Centrada, cerrada, la apuesta del gobierno priísta en las reformas estructurales frente a la amenaza de recesión, la línea habla de limpiar la cancha ante la madre de todas las batallas legislativas de cara a la energética y hacendaria, lo que implica vía rápida a la financiera.
Aprobada por la Cámara de Diputados, la instrucción es acelerar hoy el dictamen de la minuta en Comisiones del Senado, concentrando en una, 14 leyes a modificar, para llevarlo al pleno mañana mismo. A quién le importa si en la prisa se soslaya el debate frente a los claroscuros de la iniciativa, en cuyo eje existe la amenaza de cárcel para deudores incumplidos, frente a la exigencia a los bancos de incrementar su cartera de préstamos.
El abismo es patético. Mientras en Brasil el mondo de créditos alcanza el 64 por ciento del Producto Interno Bruto, en Chile se llega al 71.2, en los países europeos al 100 y en China a un inaudito 122… mientras en México se alcanza solo el 26.2 por ciento.
La derrama, en el caso de los préstamos para las pequeñas y medianas empresas, llega apenas a 400 mil millones de pesos, es decir el 2.4 por ciento del propio PIB, por más que éstas participen en el 70 por ciento de la economía.
El problema, decíamos, es que para garantizar la cobranza se coloca a los deudores prácticamente de espaldas a la pared. Por ejemplo, se crea la figura de "liquidación judicial bancaria", que operaria para deudores insolventes, es decir si sus activos son insuficientes para cubrir sus obligaciones de crédito.
Dicho con todas las letras, no solo podrían adjudicarse los bancos de inmediato las garantías dejadas en prenda, sino podrían irse sobre los bienes del deudor hasta agotarlos.
Más allá, las empresas que ingresen a un concurso mercantil en opción de reestructurar sus deudas, tendrán solo un año calendario para lograrlo… o declararlas en quiebra.
Y si le seguimos, se enmarañan las alternativas para que los deudores puedan salir de las listas negras del Buró Nacional de Crédito, aun pagando sus deudas. El estigma, pues, privaría durante años.
Se diría que, como en los dos últimos años del sexenio salinista, se abren las puertas del crédito, pero sin la posibilidad de otro Fobaproa, por más que éste favoreció a los bancos más que a los deudores… para no hablar de los intermediarios que compraron los préstamos en dos o tres centavos de cada peso.
Sin embargo, en contraste con los deudores, el escenario para las instituciones financieras no endurece las medidas prudenciales. Así, no existe, por ejemplo, la prohibición expresa de los llamados préstamos relacionados, es decir aquellos que se dan a sí mismos los banqueros. Tampoco se cierra la alternativa de los préstamos quirografarios, es decir sin garantías especificas al calce.
La parte aplaudible de la reforma habla de sacar de su largo letargo a la banca de desarrollo, además de acotarse la posibilidad de que los bancos extranjeros establecidos en México se lleven el 100 por ciento de las ganancias, en paralelo a fijarse un límite para el pago de servicios bancarios.
En abundancia, en el paquete de 14 leyes a reformar se le otorgan nuevas facultades a la Comisión Nacional de Protección y Defensa de Usuarios de Servicios Financieros, y se eleva prácticamente a rango de ley el marco del esquema conocido como Basilea III, en cuyo punto nodal se obliga a los bancos a mantener un porcentaje de reservas preventivas de más del 10 por ciento en relación con su cartera de préstamos.
En la misma línea se obliga a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores a transparentar sus procesos sancionatorios, empezando por dar a conocer los nombres de los infractores.
Tuvo que llegar, para no ir lejos, la sucesión en la Asociación Mexicana de Bancos para que la opinión pública conociera, a trasmano, por ejemplo, que la autoridad le había aplicado una multa a la filial en México del banco inglés HSBC frente a acusaciones de lavado de dinero.
En abundancia, se plantea regular a las firmas calificadoras de deuda que operan en el país, cuyos yerros, falta de cálculo, falta de rigor o como quiera llamarle, han provocado graves quebrantos a los bancos o a los inversionistas al no empatar la calidad crediticia de un deudor o una emisora de papeles de deuda con la realidad.
En el claroscuro, sin embargo, se levanta una guillotina contra los deudores al facilitarse el que un banco le pueda pedir a un juez que arraigue a un cliente "cuando hubiera temor fundado de que se ausente u oculte", o el que promueva el secuestro provisional de los bienes de los deudores.
¿Urge activar el aparatito corta cabezas?
BALANCE GENERAL
Cerrado ayer el "acuerdo de espera" firmado por cinco bancos en favor de la desarrolladora de vivienda Geo, concediéndole un plazo de gracia para liquidar los abonos de sus deudas sin recurrir a instancias judiciales o apremios, las señales apuntan a que a partir de hoy se iniciará una catarata de demandas.
La posibilidad de una prórroga se ve difícil, toda vez que la firma de Luis Orvañanos no pueda traspasar las unidades habitacional que se quedaron a medio terminar ante la prohibición de las instancias que las financiaron, es decir el Infonavit, el Fovissste o la Sociedad Hipotecaria Federal.
Por lo pronto, el banco Monex, quien no se había comprometido al paréntesis, se adelantó colocando una querella judicial en demanda del pago de 400 millones de pesos.
La intermediaria representa a tenedores de Certificados Bursátiles de una emisión conocida como Geo II.
La deuda total de la firma que desde hace un año había llevada a sus acciones a rango de las más bursátiles de la Bolsa Mexicana de Valores, alcanza 13 mil 808 millones de pesos.
VOLARIS A BOLSA
Finalmente llegará a mediados del mes que corre al piso de remates de la Bolsa Mexicana de Valores la anunciada oferta accionaria de la línea aérea Volaris que encabeza Pedro Aspe.
La recaudación esperada es de 375 millones de dólares.
La emisión, con carácter de internacional, consta de 28.8 millones de ADS cuyo costo al público oscilaría entre 12 y 14 dólares, además de Certificados de Participación Ordinaria, equivalentes a la décima parte de un ADS.
Los agentes colocadores son Deutsche Bank, Morgan Stanley y UBS, con participación también de Barclays, Eurocore Partners y Santander.
En el 2008, al fragor de la caída brutal del pasaje aéreo ante el escándalo por la epidemia de influenza aviar, Volaris arañaba la quiebra.
CAÑONAZO
En lo que representa un cañonazo, CIBanco acaba de adquirir el 100 por ciento del capital de la filial en México de The Bank of New York Mellon.
La posibilidad para la intermediaria que encabeza Jorge Rangel de Alba habla de ampliar la base de su clientela y consolidar el nicho de mercado donde la institución adquirida es líder.
Calificado como el primer banco verde de México, CIBanco tiene apenas tres años de operar.
Su presidente lo fue también de Banco Ixe.