Bastaron tres cambiecitos en la alineación habitual del Santos para que el equipo se echara a perder. Figueroa por Baloy, Crosas por "Chato" y Orozco en vez de Oribe, al menos en lo nominal, fueron modificaciones que esta vez no le resultaron a Caixinha. Así, en un modo simple, podría explicarse la derrota. Pero la verdad, es difícil comprender cómo el segundo lugar de la liga se pudo ver tan mal ante un equipo tan malo como Chiapas, quienes de forma ridícula fueron incapaces de plasmar en el marcador el dominio que ejercieron sobre los Guerreros en el segundo tiempo.
Crosas, el "refuerzo histórico" formado en la cantera del Barcelona, apenas inició su segundo partido como titular en el torneo, mientras que a Oribe Peralta (el "insólito" refuerzo surgido del Cesifut de Lerdo) le dieron descanso. Tal vez la cima general haya interesado poco al equipo de la Comarca y optaron por dar estas malas exhibiciones antes de que inicie la liguilla, lo cierto es que de lo visto en las últimas jornadas, no hay un equipo que vea para campeón.
Pasando a mejores temas, México, la Sub-17, otra vez está en semifinales de un Mundial. Estos jóvenes que cuando inician sus torneos poco llaman la atención y conforme avanzan atraen las miradas, supieron sobreponerse a una goleada de 6-1 en su primer partido. Contra Italia, en los octavos, corrieron con algo de suerte (que se busca y aprovecha) y ante Brasil se fueron hasta los penales. A ambas potencias en selecciones mayores las hicieron llorar.
Los jóvenes mexicanos han mostrado el carácter que les falta a los que nos representaron en la eliminatoria mundialista. Su espíritu aún no ha sido corrompido por los intereses que se manejan en otras latitudes y mañana, ante Argentina, buscarán el pase a otra final.
Con dos campeonatos del mundo, es evidente que algo se está haciendo bien en esta categoría. Quizá la ausencia de reflectores tenga algo que ver. Ejemplo deberían tomar los "Giovanis", "Chícharos", "Guardados" y demás, pero sobre todo, nuestros directivos.
En estos torneos cortos en los que los buenos resultados "urgen", es difícil llevar a los jóvenes y los equipos suelen inclinarse por extranjeros de mediano pelo que muchas veces ocupan un lugar que no merecen.
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