Que tal amigo lector.-
Iniciamos ya el mes de marzo, el mes de la primavera y justo es que recordaremos que el próximo viernes 8 de marzo del presente celebramos el Día Internacional de la Mujer.
Hasta no hace muchos años a la mujer se le limitaba en las actividades dentro de la sociedad, era sometida y no gozaba de los mismos derechos que los hombres, desafortunadamente aún existen países que continúan con esta discriminación en contra de la mujer.
Aun sin reconocerlo desde tiempos ancestrales el papel de la mujer siempre ha sido importante, especialmente hoy que se les ve brillar con luz propia en un sin número de facetas, sin descuidar la misión fundamental que tiene dentro del hogar como madre y esposa.
Actualmente, la mujer se ha distinguido por su liderazgo y por realizar estudios y tareas que antes eran sólo propias de los varones. Hoy es más común ver mujeres productoras del campo y profesionales como veterinarias y agrónomas y vaya para todas ellas mi más sincero reconocimiento a todas esas valiosas mujeres que sin perder su exquisita feminidad hacen a un lado el glamour para incorporarse a la producción de alimentos y al desarrollo rural.
Según cifras oficiales más de la mitad de la población Mexicana que habita en el campo son mujeres, debido a la migración de los hombres hacia los Estados Unidos, quienes en busca de mejores oportunidades de vida han tenido que abandonar el país dejando su familia y tierras a cargo de ellas, muchos ya no regresan y la responsabilidad para la mujer es permanente; lo mismo ocurre cuando el hombre emigra dentro del mismo país hacia las grandes ciudades para conseguir la manutención de la familia y la responsabilidad recae en la mujer.
En el campo no es extraño ver a las mujeres manejando tractores, ordeñando, limpiando acequias, sembrando, cosechando, etc.
Nuevamente nuestro reconocimiento, admiración y respeto para todas aquellas trabajadoras del campo que son fieles guerreras y un digno ejemplo a seguir en donde las faenas de la vida campirana no se limitan si no hay un hombre, basta con querer trabajar en eso que se ama…. La bendita tierra.
A continuación deseo compartir con ustedes una hermosa poesía que a mi juicio considero encierra lo que en sí somos las mujeres.
Soy una mujer como cualquier otra;
Llena de ilusiones,
En busca de la felicidad en plenitud,
En busca de sí misma como entera dirigente de su existencia.
Soy caudaloso rio abundante en dudas e inquietudes;
Expuesta a la calidez del Sol y del frío de la noche,
Palpable a quien se acerque buscando mojar
Sus manos con la humedad de mi cauce.
Me inmiscuyo libremente en la estrechez y amplitud
De la tierra, y eludo detenerme ante rocas imprudentes.
Soy una mujer como cualquier otra;
Un ser humano que se eleva en espíritu
Y se transporta de nación en nación,
Para quien no existen ni espacios ni tiempo.
Amo la belleza de las flores:
Temo a la incertidumbre y al silencio,
Lucho por vencer mis limitaciones,
Acaricio la idea de permanecer absorta
Ante el milagro de vivir
Y me extasía encontrarme aquí y ahora
Dándoles lo que soy: tan sólo una mujer,
Como cualquier otra.
Patricia M. Tornell
Felicidades a todas las mujeres, esa preciosa mezcla de amor, intelecto, espiritualidad, fortaleza, ternura y belleza.
José Vasconcelos
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