Eric Abidal muestra una camiseta de agradecimiento a su primo. (EFE)
En lo que significó el regreso del francés Eric Abidal a las canchas, su equipo el FC Barcelona se dio un festín y goleó 5-0 al Mallorca, en partido en el que se enfrentaron los hermanos mexicanos Jonathan y Giovani Dos Santos.
Cesc Fabregas firmó un "hat trick" en el Camp Nou (20, 37 y 46), seguido del doblete del chileno Alexis Sánchez (22 y 38), resultado con el que el Barça ya tiene 78 unidades, para mantenerse como líder de la Liga de España, luego de 30 jornadas.
Mallorca por su parte, que alineó durante los 90 minutos al delantero "Gio" Dos Santos, quien una vez más fue uno de los hombres más activos, ya es último de la general al quedarse con 24 puntos.
Con la baja del crack argentino Lionel Messi por lesión, Christian Tello, Fabregas y Alexis, se hicieron cargo de la delantera "blaugrana", ninguno falló y desde temprano los anfitriones ya presionaban a su rival.
Con el mediocampo controlado, Cesc no tardó en romper el cero al 20 y dos minutos después fue el chileno el que transformó el 2-0. No conformes, los catalanes continuaron al frente, Fabregas y Alexis formaron una gran dupla y en un minuto volvieron a hacerse presentes en el marcador.
Al minuto 37, el ex capitán del Arsenal acabó en gol, una pared con Sánchez, a quien le devolvió el "regalo" al 38, el goleador sudamericano no falló y convirtió el cuarto de la tarde para algarabía de la afición.
Para el complemento, el conjunto "bermellón" apenas se reacomodaba en el campo y Fábregas, habilitado en esta ocasión por Andrés Iniesta, firmó su triplete y el quinto de la tarde.
Fue entonces que Tito Vilanova realizó algunos cambios y le dio oportunidad de jugar a Jonathan Dos Santos, quien no se veía en la cancha desde noviembre pasado, cuando disputó 68 minutos en partido de Copa del Rey.
Los "azulgranas" seguían dominando a placer y fue entonces que se vivió un momento emotivo, Abidal, a quien se le operó de un tumor en el hígado y se alejó durante poco más de un año de las canchas, regresó al terreno de juego, algo que se tuvo en duda durante su padecimiento.
La casa "culé" lo celebró con creces, estaba de fiesta y pese a que su equipo ya no marcó, fiel a su estilo se mantuvo con la posesión del balón.