Mientras el colombiano Andrés Rentería sigue sin jugar por no contar con una visa de trabajo en México, los Guerreros lograron su primer triunfo del torneo.
Lo hicieron ante una gran entrada, en un horario al que no estamos acostumbrados en la Comarca y del que mucho se habló antes del partido. La afición respondió al llamado de su equipo y al parecer ni siquiera fueron necesarios los camiones de ruta que se dispusieron para facilitar el traslado desde diversos centros comerciales al Estadio Corona.
La primera noche de futbol en el año tuvo varios aspectos a destacar: fue raro ver a Benjamín Galindo en la banca visitante, se despidió a un directivo que tenía prácticamente en el club desde sus inicios, Oribe Peralta anotó un doblete, Oswaldo Sánchez paró un penal y llegó a 24 atajadas de ese tipo en su carrera, la gente, las trompetas, los bombos y hasta un "espontáneo" que se animó a saltar al campo y recorrerlo a paso veloz... algo que no habíamos visto desde que se quitaron las mallas en el antiguo estadio.
El futbol está de vuelta y sin duda es motivo de fiesta en una región en la que la vida de noche desaparece poco a poco. Al final del encuentro, la famosa voz de Rosell dio la cifra de 23,586 aficionados con boleto pagado, nada despreciable para un horario tan polémico.
Por supuesto que aquí el rival cuenta (y no debería ser así). Las rayas rojiblancas se mezclaron con las horizontales albiverdes en las tribunas. Chivas llama la atención, no importa que venga mermado en su ataque o que lleve muchos años sin lograr algo importante; hay gente que va al estadio de casa según el rival en turno.
También hay quienes ni ven el juego por estar platicando, comiendo, bebiendo, en el baño, en el bar, tomándose fotos, aprovechando la noche vigilada en una ciudad de incertidumbre. Cada quien.
Lo bueno fue el triunfo, los goles de Oribe y la actuación de Oswaldo (aparte del penal, tuvo un par de lances muy efectivos) y hasta una jugada de fantasía de Marco Fabián por la banda. Lo malo es que los números en el uniforme de los Guerreros no se distinguen a lo lejos. Y lo mejor es que lo mejor está por llegar, así como la visa de trabajo de Rentería y la alta médica de Mauro Cejas, quien seguramente jugará vestido de guerrero.
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