Cuentan nuestros subagentes disfrazados de verde olivo que en la reunión que sostuvieron los gobernadores de Coahuila y Durango, Rubén Moreira y Jorge Herrera, con mandos militares el pasado lunes para evaluar el tema de la inseguridad, varios detallitos salieron a relucir. Las fuerzas del orden se muestran sorprendidas ante la ola de asaltos a restaurantes donde el monto de lo robado suma una cantidad muy pequeña: apenas 50 mil pesos. El dato llama la atención a la inteligencia militar porque el botín es mínimo para el riesgo que representa a los ladrones ser detenidos, ya que en todos los atracos se han presentado sin pasamontañas y han dejado ver su rostro en los circuitos cerrados de los negocios de comida.
La cantidad fácilmente puede ser superada con un robo a casa-habitación, a un vehículo o un delito más sofisticado como un secuestro exprés o virtual. Al parecer los militares están viendo moros con tranchete porque casualmente con esta ola de asaltos el que hizo su reaparición en redes sociales fue el general Carlos Bibiano Villa, quien dijo estar preparado para regresar a Torreón y no sólo eso, ha dejado mensajes en los teléfonos del gobernador, Rubén Moreira y del alcalde electo Miguel Riquelme, donde les dice que se pone a sus órdenes y se declara listo para regresar la paz a Torreón. ¿Será que a don Bibiano ya no le gustó el clima de Chetumal, Quintana Roo?
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La ola de asaltos a los restauranteros volvió a evidenciar la división que hay entre los empresarios, ya que algunos apoyaron el paro virtual mientras que otros advirtieron los riesgos que representa para la economía este tipo de medida. Lo que es cierto, es que los restauranteros que integran el organismo “Laguna por ti” dejaron plantado al gobernador Rubén Moreira, el pasado martes cuando el Ejecutivo estatal había acordado reunirse con ellos, junto al Gabinete de Seguridad, para evaluar las acciones de vigilancia para lo cual llegarán a Torreón cien militares. Los restauranteros ya antes habían cortado comunicación con el jefe de la Policía de Torreón, Adelaido Flores, quien había estado en contacto con ellos. Tampoco ya no le contestan el teléfono a Juan Adolfo Von Bertrab, presidente del Consejo de Seguridad Pública, por lo que este grupo de restauranteros olvidó aquella premisa de “Ayúdate, que yo te ayudaré”.
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El doctor Enrique Villavicencio, se ha hecho famoso en los últimos días por encabezar el proyecto que tiene como intención controlar los accesos a Residencial Senderos. Para lograr su objetivo el doctor, junto al grupo de personas que lo apoya, se han dedicado a asustar a los colonos que se niegan al cierre de los accesos con el petate del muerto de que el alcalde electo Miguel Riquelme, apoya la medida. Aunque don Miguel hasta el momento ni enterado se da del problema, sin embargo otro actor político sí anda haciendo travesuras por ahí. Y es que al parecer el representante del Gobierno de Coahuila en La Laguna, Gabriel Calvillo Ceniceros, es el asesor del grupo que se opone a la medida de pagar 65 pesillos al mes por poder entrar a su casa. Por este motivo nuestros subagentes se preguntan si en La Laguna hay tantos problemas por resolver, ¿por qué un funcionario estatal se anda entreteniendo con un conflicto de particulares?
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La nueva moda de los políticos es querer hacerse pasar por ciudadanos apolíticos. Y es que cuentan nuestros subagentes disfrazados de saleros en Gómez Palacio que el pasado viernes se dio a conocer en rueda de prensa la formación del Consejo Lagunero Ciudadano, el cual tendría como objetivo vigilar la administración de José Miguel Campillo. Lo cual no tiene nada de malo, el problema es que el organismo que se dice ciudadano es más político que cualquier grillo de la región. El consejo lo encabeza Cuitláhuac Valdez, quien fuera regidor en la administración de Rocío Rebollo y fuera de los llamados prianistas. También están en la directiva Claudia Galán y Omar Mata, ambos excandidatos del PAN a diputados locales. E incluso para despistar al enemigo y hacerlo “más ciudadano” hay personajes supuestamente de izquierda como Candelaria González del PRD y Gustavo Oteo. De esta forma el nuevo grupo pareciera ser el renacimiento de aquel organismo que surgió en plena campaña con el nombre de Hasta Aquí Gómez Palacio y que también se decía apolítico y era todo lo contrario porque “casualmente” tras las elecciones, desapareció. Algo similar ocurre en Ciudad Lerdo donde existe la organización Prodes A.C. (Promotora Regional de Desarrollo Sustentable para el Campo), la cual es manejada teóricamente por Miguel Llamas, pero que en realidad las mentes maquiavélicas de este organismo son el presidente del PAN en Lerdo, Raúl Villegas y el senador neopanista, José Rosas Aispuro. Ambas organizaciones ya se andan moviendo en el campo de La Laguna de Durango prometiendo el cambio con miras en las próximas elecciones donde tal vez hasta un partido nuevo se inventen para competir.
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El que parece tener ya un pie y medio cuerpo fuera de la Junta de Conciliación y Arbitraje de Torreón, es el titular Nicolás Pascual Montes. Dicen nuestros subagentes que este funcionario se ha convertido en juez y parte por lo que ya tiene cansado a un amplio sector de los empresarios a quienes día con día les gana juicios defendiendo a sus trabajadores, pero no, no es porque sea muy justo sino porque lo hace con el personal y través de su despacho particular. Las denuncias de la falta de ética contra Pascual Montes ya llegaron al Palacio Rosa, por lo que los subagentes informan que es cuestión de días para que se dé el cambio de mando en esta oficina, ya de por sí carente de la confianza de los ciudadanos, de ahí que un golpe de timón sea necesario para tratar de enderezar este barco.
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Los que ya no saben cómo defender lo indefendible son los diputados panistas Guillermo Anaya y Marcelo Torres, quienes votaron en lo general la Ley de Ingresos, pero juran y perjuran que no apoyaron las alzas de impuestos. Los subagentes se pregunta qué quieren decir con este juego de palabras, porque si apoyaron la Ley de Ingresos que se integra con el dinero recaudado vía impuestos pues obviamente apoyaron la reforma de Peña Nieto. La votación de los diputados panistas fue muy diferente a lo que pregonaron en sus espectaculares, así que mejor para quitarse de broncas hubieran votado como los senadores de su partido que simplemente dijeron no a todo.
