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Verdades y Rumores

El Agente 007

Vaya sorpresa que dio el mandamás de Coahuila, Rubén Moreira, con su segundo informe de gobierno. Y no tanto por la austeridad que prometió ni por la disposición a dialogar con los diputados en el Congreso local, sino por la duración de la ceremonia. Y es que don Rubén se emocionó y propinó a los legisladores una larga sesión de ocho horas en la que abundaron cifras, datos, agradecimientos, felicitaciones y hasta disculpas que pocos entendieron. Lo cierto es que los diputados, en su mayoría del PRI, no veían la hora de que eso se acabara para devolverle los agradecimientos y las felicitaciones correspondientes y hasta se oyó decir: “nos pusieron a trabajar, no hay derecho”.

Pero para los diputados lo más pesado está por venir, ya que para la glosa del informe, don Rubén ha dispuesto que la comparecencia de sus funcionarios se resuelva en tres días, a partir de hoy, cuando este proceso antes demoraba una semana. Es decir, les esperan más sesiones maratónicas a los legisladores, quienes están acostumbrados a llevarse las cosas con calma en su hamaca, perdón, curul. Tal parece que la “nueva forma de gobernar” son las marchas forzadas con la idea quizá de que, al final, les queden a los diputados pocas ganas de cuestionar a los secretarios. Si de por sí la línea que les da el gober les deja poco margen de maniobra, el cansancio mucho menos les dejará. Pero a don Rubén eso poco le importa, ya que, cuentan nuestros subagentes disfrazados de escritorios, andaba muy contento porque al terminar su maratón, cual si fuera un esforzado atleta olímpico, le habló el mismísimo preciso, Enrique Peña Nieto, para felicitarlo por lo “novedoso” de su informe.

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Otra de las “sorpresas” del informe del gober Moreira fueron los mensajes que publicó el día del informe uno de sus sobrinos en su cuenta de twitter. Las indirectas contra don Rubén, que hasta ayer aparecían en la cuenta @RubeHMoreira firmada como Beto Moreira, hijo del exgober Humberto Moreira, ponen de nuevo en evidencia que las cosas no marchan bien entre los hermanos. Lo interesante del caso es que don Humberto, una vez que ya concluyó en Barcelona su maestría, cortesía de todos, perdón, del sindicato magisterial, amenaza con regresar a las tierras coahuilenses para seguir dando de qué hablar, deporte del que es muy aficionado. Pero su hermano el gober ya le tiene preparado un recibimiento. Resulta que al momento de los posicionamientos de los partidos en la comparecencia de don Rubén ante el Congreso, salió a relucir, como era de esperarse, el espinoso tema de la deuda en boca de los diputados de oposición. El mandamás del estado aprovechó el momento para sugerir la creación de una comisión especial de legisladores que investigue el caso y que mida el impacto que tuvo la deuda en el engrasamiento de la maquinaria, es decir, programas sociales. Los diputados mordieron el anzuelo y aceptaron la sugerencia. Con esto, don Rubén no sólo se quita de encima la responsabilidad de entrar a las arenas movedizas del asunto, sino que enfoca los reflectores de nuevo hacia quien le dejó esa negra herencia financiera. La consigna del jefazo coahuilense parece ser: “allá pregúntele a él, yo ya estoy en otra cosa”. Pero las malas lenguas dicen que sólo se tratan de una estrategia para ganar tiempo, muy apegados al refrán político de “si no quieres que algo se resuelva, crea una comisión”. ¿Será?

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La Navidad llegó al Gobierno de Coahuila acompañada de luces, esferas y… abucheos. Nuestros subagentes disfrazados de duendes de Santaclós nos reportan que el domingo por la noche, en la ceremonia de encendido del pino navideño en la traída y llevada Plaza Mayor, sucedió algo que parece ser un mal augurio para don Rubén y su séquito en el proceso electoral de julio del próximo año para renovar la dependencia legislativa del gobierno estatal, perdón, Congreso local. Resulta que en el momento de las presentaciones, bienvenidas y bienaventuranzas se dejó escuchar entre el respetable un sonoro “buuuu” cuando se mencionó al todavía alcalde de Torreón, Eduardo Olmos. De acuerdo con el abuchómetro de los subagentes, quien le siguió a don Lalo en pitas y siseos fue nada más y nada menos que el mandamás coahuilense, quien no pudo ocultar su incomodidad, luego de que un día antes había mostrado con ahínco todos los “parabienes y regalos” que su gobierno le ha dado a esta sufrida ciudad. Caso contrario ocurrió cuando se presentó al próximo jefazo de Torreón, Miguel Riquelme, a quien el, ahora sí, amable auditorio cobijó de tal manera que ya no sabía si meterse debajo del pino navideño por la embarazosa situación que sufrieron los personajes mencionados antes que él. Lo que nadie se explica es cómo en una ceremonia organizada por el gobierno estatal a alguien se le olvidó revisar la lista de “invitados”. ¿Será que ahora no hubo acarreados? Sin duda, el responsable de este inconveniente debe estar más que nervioso.

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Quien no se cansa de hacer travesuras es el tercer cobrador, perdón regidor, del ayuntamiento, Pepe Gánem. La más reciente de sus “aventuras” la protagonizó el pasado viernes durante el acto oficial de entrega del edificio de la Presidencia Municipal, al cual ya le comenzaban a llamar la “eterna obra negra”. Resulta que don Pepe hizo un berrinche marca chamuco nada menos que con los escoltas de la estrella de estos tiempos de propaganda gubernamental, el jefazo Rubén Moreira. Y es que al polémico regidor le propinaron un clásico “ey, tú ¿a dónde vas?” en la puerta principal de cristal, y le informaron que el acceso general era por la avenida Abasolo. Don Pepe no sólo se molestó por eso, sino que también le negaron el lugar que el quería. Total, ya encanijado, se hizo de palabras con los encargados de la seguridad del gober y hubo por ahí intercambio de algunas frases sutiles relacionadas con las progenitoras, hasta que no tuvo más remedio que retirarse pálido y con expresión de niño regañado echando pestes. Con esas actitudes le va ser muy difícil al regidor ser uno de los sobrevivientes de la nómina ahora que se acabe la administración de Eduardo Olmos. ¿Se resignará a pasar a vivir en el error?

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Los que ya creen ir en caballo de hacienda rumbo al Congreso de Coahuila son los flamantes emisarios del gobernador, quienes el lunes pasado tuvieron la encomienda de llevar el mensaje de su patrón a “todos los rincones” de estado. Algunos de ellos son los mismos que don Rubén le prestó a su partido para que fueran nombrados como delegados del tricolor, y otros son los famosos enlaces institucionales del gobierno del estado con las redes clientelares, perdón, beneficiarios de apoyos sociales. En la lista de suspirantes aparecen José María Fraustro, secretario de Educación; Sergio Sisbeles, secretario del Consejo de Seguridad; María Esther Monsiváis, encargada del despacho del gober, y Francisco Tobías, director de reservas territoriales. Nuestros subagentes vestidos de matracas embodegadas dicen que estos personajes prácticamente andan en todo lo que tiene que ver con el contacto con las bases priistas. Son mensajeros, voceros, delegados, enlace, en fin, lo que se ofrezca y que les pueda servir de escaparate. De los arriba mencionados, el personaje clave es don Chema, de quien se dice que el mandamás coahuilense lo quiere como próximo pastor del Congreso. Así que, si antes hacían un 30 por ciento de chamba y 70 por ciento de grilla, de ahora en adelante los veremos completamente volcados a ésta, tal y como los tiempos electorales mandan.

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