Se le escuchaba molesto. Seco. Monosilábico en sus respuestas. Gustavo Madero, dirigente nacional del PAN, recién había removido de su cargo como coordinador de los senadores de su partido a Ernesto Cordero y, un día después, estaban los dos, al aire, al mismo tiempo, en Primero Noticias, el programa a mi cargo en Televisa.
Madero por teléfono, Cordero en el estudio. Las primeras preguntas fueron para Cordero. Su reacción al despido. Madero escuchó todo el tiempo en la línea.
Cordero dijo que "Gustavo Madero parece del PRI", que ha convertido al PAN en un satélite del PRI.
Durante esas primeras preguntas me equivoqué y referencié a Gustavo Madero como dirigente nacional del PRI en lugar de del PAN. Corregí. Dije tres veces seguiditas "perdón". Fue un lapsus, pues.
Luego incorporé a Madero a la entrevista. Le pregunté si quería contestar a las acusaciones de Cordero. "No, absolutamente nada", esculpió en hielo. Ambos se dieron unos buenos días gélidos, mínimos. Madero me reclamó como si fuera mi opinión personal el lapsus. "Carlos, mal dicho de parte tuya". Le volví a decir al aire que fue un error, que lo central era lo que señalaba Cordero.
Contestó que no comparte su opinión, que no se ha acercado mucho al PRI y que su decisión de removerlo no está sometida a votación (24 de los 37 senadores panistas apoyaron públicamente a Cordero tras su separación).
Cordero le respondió a Madero que había faltado a su palabra, que es antidemocrático, que pasó por encima de los senadores y que su postura confirma que el PAN está más cerca que nunca del PRI.
"¿Qué dice usted ante esto?", le pasé el balón al dirigente nacional panista. Agradeció el espacio en el noticiero, dijo que esos asuntos se ventilarán dentro del partido, que sus facultades son democráticas como su elección y sus estatutos. "Muy buenos días a los dos. Gracias, Carlos". Y colgó. "¿No tiene nada que decirle a Ernesto Cordero?", le solté, pero mi pregunta quedó en el aire.
De salida, Cordero me contó que estaba terminando de comer el domingo en su casa cuando recibió el telefonema de Madero para notificarle su destitución. Que le contestó que el martes (en la reunión convocada con toda la bancada) podrían hablar, pero que Madero le insistió en que era decisión tomada.
Minutos después, Madero habló con Óscar Mario Beteta en Radio Fórmula, y referenció su entrevista televisiva: "tú ves a un Carlos Loret de Mola que me llama coordinador de la bancada del PRI en el Senado como un supuesto error; todo esto son semillas que tratan de ir sembrando en la población para confundir".
En realidad, le llamé sin querer dirigente nacional del PRI. Su error en la cita está perdonado. Lo entiendo como un lapsus.
SACIAMORBOS
O sea que Madero se encona con Cordero, Cordero lo atiza por firmar el Pacto, Madero presenta una iniciativa electoral, Cordero presenta la suya, Madero amenaza con destituirlo, Cordero junta firmas, Madero lo corre, Cordero lo acusa, Madero le cuelga… y yo soy el culpable. Ya ni en el PAN hay temor de Dios, caray.