Todo listo. Peregrinos cargan la cruz durante un recorrido por la playa de Copacabana, donde se celebrará la XXVIII JMJ.
Jorge Mario Bergoglio vuelve hoy a América Latina, pero como papa Francisco, para presidir en Río de Janeiro la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que ya "bautizó" ayer como "semana de la juventud", a la que se espera que asistan más de dos millones de jóvenes de todo el mundo.
Ayer en la vigilia del viaje y ante varias decenas de miles de personas reunidas en la plaza de San Pedro para el rezo del ángelus, el Obispo de Roma pidió a los fieles que le "acompañen espiritualmente con las plegarias" durante el mismo.
Francisco afirmó que en Río habrá tantos jóvenes de todo el mundo que la JMJ en realidad es la "Semana Mundial de la Juventud", en la que los protagonistas serán los muchachos, a los que animó a que pregunten a Jesús "qué tienen que hacer con sus vidas, qué quiere de ellos, cuál es el camino que deben tomar".
El pontífice pidió también la intercesión de María, "tan amada y venerada en ese país" (Nuestra Señora de Aparecida es la patrona de Brasil y la visitará en su santuario el día 24) y puso en sus manos "esta nueva etapa de la gran peregrinación de jóvenes" por el planeta.
En los últimos días el papa Bergoglio no ha cesado de referirse a la JMJ de Río de Janeiro y ayer se trasladó desde el Vaticano a la basílica de Santa María la Mayor de Roma para pedir ante la imagen de la Virgen "Salus popoli romani" su protección, ante la que rezó más de media hora, hizo una ofrenda de flores y encendió un cirio con el emblema de la JMJ.
HACEN DE TODO
Mientras tanto en Río, unos organizaron bingos, otros lavaron carros. Muchos recibieron ayuda de sus familias o incluso donaciones de empresas de sus comunidades. Se espera que un millón de jóvenes se las ingeniaron para financiar el viaje a Brasil para participar en la Jornada Mundial de la Juventud.
Muchachos de todos los puntos cardinales se congregaron en Río de Janeiro después de largas travesías de autobús, barco o avión para ver de cerca al papa Francisco en la jornada que se realizará del 22 al 28 de julio.
"Hicimos un esfuerzo gigantesco para estar aquí", comentó el brasileño Rodrigo Almeida, de 23 años, quien viajó de lancha desde su ciudad natal de Manacapuru, en el estado norteño de Amazonas, hasta la ciudad de Manaus, a 100 kilómetros de distancia. Allí comenzó una travesía de dos días en autobús hasta Río.
Envuelto en una bandera de Amazonas, Almeida contó que junto a otros jóvenes de su ciudad organizó ventas de comidas y fiestas para recaudar los 3,000 reales (1,400 dólares) que le permitieron participar en la fiesta de la juventud católica.
Álvaro Alfaro, un chileno de 25 años, estudiante de teología, buscó donaciones en su comunidad, Casablanca, aledaña al puerto de Valparaíso y conocida por la producción de vino blanco. La ecuatoriana Tania Villarreal, de 18 años, pasó un año ahorrando todo lo que podía del dinero que recibe de sus padres para ir al colegio en Quito para estar en la jornada junto a sus compañeros del grupo Juventud Misionera Unida.
Primeros días
⇒ 22 de julio, arribo a las cuatro de la tarde y visita a la presidenta de Brasil Dilma Rousseff.
⇒ 24 de julio, Francisco vistia a la patrona de Brasil, Nuestra Señora de Aparecida, oficiará misa. Recubrimiento de los jóvenes.
⇒ Sin actividades.
⇒ 25 de julio. Oficiará misa y realizará recorrido en una favela.
⇒ 25 de julio. confesiones y convivencia con jóvenes.
DÍAS
Estará el Papa Francisco en Río de Janeiro Brasil.