Viven tradición de las posadas

En la Parroquia de San Agustín en la colonia Ampliación La Rosita de Torreón, la trdición de las posadas se mantiene viva. Del 16 al 23 de diciembre son días de rezos, piñatas y convivencia.

Quienes reciben a los peregrinos tienen que sujetarse a la lista de espera, por la gran popularidad que tiene la celebración.

 A PEDIR POSADA

Poco después de las 7 de la noche comienzan a llegar las familias a la Iglesia de San Agustín. Los niños corren por el patio del templo y los jóvenes entran para recoger a los peregrinos.

El padre José de Jesús García inicia con una oración y les pide a las familias recordar que la Navidad va más allá de lo material. Todos toman su sitio dentro del contingente y así comienzan los cantos.

Al frente va Roberto Barrientos, un jovencito de apenas once años que algunas veces es designado por el párroco para llevar la lámpara que ilumina a los peregrinos. Juntos a él van sus amigos que sujetan los bastones con cascabeles.

Y es que la comunidad está tan bien organizada que hay otro grupo de niños que lleva conos fluorescentes con el fin de alertar a los automovilistas del paso de los peregrinos. Todos se cuidan entre sí.

Otro par de niños tienen la encomienda de llevar una lamparita para que el padre pueda leer los cantos y también está el designado a sostener el micrófono. Un padre de familia con ayuda de un carrito lleva la bocina para que todos escuchen con claridad las indicaciones y los cantos.

A mitad del camino los cantos comienzan a bajar de intensidad, el padre las regaña y les pide que canten con fuerza. Las señoras se ríen y el padre les cambia la letra de la canción para que pongan atención.

Pese al sonido de los cascabeles y los cantos de los peregrinos son pocos los vecinos que salen a ver el grupo, apenas un par de casas saludan y se asoman de entre los barandales.

Finalmente, llegan a su destino. Una piñata, bolos y cena les esperan a quienes caminaron y cantaron con devoción. En la casa que los recibe se escucha: "Entren santos peregrinos…".

 MÁS DE 20 AÑOS

José de Jesús García Contreras, párroco desde hace 14 años, manifestó que la comunidad tiene más de 20 años que realiza actividades decembrinas para mantener vivas las tradiciones.

"Se ha continuando con la tradición, a veces más o a veces menos tenemos la afluencia de niños. La colonia ya no tiene niños, ya es de gente adulta, ni siquiera jóvenes. Pero no dejan de venir de la colonia La Fuente, de aquí del ranchito y de otros lugares".

Sin embargo, debido a los constantes robos a la iglesia y en general a la colonia, la participación de los vecinos bajó. Sólo en el mes de diciembre han tenido 5 atracos en la colonia. En la parroquia se han llevado escaleras, micrófono, un cáliz, un cañón y hasta rompieron un vitral con valor de más de 8 mil pesos, al intentar meterse a robar.

"Tenemos mucha gente apática aquí en la colonia, hay quien no pone ni un foquito, ni un moño. Por la inseguridad que ha habido en esta colonia, muchos robos, asaltos, mucha violencia".

Meses antes de la temporada navideña el padre José de Jesús y las mujeres del comité, quienes trabajan activamente con el sacerdote, hacen una selección de las familias que tendrán la distinción de recibir a los peregrinos.

Con el fin de que los niños participen activamente en la tradición de las posadas se les han delegado responsabilidades, según explica el sacerdote les piden que ayuden con el micrófono o con la vialidad.

El 23 de diciembre es la gran posada en la Iglesia de San Agustín, el padre asegura que llegan más de 300 personas, ese día seguro habrá bolos y tamales. Además, el 6 de enero regalan más de 30 roscas.

"Dios provee y aquí damos. Es el momento en que la parroquia tiene que dar y no sólo estar recibiendo".

BENDICIONES EN CASA

A Olga Lidia Hernández le tocó recibir a los peregrinos en su casa. En compañía de sus vecinos, cantó y hasta quebró la piñata. Hace cuatro años se mudó al Fraccionamiento Roma y ha participado activamente en las actividades de la iglesia.

"Estoy contenta porque son bendiciones para nuestra casa, para nuestra familia y para todos los vecinos. Son tradiciones que no se deben dejar en el olvido, son tradiciones que se van quedando en el corazón de las criaturas".

Ella y sus vecinos de la calle Vía Azuni se cooperaron para comprar todo lo necesario para recibir a los peregrinos.

 POSADAS Y ALCOHOL

El sacerdote Ignacio Mendoza Wong, director de comunicación social de la Diócesis de Torreón, explicó que las posadas son una forma tradicional de cómo la iglesia celebra el novenario de preparación que antecede a la fiesta de la Navidad.

"Es un método pedagógico que trajeron los primeros misioneros al llegar a América para precisamente transmitir a partir de cantos y juegos el sentido de las fiestas de la Navidad para poder vivirlas.

Enlistó Wong Mendoza los elementos que componen una posada: Los peregrinos, el rezo del rosario, velas, colaciones o dulces, cantos y al final la piñata y bolos. Expuso que hoy las posadas se han distorsionado, al perder el sentido religioso.

"En este tiempo de consumismo se ha perdido este sentido de la fiesta religiosa. Hoy las posadas son momentos para bailar, tomar y hasta emborracharse cuando podría ser un momento de fraternidad y respeto".