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Verdades y Rumores

EL AGENTE 007

Bonito regalo de graduación le dio la prestigiada revista de negocios Forbes al exgober de Coahuila, Humberto Moreira, quien hace algunas semanas apareció por ahí presumiendo, muy sonriente, su título de posgrado que obtuvo en la Universidad Autónoma de Barcelona gracias a la beca de todos los coahuilenses, perdón, del sindicato magisterial. El detallazo del catorcenario internacional fue poner a don Humberto en el top ten de los personajes políticos más corruptos de México en 2013, una lista que antes no publicaba. El argumento de Forbes para mencionar al también exmandamás del PRI nacional es que recibió el gobierno del estado con una deuda de 200 millones de pesotes y en cuestión de años la transformó mágicamente en 36 mil millones de pesillos sin explicar en dónde quedó la lana.

Don Humberto aparece en la selecta lista al lado de figuras de la talla de Elba Esther Gordillo, exjefa del sindicato magisterial y amiga del profe; Carlos Romero Deschamps, jeque del sindicato petrolero; Raúl Salinas de Gortari, hermano del expreciso Carlos, y una pléyade de honorables exmandatarios estatales de la camada del orgulloso graduado, entre los que figuran Andrés Granier, de Tabasco, actualmente detenido y Tomás Yarrington, prófugo de la justicia estadounidense. ¡Buena compañía! Y quienes no desaprovecharon la oportunidad para golpear al exgober coahuilense y al PRI fueron los panistas. El jefazo albiazul del estado, Carlos Orta, arremetió duro contra don Humberto, de quien dijo es una “vergüenza internacional”. El detalle es que don Carlos “olvidó” (sí, cómo no) mencionar que en el “Dream Team 2013” de la corrupción mexicana aparece nada más y nada menos que el jefazo de seguridad pública del gobierno panista de Calderón, Genaro García Luna, productor aficionado de montajes televisivos, y la vocera del mismo don Felipe, Alejandra Sota. O sea que, como quien dice, los azules siguen sin ver la viga en el ojo propio.

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Cuentan nuestros subagentes disfrazados de sillones hundidos de la Presidencia Municipal, que después del mitote de la toma del edificio del Centro Histórico, el paro de labores y el cierre de calles de los trabajadores sindicalizados como protesta por no recibir el aguinaldo ni el chivo a tiempo, el jefazo Eduardo Olmos le dio tremenda regañada al fiscalizador del ayuntamiento (es un decir), Lauro Villarreal, quien tenía instrucciones de que todo se depositara en tiempo y forma. Don Lauro se disculpó y prometió muy sinceramente (haciendo changuitos) que eso no pasaría el próximo 20 de diciembre, fecha en que se debe pagar bono de Santaclós a los trabajadores de confianza. Sin embargo, por los pasillos de la tétrica Tesorería se rumora que Pablo Chávez, alias “El Catrín”, por instrucciones de su amigo el contralor, dio la orden de que sólo depositaran el 50 por ciento de los aguinaldos, ya que los dos alegres compadres aseguran que ya se van y prefieren dejar el problema a la próxima administración, al más puro estilo de “ahí te encargo los bueyes, compadre”. ¿Será?

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Quien seguro no pasará una amarga Navidad será el exprimer fontanero de la ciudad, Jesús Campos Villegas. Nuestros subagentes vestidos de medidor alterado, nos informan que, luego de que lo renunciaron “por motivos personales” en septiembre, ahora resulta que el exgerente del sistema de aguas de Torreón recibirá en esta temporada navideña un gran regalo de parte de la empresa en donde cobraba, perdón, trabajaba. Ese regalazo es su aguinaldo que, dicen los enterados, vendrá copeteado, con moño rojo y toda la cosa, ya que la suma de esa prestación y el ahorro recargado será, nada más y nada menos, que de 200 mil pesillos. Los maledicientes, que nunca faltan, se preguntan si ése es el premio de don Jesús por guardar tres añitos la auditoría que destapó hasta 2013 la cloaca que hay en el Simas desde la pasada administración.

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El que anda de “luna de miel ciudadana”, muy solícito atendiendo a cuanta organización civil se lo pide, es el próximo jefazo de Torreón, Miguel Riquelme. Y es que don Miguel ya se ha reunido con la gente de Moreleando, de Laguna por Ti y hasta con los más combativos de Participación Ciudadana 29, con quienes, se sabe, saltaron algunas chispas. En el discurso (ese subgénero de la literatura fantástica) estas arduas sesiones de acercamiento con la sociedad civil responden al genuino interés del futuro primer habitante de la nueva Presidencia Municipal, quien busca conocer de viva voz las demandas de quienes se hartaron de no ser escuchados en la agonizante administración de su amigo Eduardo Olmos. Pero los malpensados, que siempre salen de entre los mezquites, ya andan diciendo que todo esto forma parte de una estrategia bien armada de don Miguel para comenzar a desarticular a los posibles críticos y vigilantes de su gestión. Es decir, que lo que busca es sacarse las piedras del zapato antes de ponérselos. Y que para ello está dispuesto a ofrecer algunos huesos a los líderes de los movimientos con tal de que le bajen al tono de los reclamos o, por lo menos, generar discordia al estilo cesariano del “divide et impera”. Lo que inquieta a los mismos malpensados es el tono que está adquiriendo don Miguel. Por ejemplo, en la reunión con Laguna por Ti, dijo que “hay grupos que no proponen, nada más destruyen” (¡sopas!), con lo que estaría abriendo dos costales para echar en uno a las asociaciones “buenas” y en el otro a las “malas”. Y ya se sabe cuál puede ser la estrategia para las primeras. La pregunta es: ¿cuál sería la estrategia para las segundas?

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Algo extraño ocurrió la semana pasada, ya que, sabrán los dioses debido a qué clase de artes oscuras, los legisladores federales y estatales se pusieron a trabajar incluso hasta altas horas de la madrugada para aprobar la reforma energética y decirle lo más pronto posible al preciso Enrique Peña Nieto: “misión cumplida, señor, que pase una Feliz Navidad”. Resulta que como nunca, en tiempo récord, la llevada y traída reforma fue avalada por el Senado, la Cámara de Diputados y los 17 congresos estatales necesarios para que sea constitucional. Las carreritas estuvieron duras entre los congresos locales, ya que varios virreyes, perdón, gobernadores, querían congraciarse con don Enrique y presumir que fueron los primeros en hacer pasar la reforma. Tal fue el caso de Durango, en donde el jefazo Jorge Herrera les puso carrilla a sus empleados legislativos, perdón, diputados para que se colgaran la medalla de ser el primero congreso en darle trámite a la venta, disculpe, apertura del sector energético. Pero, nuestros subagentes disfrazados de micrófonos viciados del palacio legislativo nos informan que eso no fue posible, ya que al pastor Carlos Contreras, presidente de la Gran Comisión, se le durmió y citó a la sesión hasta la tarde del viernes, cuando ya cuatro congresos habían autorizado la reforma. Así que don Jorge se tuvo que quedar con el quinto lugar, cosa que no le gustó mucho. El detalle es que la mentada reforma pasó en Durango de manera exprés al igual que los demás estados, o sea, sin discusión. La gran pregunta que se hacen las malas lenguas es: ¿habrán leído los legisladores siquiera el considerando?

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