períodos a la baja, continúa alta y eso es lo que soporta las percepciones de inseguridad. Pero como el chiste es cambiar la percepción, y no necesariamente la realidad, a lo mejor por eso don Rubén reintegró a su equipo a quien fue su primer vocero, Juan de León, que regresó a la nómina como subsecretario de Medios, para encargarse del paquete.
