Después de la tormenta, llega la calma, al menos eso dicen. Pero en Santos han llegado otras cosas... o es que la tormenta aún no pasa.
Siete minutos de pesadilla desembocaron en una ola de decepción. Tras la derrota en la final de la Concacaf, los aficionados santistas rápidamente hallaron al culpable (no más Lugos ni Renterías), Pedro Caixinha fue el elegido.
El técnico portugués que tuvo al Santos a sólo media hora de levantar el primer título internacional en la historia del club y que metió a Rayados (némesis de los laguneros) en serios apuros en su casa, el entrenador que mantuvo a su equipo casi todo el torneo de la Liga en el cuarto lugar, pronto fue blanco de críticas e insultos.
Para mí, Caixinha hizo los cambios que creyó le ayudarían a mantener el resultado. No eran cambios defensivos y aún si lo hubieran sido, me parece que hubiera tomado una buena decisión y es el menos culpable de lo que pasó el miércoles en el Tec. ¿Y los jugadores? ¿Dónde queda su corazón?
Que Juan Pablo Rodríguez pida otro defensa para jugar con cinco, que lo haga desesperadamente, que la defensa santista se caiga en pedazos, que les reviertan un marcador infinitamente superior por más de una razón, que Oswaldo y compañía hagan tiempo con marrullerías y no con la posesión del balón en juego, eso no es del técnico.
Si el "Chato" quería otro defensa, hubiera bajado él como líbero. Y el resto, concentrarse en lo que estaban haciendo. Monterrey llegaba a tres cuartos de cancha y pronto caía en imprecisiones, no se veía por dónde pudiera anotar, al menos no más de una vez.
Los jugadores santistas habían controlado la presión de jugar en territorio hostil, aunque al final los cantos y gritos de apoyo para el equipo local parecen haberle doblado las piernitas.
Pero lo peor, lo peor que vi esta semana en la jornada futbolera no fue el miércoles ni fue en Monterrey. Fue al club haciendo el ridículo pidiendo el apoyo de los aficionados después de su desgracia.
"Hoy te necesito a ti", ¡válgame! ¿a quién se le ocurrió semejante campaña de apoyo? Sí, los videos y frases de motivación ayudan, pero no se excedan. La afición no va a ganar títulos que se disputan en la cancha.
Los jugadores saltaron al campo con la mentada frase y en el canal de Youtube que dice ser oficial del club aparece un video con una voz poco seductora y música como de tema religioso de fondo. "He sido tu superhéroe, he sido tu alegría" y "Hoy necesito que tú me regreses la alegría" son frases que casi insultan mi inteligencia (la mucha o poca que pueda tener, ese no es el tema hoy).
Cuando Puebla quiso llenar sus tribunas para recibir apoyo en su lucha por el no descenso, puso los boletos gratis. Aquí, en la golpeada Laguna (por donde se le vea), ya no es suficiente pagar por entrar al estadio, ni comprar la playera del equipo, ni gastar, aquí ahora se cobran también las alegrías. Al final, creo que la razón de esta tontería no es más que la frustración que el mismo club expresa: "Me siento mutilado, perdí mucho más que un juego, que un campeonato". "Es muy dura la frustración".
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