Sin policías municipales, elementos del Ejército y la Policía Federal tomaron ayer la vigilancia de Matamoros, incluyendo la clausura de bares, un día después de que los agentes en activo fueran concentrados para someterse a pruebas de confianza.
En la ciudad no se reportaron delitos y las actividades se desarrollaron de manera normal.
"Ya no sabe uno si está más seguro con ellos o sin ellos, muchos andan mal", comentó un comerciante.
La sede de la Dirección de Seguridad Pública permaneció cerrada, bajo guardia de la Policía Federal.
Mientras tanto, militares junto a policías federales y estatales iniciaron un operativo de revisión y clausura de bares.
Los policías municipales en activo fueron retirados de sus funciones luego de meses de denuncias contra la corporación por actividades criminales y mientras varios ciudadanos elogiaron la medida, algunos afirmaron que llegó tarde.