Cuentan nuestros subagentes disfrazados de patrullas desvencijadas que la publicación de la queja de los elementos de la Dirección de Tránsito y Vialidad de Torreón, quienes aseguran ser obligados a “cooperar” con sus mandos medios con el famoso tequiliú, desató el enojo de algunos comandantes que se sintieron aludidos. Uno de ellos, de apellido Lira, y otro Mena, se lanzaron contra sus “renegados” subordinados y les dijeron que la cuota se iba a incrementar por andar de quejosos en los medios. Algunos elementos operativos creen que los comandantes no actúan por su cuenta, sino que tienen patente de corso otorgada desde arriba.
El caso ya fue turnado por la Dirección de Seguridad Pública Municipal a la Contraloría Municipal, que encabeza el polémico Lauro Villarreal, quien no se ha caracterizado por ser un efectivo vigilante a la hora de castigar a los traviesos de la administración de Eduardo Olmos, que ya se encuentra en su recta final acumulando lastres para el próximo jefazo de la ciudad. Y en medio de todo esto, ya viene diciembre con su pago de aguinaldos, por lo que, de no solucionarse este problema, no sería extraño que los agentes aumenten su promedio de cuotas al día con tal de cumplir con la tarifa que les exigen sus jefes.
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Los regidores priistas del ayuntamiento de Torreón no sudan ni se acongojan por eso de que supuestamente no habrá el tan anhelado bono de marcha. Y es que los ediles tricolores ya tienen preparada una maniobra maestra para disfrazar sus tres meses de sueldo que pretenden llevarse a manera de despedida y como “merecido premio” por todo el trabajo realizado en beneficio de los ciudadanos. Así pues, los subagentes disfrazados de balón de basquetbol dicen que tras la supuesta ayuda de 1.5 millones de pesos que le pretenden dar al tío empresario deportivo del tercer regidor Pepe Gánem, no hay otra cosa más que la suma de lo que se repartirá la bancada. Esto, claro está, con la anuencia del “que se iba, pero nunca se fue”, el tesorero Pablo Chávez, quien ya hasta firmó dictamen y todo, en caso de urgente necesidad. Varios ediles ya se frotan las manos al hacer cuentas de lo que les daría el “invencible” Chávez y suponen que luego del respectivo mayoriteo en la Comisión de Hacienda, el punto se irá al Cabildo para ser autorizado como embarrada de mantequilla.
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Además de estar moviéndose detrás del bono -perdón, ayuda deportiva- don Pepe Gánem anda a mil por hora en la sala de Cabildo luego de que ya dejó de suspirar por una postulación para ser candidato a una diputación local porque sabe que nomás no ganaría por todos los negativos que acumula. Pero no anda en turbo porque quiera recuperar el tiempo que no aplicó a trabajar por estar siempre siguiendo a su jefazo, el alcalde Eduardo Olmos, sino porque ya no halla qué concesionar. Luego de que se “aventó” varios puentes peatonales por 20 años para sus amigos y recomendados, dicen las malas lenguas que ahora va tras cientos de concesiones del transporte público que el Cabildo autorizó volver a licitar. Parece que don Pepe quiere asegurar su futuro lo más posible, por aquello de que ya le dijeron que en la próxima administración no tendrá ni el saludo del próximo preciso por ser muy avorazado.
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Y quien todavía no asume el cargo, pero ya la traen en la grilla, es la próxima directora municipal de Cultura de Torreón, Renata Chapa. Varios colectivos de artistas, promotores y patronatos que esperan desde hace más de un año que la actual administración les entregue los recursos para trabajar, han buscado un acercamiento con la futura zarina de la cultura, pero no han tenido éxito hasta ahora. Subagentes disfrazados de lienzos y pinceles aseguran que hay descontento entre los “cultureros” porque ven que doña Renata está más enfocada en realizar campañas de corte filantrópico que artístico. Y es que la también exdirectora de Cultura de Gómez Palacio impulsa un programa que consiste en que alguien que acuda a varios establecimientos comerciales a consumir café, deje pagada una taza para que una persona de escasos recursos pueda tomársela. Y no es que esta labor sea cuestionable, por el contrario. Sin embargo, en el celoso ambiente de la cultura esto no es visto con muy buenos ojos, ya que parece que con las múltiples ocupaciones que de por sí ya tiene doña Renata, además de su espíritu altruista, le queda muy poco tiempo para enfocarse en lo que será su principal actividad que es apoyar a artistas y promotores en Torreón. Y frente a esto, se dice que el próximo jefazo municipal, Miguel Riquelme, ya instruyó a su consejera de cultura, Lucrecia Martínez, para que le pida a doña Renata que no se distraiga tanto con el café.
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Donde ya salió el peine chimuelo es en el caso del abruptamente famoso grupo “Laguna Por Ti”, el cual recientemente alzó furioso la voz ante la ola de robos que se desató contra restaurantes. Si bien la unidad mostrada por los comerciantes sirvió de momento para que las autoridades estatales y municipales se pusieran las pilas en el tema del patrullaje y las investigaciones, lo que derivó en algunas detenciones, ahora resulta que algunos integrantes de ese grupo están unidos para hacer “travesurillas”. Nuestros subagentes vestidos de tuberías rotas del Simas rumoran que fueron descubiertos varios negocios del ramo de restaurantes ubicados en el corredor comercial Feliciano Cobián con sus medidores de agua potable “arreglados” para pagar menos agua de la que consumen. Dicen que en dos casos fueron revisados sus respectivos historiales y se encontraron algunas sorpresas, con lo que se turnaron los expedientes al área de Micromedición para su inspección. Lo encontrado fue una gran evasión en pagos y que, según dicen, ya el Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento se prepara para presentar denuncias de hechos contra cinco establecimientos, por lo menos.
