Con autoridad, Santos Laguna despachó a los "Jaguares de Querétaro" de liguilla. Recordemos que el equipo que ayer enfrentó a los Guerreros es el que hace un torneo jugaba en Chiapas, y que el "original" Gallos Blancos descendió a la liga del Ascenso MX.
Luego, con la ayuda de un "billetillo", Querétaro se quedó con equipo de Primera (plantel, historial y estadísticas de Jaguares) y a Chiapas se fue el que era San Luis. Ambos (Chiapas y San Luis) sufrían el mismo mal: tribunas semivacías.
Pues bien, anoche los albiverdes no se despeinaron mucho. Con el marcador a su favor, dosificaron esfuerzos, sin dejar de buscar otro golecito, pero sin arriesgar demás; el tiempo corría en contra del rival y eso fue aprovechado; Caixinha y sus Guerreros han aprendido la lección.
El técnico santista se sigue envolviendo en discusiones a nivel de cancha con sus homólogos, pero en la estrategia de juego parece que ya le halló la justa medida.
Ahora se viene el peor rival, el único de los ocho "invitados" a la fase final que pudo con Santos... y a domicilio.
Seguramente Caixinha, quien tiene fama de estudioso y de pasar horas viendo videos, volverá a la cinta del pasado 30 de agosto, jornada 8, en que León hizo ver mal a los Guerreros en el Corona. Lo verá, analizará, comentará con sus auxiliares y probablemente, muy probablemente, logre encontrar el antídoto para frenar a "La Fiera".
También muy seguramente, el próximo domingo por la noche vivamos el primer lleno del Corona en la temporada. A mi ver, son los precios el principal impedimento para que eso haya sucedido antes.
Y es que para la clase media en México, ahorrar es casi imposible. Se vive al día con lo que se gana y para darse un "lujo" hay que hacer un gran esfuerzo.
Los equipos de la Liga MX le siguen apostando más a vender bien los derechos de transmisión que a llenar sus estadios. En Cruz Azul hasta se dieron el lujo de subir los precios para el partido de vuelta con todo y el marcador contundente que tenían en contra.
Los románticos como un servidor, extrañamos el ambiente de un Corona a reventar. En aquellos años (con un estadio más chico, claro está) se sufría para conseguir un boleto por la demanda; hoy se sufre por el precio.
Al respecto, lo único que volvió fue el uso de la "contraseña" del partido anterior para comprar el boleto del siguiente juego.
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