Apoyo. Cientos de soldados surcoreanos permanecen en Bor a unos 170km al sur de Juba, participando en las labores de la ONU.
La ONU dice que más de 120,000 personas han sido desplazadas por la violencia en Sudán del Sur y que aproximadamente la mitad se ha refugiado en instalaciones de la organización internacional.
La cantidad de desplazados internos ha aumentado desde que los combates comenzaron en Yuba, la capital, el 15 de diciembre, antes de extenderse a todo el país.
Las agencias de asistencia necesitan por lo menos 166 millones de dólares para salvar vidas, según la ONU, que ha exhortado a los líderes del país a comenzar conversaciones.
Líderes regionales de un bloque llamado IGAD se reunirán el viernes en Nairobi, capital de Kenia, para discutir la crisis. Se espera de la reunión surja una hoja de ruta para conversaciones de paz entre el presidente sursudanés Salva Kiir y el rival político a quien acusa de orquestar una intentona golpista.
La ONU anunció que ya han empezado a llegar los primeros refuerzos para respaldar a las tropas de su Misión en Sudán del Sur (UNMISS), que fueron autorizados la semana pasada por el Consejo de Seguridad.
Se trata de un grupo de 72 "cascos azules" de la misión de la ONU en República Democrática del Congo (MONUSCO) que llegaron ayer viernes a Yuba, la capital del país africano, como parte de las 5,500 tropas adicionales recomendas por el secretario general, Ban Ki-moon.
Los "cascos azules", de nacionalidad bangladeshí, forman parte del contingente de la Policía de Naciones Unidas (UNPOL) desplegado en la República Democrática del Congo, según detalló la oficina del portavoz de la ONU en un comunicado.
Los policías están especializados en el manejo de multitudes y de manera "inmediata" ayudarán a proteger a los 63.000 civiles sursudaneses que se han refugiado en distintas bases de la UNMISS repartidas por el país desde que estalló la crisis.
De los 63,000 civiles refugiados que contabiliza ahora Naciones Unidas, unos 25,000 se encuentran en dos bases de la UNMISS en Yuba, además de 15,000 en Bor, unos 12,000 en Bentiu y otros 8,000 en Malakal.
La enviada especial de la ONU para Sudán del Sur, Hilde Johnson, había advertido el jueves de que era "crítico" que empezaran a llegar los primeros refuerzos a las bases de la UNMISS "en las próximas 48 horas".