Su celebración. Ellos no saben de juguetes, para los niños indígenas del albergue tener que comer es ya motivo de festejo.
En su mesa no hubo una fastuosa cena, se durmieron temprano porque al día siguiente hay que trabajar. Rogelio Cruz, originario de la Sierra Tarahumara, pasó la Nochebuena junto a sus hijos, padres y hermanos en el Albergue Indígena de la colonia Nueva Laguna Norte.
Rogelio se dedica a vender hierbas en los cruceros de Torreón y fue ahí cuando se le acercó una persona para regalarle un pollo rostizado, por Navidad, él se lo llevó a sus hijos y sobrinos. En la mañana del 25 de diciembre los niños corrían por el albergue y aunque no hubo juguetes, ellos no dejaron de sonreír y pellizcar lo que quedó del pollo
Navidad Tarahumara
Los ojos de Rogelio se hacen enromes cuando intenta traducir el español, se queda callado unos segundos y luego responde con frases cortas. Pero cuando habla de las navidades en la sierra su rostro cambia por completo, sonríe y parece escuchar los violines. Las fiestas están llenas de baile, caldo de res y familia. Hay música y las ollas humean en las casas.
"Por aquí no hace, allá en la sierra sí. Bailando y toda la noche se baila allá con violín, en la casa, porque allá no hay en la calle. Comemos carne, se mata una vaca para la fiesta. Es carne cocida como caldo, dan todo". En el Albergue Indígena no pueden festejar así.
Ubicado
El Albergue Indígena se ubica en calle Lázaro Cárdenas, antes de llegar a la avenida Adolfo López Mateos, en la colonia Nueva Laguna Norte de Torreón.