Nos vendieron humo. Otra vez. Tanto se habló de la pelea esperada. La llamaron "The One". Tanto esperar, tanto hablar, para el final acabar con una ridícula decisión "mayoritaria". De por sí el box pierde credibilidad día con día y luego nos salen con el fiasco de la Mayweather-"Canelo".
Para empezar, fue una pelea desigual y ya se vio por qué. El "Canelo" está chavo, en toda la concepción de la palabra. Mientras que Mayweather conoce la fórmula para hacer dinero y nada más. ¿Emociones sobre el ring? Tal vez si subían edecanes para anunciar el round siguiente.
Con ese estilo dominado del gringo y la desesperación/frustración/limitante/poca/experiencia del mexicano vimos un espectáculo poco espectacular.
Lejos de nacionalismos baratos y malentendidos, me da gusto que haya ganado el mejor. Me gusta que gane el mejor.
Nos venden su mugrero de pelea como una lucha entre México y Estados Unidos y no es el caso. Era la pelea de un mexicano que se precipitó y un estadounidense que vio la oportunidad perfecta para embolsarse unos varios millones de dólares.
Y ahí estamos, los mexicanos ávidos de buenas historias, al pendiente de una que deja poco para la posteridad.
"Canelo" regaló su primera derrota como profesional. Así de fácil. Se habrá llevado un dinero, habrá adquirido experiencia, pero nadie le devolverá su marca de invicto. Y todo por no tener paciencia. Y su empresa, nomás por ganar billetes.
¿Que fue valiente el "Canelo"? Tal vez. Pero también fue tonto e inexperto.
¿México contra Estados Unidos? ¿Qué no fue suficiente con lo que pasó en el futbol?
Me van a disculpar, pero a mí Saúl Álvarez no me provoca ninguna emoción. Ni para bien ni para mal. Ni fu ni fa. Y sin embargo, Mayweather se ha ganado el respeto a través de los años. Y su "colmillo" lo tiene intacto.
Para peleas épicas entre guerreros de distintas nacionalidades está la de Pacquiao y Márquez. Ahí sí había historia. Contexto. Ahí sí se pegaron. Y tuvo un buen desenlace.
Lo único bueno de la pelea esperada es que fue gratis y "en vivo". De ahí en más, me parece perfectamente olvidable.
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