Parece que el rompecabezas de la megadeuda de Coahuila comienza a tomar forma, pero no tanto por las investigaciones de las autoridades de esta azotada provincia norteña, las cuales se han caracterizado por avanzar a paso de dinosaurio en extinción, sino por el trabajo que realiza el gobierno del Tío Sam, trabajo que pone nervioso a más de uno de este lado del río Bravo. La declaración de culpabilidad del empresario lagunero Guillermo Flores Cordero, detenido por lavado de dinero junto a su esposa el 22 de agosto pasado, ante la corte federal de Corpus Christi en Texas, podría arrojar datos interesantes sobre los procesos que se siguen en ese estado contra personajes clave de la telenovela de la deuda, como Javier Villarreal, quien era el encargado de manosear, perdón, manejar las finanzas del estado en el sexenio anterior.
Resulta que Flores Cordero se ofreció a colaborar con las autoridades gringas en otros casos que bien podrían ser los que se siguen contra los exfuncionarios que hoy, curiosamente, nadie sabe donde están, aunque puedan mandar comunicados y solicitar amparos muy quitados de la pena. Además, esta misma semana se dio a conocer que el Departamento de Justicia de Estados Unidos solicitó el embargo de bienes y cuentas bancarias por un monto total de tres mil millones de pesillos de las personas allegadas al hombre más buscado de Coahuila, don Javier, alias "El Invisible". Los nombres vinculados a esos bienes y cuentas son Altagracia Rodríguez García, Paola Villarreal, Ixtel Botello y Javier Villarreal García. Lo interesante es que por primera vez las autoridades gringas sugieren que el dinero para esas cuentas y bienes provino, adivine usted de dónde: De las agujeradas arcas de Coahuila. La gran pregunta es ¿será esto suficiente para que, ahora sí, los muchachos del gober Rubén Moreira se pongan a hacer la chamba para, primero, reclamar el dinero que le pertenece a los coahuilenses (no se ría), y, segundo, para exponer de una vez por todas las travesuras de Villarreal y compañía que llevaron a Coahuila a deber hasta las sillas y los escritorios? Porque eso de que "nadie sabe nadie supo" lo único que genera es sonoras carcajadas.
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A propósito de la mentada comisión especial de la deuda que creará el Congreso local, los panistas coahuilenses ya le enseñaron los dientes al jefazo del PRI en Coahuila, David Aguillón, con la intención de embarrarlo en el escándalo. Resulta que cuando el gober Rubén Moreira la semana pasada declaró que el endeudamiento del estado no se justifica, reabriendo la caja de Pandora, el mandamás albiazul de Coahuila, Carlos Orta, salió a exigir que autoridades estatales y federales investiguen (no es broma) también a don David por haber sido secretario de Gobierno en el tiempo en el que las arcas se hinchaban con dinero de créditos contratados presuntamente de forma ilegal. Pero ni tardo ni perezoso, el jefazo tricolor apareció para volver a exponer los trapitos sucios de algunos panistas. Aguillón dijo que estaba de acuerdo con que se investigara (lo dijo en serio) el tema de la deuda, así como los casos de corrupción de funcionarios federales de la pasada administración. Y mencionó al senador durmiente, Luis Fernando Salazar, quien fue acusado por sus propios miembros de partido de manipular (qué raro) programas de Sedesol cuando era delegado para beneficio de su carrera política. Otro que salió a relucir en el contraataque tricolor es el exprimer compadre y diputado federal, Guillermo Anaya, a quien se le ha acusado de tener vínculos con Sergio Villarreal alias "El Grande", situación por la cual, dice don David, la PGR debe investigarlo. Lo cierto es que esta nueva guerra de lodo entre panistas y priistas promete dar para más y en sus exigencias, con lengua ensangrentada, ambos bandos tienen muy presente el dicho "hágase la voluntad de Dios, en los bueyes de mi compadre". Va a estar buena la telenovela.
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Quien dicen anda sudando la gota gorda es el secretario federal de Agricultura y Ganadería, Enrique Martínez y Martínez, y no precisamente por el duro Sol que pega en el campo mexicano. Ya nuestros subagentes disfrazados de forraje transgénico habían informado que don Enrique se le está moviendo el avispero porque a los productores en estos meses no les ha ido del todo bien y no ven beneficio de su gestión. En adición, una encuesta publicada recientemente en el marco del primer año de gobierno de Enrique Peña Nieto, el tocayo del preciso salió reprobado por líderes y ciudadanos entrevistados, con 4.9 y 5.7, respectivamente. A pesar de que la posible salida del secretario de Agricultura podría generar sonrisas en el Palacio Rosa, ya que pertenece a un grupo contrario a la actual familia en el poder en Coahuila, lo cierto es que para don Enrique no todo está perdido, y dicen los enterados que se le busca otro cargo en la capirucha del esmog para que no quede desamparado del cobijo que da la nómina y desde ahí seguir hablándole al preciso de las cosillas que ocurren por estos lares. En este sentido, el clan Martínez parece estar dispuesto a entrar con todo para recuperar sus fueros en el feudo coahuilense. El viernes pasado, el hijo del exgober, Enrique Martínez Morales, delegado de Economía en Nuevo León, estuvo en la Urbe de Adobe, acompañado de su padre, para inaugurar una clínica de atención clientelar, perdón, comunitaria, financiada por una fundación que se creó en honor a su abuelo. Con esto, Enrique Jr. marcaría su retorno a estas tierras luego de la dolorosa derrota que sufrió en 2012 cuando suspiraba por ser diputado federal. Las malas lenguas, que siempre tienen algo qué decir, murmuran que se trata de un abierto desafío a don Rubén y su séquito. ¿Comenzará el relevo?
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En las cloacas del sistema de aguas de Torreón también cunde el nerviosismo. Los trabajadores, que esperan con ansia la entrega de su aguinaldo para el próximo lunes 16 de diciembre, no logran apretar la llave inglesa, debido al temor que les genera la guadaña que ya ven caer. Nuestros subagentes vestidos de alcantarilla con brocal nos informan que por ahí circulan por lo menos cuatro listas grandototas en igual número de gerencias, con los nombres de quienes ya no regresarán en enero, luego de partir la rosca. Se rumora que la rasurada alcanzará, bajita la mano, al 40 por ciento de la nómina actual, gran parte de ella integrada por la numerosa "fuerza aérea" de hombres y mujeres que durante estos cuatro años han disfrutado de jugosos sueldos sin desquitarlo con un minuto de trabajo siquiera. Según esto, el rudo contralor Xavier Herrera Arroyo hará la depuración amparado en que desde octubre estuvo pasando departamento por departamento para entregar los formatos de las renuncias de cada trabajador, en lo que fue el inicio del proceso de dar las gracias a los empleados y funcionarios que llegan a las 12 del día a trabajar, como ocurre en las áreas de Recursos Humanos y Servicios Administrativos; alguno dirá que por lo menos van. Don Xavier parece sentirse muy confiado, puesto que ya suena muy fuerte para ser el mero mero en el Simas una vez que empiece a despachar el futuro jefazo de Torreón, Miguel Riquelme.
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Muy calladitos andan los alcaldes del área conurbada de La Laguna luego de que se diera a conocer que perciben sueldos superiores incluso al de varios gobernadores. Pero el 'campeón' del supersueldo, el alcalde de Lerdo, Luis de Villa Barrera, quien cobra entre 85 mil y 90 mil pesos, o sea, más que sus homólogos de Torreón y Gómez Palacio y más que siete gobernadores del país, ya hasta armó una estrategia de evasión de la prensa. Fiel a su costumbre cuando se trata de temas incómodos, don Luis prefirió no dar ninguna declaración y, cuentan nuestros subagentes disfrazados de macetas, que hasta se indignó. Parece que el silencio asesorado será la estrategia del jefazo de Lerdo cuando se trata de asuntos espinosos. Y para disfrazar el mutis, De Villa ha impuesto como política que cualquier pregunta se le haga llegar por escrito y, si antes no pasa por la supervisión del departamento de Comunicación Social, prefiere callar. Total, con el sueldazo que cobra, que digan misa sus críticos. Pero eso sí, los priistas ya lanzaron con bombo y platillo en el estado de Durango el enésimo "plan de austeridad", nomás para taparle el ojo al macho.
