Viajes para enamorados

Se acerca el Día del Amor y la Amistad, por lo que seguramente se entra en el dilema de qué regalarle a la persona amada.

Los chocolates o las flores nos parecen simples detalles por lo que la mejor opción podría ser un viaje para dos a la Costa Esmeralda o, si el presupuesto alcanza, un crucero exótico de lujo al Pacífico sur.

Pasión animal en la sabana de Botswana

Una avioneta está a punto de aterrizar en el corazón de la reserva Moremi. La sabana de Botswana se abre ante el viento que dejan las turbinas. Desde las alturas, el par de enamorados visualiza manadas de elefantes, hienas y cebras.

El mayordomo de Baines, un campamento de lujo dentro de la reserva, los acompaña hasta su villa, elevada sobre el río Boro. El santuario cuenta con cinco suites construidas con maderas orgánicas y latas de aluminio para aislar el ruido.

Las camas con dosel tienen ruedas para trasladarlas a cualquier área de la habitación; la terraza privada es la mejor ubicación. De día se observan leones buscando a su presa; por la tarde habrá que esperar a que los hipopótamos y cocodrilos asomen las narices o las fauces, respectivamente. Por la noche, tomen un baño de tina al aire libre, alumbrada con velas.

Todas las mañanas llega café y té al cuarto. El desayuno se sirve en una mesa en medio de la reserva, por donde una familia de elefantes, acostumbrados al contacto humano, se pasea. Incluso se animan a acerca a los huéspedes, quienes sujetan la trompa de un paquidermo e inician una caminata, siempre acompañados de un guía.

Después de andar a la caza fotográfica de la vida animal a bordo de un 4x4, irán a la parte más alta de Moremi para un picnic, con vino sudafricano y una canasta con quesos y fruta para darle sabor al encuentro y recibir la puesta de sol, sentados en cojines mullidos.

Se organizan excursiones en canoas por el río Okavango, que ve su fin en la altiplanicie del desierto de Kalahari. Se atraviesan canales de papiros y aves descansando. Los binoculares serán de gran ayuda para ver a los animales que se acercan a la orilla a beber agua o emergen de ella.

Es posible añadir recorridos por Sudáfrica. Ahí se encuentra el Parque Nacional Kruger, las cataratas Victoria y los viñedos.

Amparo Servicios Turísticos es una de las pocas agencias especializadas en África dentro de México. Costo: desde 2 mil 500 dólares por persona. No incluye vuelos. www.amparo.com.mx".

Cupido te flecha en altamar

La travesía incluye vistas desde la terraza privada de tu cabina a un mar celestial de azules y verdes -mucho más variados que la paleta de pantone-, de lo límpido a lo profundo dejando ver en el fondo mantarrayas gigantes y un universo que habita en arrecifes de coral, en medio de islas volcánicas y atolones que parecen flotar en el aire, pero que en realidad brotaron del Pacífico sur.

Este sueño dura 19 días entre los archipiélagos de la Polinesia Francesa y Hawai, a bordo del Silver Spirit, uno de los lujosos barcos creados para los expertos en el arte de viajar.

La mesa para dos está más que puesta en el restaurante Le Champagne. Para la cena el chef preparó un risotto con hoja de oro comestible.

Este crucero, por cierto, cuenta con el spa en altamar mejor calificado por los lectores de la revista de viajes Conde Nast Traveler.

Pero la naviera Silversea tiene más opciones y lugares disponibles para quienes, en un arrebato de pasión, decidan escapar en pareja ya mismo (con el pretexto de celebrar a San Valentín) y perderse en los confines de la tierra navegando hacia la romántica Bali, en el archipiélago indonesio, la isla de hoteles exclusivos que despiertan deseo, la de pagodas y templos hinduistas, como los del complejo Pura Besakih.

La siguiente travesía en crucero podría contemplar el anclaje en la bahía de Halong, en Vietnam. En esta bahía de aguas verdosas se levantan más de 2 mil promontorios, esquivados por los veleros de junco, los barcos típicos que pasean a los turistas. Este paisaje, aunado a las tradiciones, le ha valido la declaratoria como Patrimonio de la Humanidad.

Y así, a elección de cada quien, los viajes pueden incluir expediciones a Ushuaia y la Antártida, o a las islas Galápagos, en Ecuador; a Sidney y Hong Kong a bordo del Silver Whisper, o la navegación de las Islas Canarias a Sudáfrica.

En estos barcos todo está incluido y, en cuanto a comidas, todos los platillos son gourmet. Además de los paseos, Silversea programa actividades al gusto del pasajero y según el tipo de barco que se elija. Hay clases de cocina con el chef a cargo que comienzan en el mercado del puerto y terminan compartiendo lo preparado en un restaurante local; cursos de vinos con visitas a viñedos y conferencias dirigidas por oradores destacados, historiados, escritores, empresarios y expertos en viajes sobre temas relacionados con el destino por conocer. Especialistas dan asesorías sobre cómo aprovechar el tiempo en tierra y ofrecen un servicio de tours personalizados. "www.silversea.com".

Mikonos, la isla gay amigable no tiene límites

Hay momentos llenos de tranquilidad y, a su vez, de mucho desenfreno. La reina de todos los días es la fiesta, ya sea durante la noche o mientras tu cuerpo toma el color bronceado que le regala el sol del Mediterráneo.

Así es Mikonos, una de las islas griegas, considerada una de las mecas gay de Europa.

En este punto del globo terráqueo eres libre, no existen los prejuicios, es el sitio ideal para desenvolverse abierta y libremente para sucumbir ante los "forros" que desfilan con o sin traje de baño.

Antes de la trasnochada, relaja tus músculos en las playas menos concurridas de la isla que pertenece al archipiélago de las Cícladas. Una de ellas es Lia, donde suena la música y disfrutas de unos buenos tragos y de la vista hacia su mar esmeralda. Dirige el timón hacia el norte de la isla y encontrarás Foko y Ftelia, que no presumen una variada oferta hotelera ni restaurantera, pero sí una completa paz. Si necesitas demostrar que eres intrépido, en Kalafatis y Agia Anna puedes practicar windsurf y buceo, esta última actividad se combina con esquí acuático en Platis Yalos. Si te gustan las multitudes y eres una persona con mucha suerte, seguro encontrarás algún lugar en las playas más famosas y concurridas, como Ornos o Paradise.

Al entrar el atardecer comienza el calentamiento para el desfogue. Te recomendamos visitar la terraza del Ramrod Gay Bar Club donde verás el amanecer, o experimenta lo que será una de las mejores fiestas al interior del Ikaros Gay Bar Club, que presenta un espectáculo divertido con travestis.

Extiende tu recorrido hasta Castro, un barrio que se caracteriza por sus callejuelas laberínticas que te llevan hacia un castillo.

En la zona baja encontrarás casitas teñidas en blanco que, en su mayoría, funcionan como restaurantes y bares con terrazas.

Si te interesa conocer la historia de la región, en Lino, al sur de la isla, encontrarás las ruinas de Portes, o visita el Museo Arqueológico con exhibiciones de objetos de la era arcaica y del período helenístico. "www.mykonos.gr".

Ballenas, islas y mucha miel en la Riviera Nayarit

Mar de Jade es su nombre. Cuando la vista se asoma por el balcón se entiende por qué lo han llamado así. Un mar como el color de la gema se estrella contra las piedras negras que protegen al hotel en Chacala, una playa semivirgen de la Riviera Nayarit. La tina con azulejos pintados a mano está lista para refrescar. Los enamorados deciden si el baño es a la luz de las velas o con los rayos del sol. Aromaterapia y musicoterapia proporcionada por el staff forman parte de la escena.

Ya frescos, diríjanse a la terraza. Un buffet de comida fresca y orgánica los dejará más que satisfechos. Antes que cualquier cosa, prueben el ceviche de camarón con mango y. El vino se queda para una cena frente al mar en la noche.

Túmbense un par de horas al sol, en estos meses las ballenas jorobadas saltan a una distancia considerable de la playa, pero son lo suficientemente visibles como para no tener que utilizar binoculares. El hotel ofrece servicio de spa frente al mar y sesiones de yoga para pareja.

Los restaurantes rústicos que hay en la playa rentan hamacas bajo enramadas y también tablas de bodyboard para jugar con las olas.

A la mañana siguiente emprendan una excursión hacia las Islas Marietas, área natural localizada a hora y media de Chacala. Un taxi les cobrará alrededor de 200 pesos. Deben llegar a Punta de Mita y de ahí, en la playa el Anclote, parten las lanchas rumbo a las islas. La travesía mar adentro para llegar al archipiélago dura 20 minutos. En el camino encontrarán delfines y de nuevo ballenas jorobadas. Con suerte observarán otros grandes mamíferos, las orcas que, según los lancheros, son los enemigos de las primeras.

El guía de la embarcación ofrece el equipo necesario para esnorquelear en la zona, también se puede hacer kayak y buceo. Las caminatas están permitidas pero sólo en las playas pequeñas. Subir a las rocas está prohibido, además saldrían espinados por los erizos. La imperdible se llama Playa del Amor. Sólo se accede nadando, a través de un boquete en el acantilado, de 20 metros de largo, aproximadamente.

El paisaje está formado por riscos dentro de un gran hoyo que, visto desde arriba, parece el ombligo del archipiélago. El agua cristalina permite ver el ir y venir de los peces. Lamentablemente por tratarse de un área protegida, los visitantes sólo podrán permanecer media hora. Terminen el recorrido conociendo otras playitas: La Máscara y la Nopalera son solitarias para derramar la miel de su amor. "www.mardejade.com".

Un terroncito de azúcar en Veracruz

Cuanta sabiduría en la poesía de Agustín Lara al decir que Veracruz es un "rinconcito donde hacen su nido las olas del mar". Son sus playas de arena morena las que invitan a experimentar un idilio. Para ello, tú y tu pareja deben ir a Casitas, una población en el municipio de Nautla.

En este lugar se halla hecho materia el sabor dulce de las cañas que dan las tierras del estado. Su nombre es Azúcar, un pequeño hotel de diseño de sólo 20 bungaloes a la orilla de la Costa Esmeralda. Su esencia ofrece a los huéspedes un tributo, al ritmo pegajoso de Celia Cruz, al trabajo de la industria azucarera y a los habitantes de la región que, según los creadores de este concepto, son gente dulce, morena y con mucho sabor.

Su decoración rescata elementos como los sombreros jarochos colgados en las paredes. Alrededor de la alberca hay sillones sencillos, algunos hechos con el plástico empleado para las bolsas del mandado.

También se utilizaron troncos de madera, arrojados por las aguas turbulentas que caracterizan a esta parte del océano Pacífico, mismos que hacen contraste con el blanco que predomina en las habitaciones.

Los baños siguen una tendencia rústica, acompañados de suaves verdes para resaltar los colores de la naturaleza. También hay regaderas privadas en los jardines.

De los 20 bungaloes, sólo cuatro te ofrecen una vista hacia la playa. En las terrazas se organizan cenas a la luz de las velas o las estrellas. Durante el día se antoja una siesta en las hamacas, mientras el ir y venir de las olas arrullan el descanso.

La cocina es veracruzana con influencia francesa. Nuestras sugerencias: acamayas de agua dulce al mojo de ajo o a la diabla. La especialidad en coctelería: el mojito.

En el spa o clínica de bienestar emplean técnicas e ingredientes de la región, en eso está basado el tratamiento de aromaterapia de vainilla que traen desde Papantla.

Olvídate del celular porque aquí no llega la señal, así que tú y tu acompañante tendrán tiempo para tumbarse a gusto en la biblioteca, rodeada de una atmósfera fresca, llena de luz y mucha tranquilidad.

Si desean escapar un momento del aislamiento, a 35 minutos se encuentra la zona arqueológica del Tajín y a sólo 10 minutos la localidad de San Rafael, donde se elaboran artesanalmente quesos y productos lácteos.

Tarifas: desde 2 mil 300 pesos la noche, con impuestos. "www.hotelazucar.com". Teléfono: 5282 2199.