Fuertes combates se libraron en El Cairo durante el "Viernes de la Ira", donde decenas de miles de partidarios del depuesto presidente de Egipto, Mohamed Morsi "chocaron" con civiles armados en los combates callejeros más intensos en la capital desde la revuelta de la Primavera Árabe. Al menos 64 personas, entre éstos varios agentes, perdieron la vida en todo el país.
Sin embargo, las cifras de víctimas son dispares: el Ministerio de Sanidad ha confirmado sólo 17 muertos y 82 heridos en todas las provincias, mientras que los Hermanos Musulmanes, grupo al que perteneció Mursi hasta que accedió a la Presidencia, señalaron que en la capital murieron más de cien personas.
Armados con pistolas y fusiles automáticos, residentes se enfrentaron con manifestantes que participaban en la "jornada de la ira" que convocó la Hermandad Musulmana debido a la furia que desataron las fuerzas de seguridad al disolver el miércoles dos plantones en acciones que devinieron en enfrentamientos con más de 600 muertos.
Mientras helicópteros militares sobrevolaban, residentes furiosos con los manifestantes de la Hermandad los atacaron con piedras y botellas, y ambas partes se enfrascaron en tiroteos, desatando batallas callejeras.
La jornada se ha saldado, además, con la detención de más de doscientos sospechosos de haber participado en los disturbios.
La Hermandad optó al final del día por concluir sus marchas y retirar a sus seguidores de las calles, pero advirtió que celebrará protestas diarias durante una semana.