Desde finales de la semana pasada se intensificaron los rumores acerca de la inminente salida del zar cibernético municipal, Luis Fernando Gallardo, de la Dirección de Informática. Los subagentes disfrazados de cables de fibra óptica comentan que su posición al frente de la dependencia era ya prácticamente insostenible por los numerosos conflictos que ha tenido con el zar financiero de Eduardo Olmos, el polémico Pablo Chávez, así como con el contralor Lauro Villarreal y con el jefazo de Obras Públicas, Miguel Algara.
Don Luis ha calificado a estos controvertidos personajes algo así como el “trío infernal” del ayuntamiento de Torreón. Las apuestas empiezan a subir respecto a cuándo se le dará de baja para que no siga causando problemas al actual gobierno y de paso quitárselo de encima a la administración entrante de Miguel Riquelme. No obstante, se dice que seguirá cobrando en la sagrada nómina, y no tanto por los favores que le deben o por su capacidad de control informático, sino por el miedo que infunde el propio Gallardo Amador debido a ciertos parentescos que presume y de los cuales ha sacado bastante raja. ¿Será?
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Quien dio mucho de qué hablar la semana pasada fue el regidor priista José Elías Gánem, gran aficionado a las reyertas. Parece que no le fue suficiente el espectáculo “de altura” que protagonizó en las redes sociales al darse hasta con la cubeta con su archirival el panista Rodolfo Walss. Cuentan nuestros subagentes disfrazados de palmas secas de la autopista Torreón-San Pedro que el jueves pasado, durante el bloqueo realizado por vecinos de la colonia Villa Florida para exigir más seguridad, hartos ya de tanto robo, el edil priista hizo su aparición sólo para agravar más el conflicto. Y es que apenas los quejosos estaban llegando a un acuerdo con el director de Atención Ciudadana, José Máynez, y con el jefazo de la Policía Municipal, Adelaido Flores, quienes ya habían sudado la gota gorda para controlar a los enfurecidos colonos, cuando de pronto apareció don Pepe, resguardado como siempre por sus escoltas, y sin más se les fue encima a los manifestantes, les puso una regañada y les advirtió que se calmaran y retiraran el bloqueo o, de lo contrario, “irían a parar al bote”. El regidor, quien sueña con una curul en el Congreso de Coahuila, vino así a echar por tierra el avance en la negociación entre las autoridades y vecinos, de manera que, con su “sabia” intervención, las pláticas tuvieron que volver a empezar. Dicen por ahí que los constantes arranques de prepotencia de don Pepe han irritado al próximo capataz de Torreón, Miguel Riquelme, quien ya piensa seriamente en poner a Gánem a cuidar la nueva arena de lucha de la Unidad Deportiva con tal de quitárselo de encima, mientras intenta colarse a una candidatura para diputado local.
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El que anda que no lo calienta ni el sol es el contralor Lauro Villarreal. Muy poco le duró el relax de sus vacaciones de 15 días en paradisíaca playa del Caribe, a donde fue para alejarse un poco del exceso de trabajo y estrés que siempre tiene, pues apenas regresó y ya le hicieron pasar un gran coraje. Y es que él, que tenía toda la intención de seguirle dando largas al inicio de la “miniauditoría” al Simas de Torreón, recibió un madruguete de Xavier Herrera, contralor de la empresa de aguas, quien logró por unanimidad el apoyo del Consejo Directivo para tener representación legal y así poder lanzar la licitación de la dilatada revisión. Por más movimientos que hizo don Lauro para frenar la entrega de poder notarial a Herrera, no lo logró, y desde el viernes pasado comenzó el procedimiento legal que llevará a la auditoría de las operaciones financieras, administrativas y operativas del caótico Simas en su ejercicio de 2011. No obstante, dicen los que están bien enterados que con todo y el “golpe” de Xavier Herrera, la revisión ya está más que planchada y organizada para depurar todos los papeles “incómodos”, pues quien se encargará de ello es nada más y nada menos que Luz Ángel de Luna, especialista en auditorías y mano derecha de don Lauro. En la fontanería de la política local, a Luz Ángel le apodan “El Mago”, por su habilidad para convertir los números de rojos a negros. Así estará la cosa en las cloacas del Simas.
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Ya no hallan qué inventar en el Gobierno de Estado de Coahuila para saldar la pesada deuda con contratistas y proveedores que dejó la administración de Humberto Moreira, quien disfruta de su beca en Barcelona alejado de todas las broncas que su gobierno heredó al de su hermano Rubén. Resulta que quienes manejan las finanzas estatales andan armando un plan para pagar por fin en 2014 la totalidad de los tres mil millones de pesillos que deben desde hace tres años a diversos acreedores, quienes se cansan de suplicar por que ya se les entregue lo que les corresponde por servicios ofrecidos en obras y programas. El plan consiste, sin dar hasta ahora más detalles, en solicitar las famosas “sustituciones de deuda”, pero no con Banobras ni instituciones financieras que ofrezcan módicos intereses, sino con inversionistas privados, lo cual hace surgir la duda automática sobre quiénes estarían dispuestos a aventarse el tiro de convertirse en acreedores de un mal pagador como el Estado para sacarlo de la añeja bronca y, sobre todo, a cambio de qué. Porque es sabido que en esto de los manejos de los recursos públicos no hay quien dé brinco sin huarache. Por otro lado, llama la atención que los encargados de las finanzas de la administración de don Rubén estén enfocados sólo en tratar de resolver el desastre que dejó el pasado gobierno y que nadie esté interesado en investigar a todos los responsables del desbarajuste. ¿O acaso quieren insistir en la improbable línea de que Javier Villarreal hizo solito, sin ayuda de nadie, todos los enjuagues y a espaldas de su patrón, don Humberto?
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Y mientras el mandamás del feudo coahuilense, Rubén Moreira, anda en Ginebra, Suiza, en calidad de representante de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) en la evaluación universal que se le aplicará hoy a México en materia de Derechos Humanos, son varios los pendientes que existen en esta provincia interna sobre el tema. Por ejemplo, la Comisión Estatal de Derechos Humanos -sí, existe- no ha dado seguimiento a las quejas que se presentaron en 2012 por el caso de la presencia del arsénico en el agua de La Laguna. Otro caso relacionado con el agua es el expuesto en marzo de 2013 por la Asociación de Usuarios de Aguas de Saltillo (AUAS), la cual presentó una queja por violaciones al derecho de acceso al agua en Ramos Arizpe y la comisión estatal apenas la semana pasada realizó la visita a para dar seguimiento a la queja. En el caso de las recomendaciones que se realizaron a la Secretaría del Trabajo, de Salud y de Educación por el asunto de los jornaleros que sufren explotación en la Comarca Lagunera, tampoco hay avances desde que se publicó el informe en septiembre de 2012. El rezago en la indagación de todas estas quejas ha despertado el enojo de asociaciones civiles que amenazan con presentar una queja ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos para que le jale las orejas a la comisión coahuilense por no atender los casos. La mayoría de las quejas se presentó en el período en el que Armando Luna Canales, hoy Secretario de Gobierno y mano derecha de Rubén Moreira, presidía la comisión.
