El marcador de 16 a 0, independientemente del deporte que fuera, resulta escandaloso. Si hablamos de una contienda electoral pareciera que el México de los setenta está de regreso, pero eso sin duda sería restarle importancia a los avances generados por la sociedad civil. Entonces ¿qué pasó?, ¿por qué el PAN no ganó un solo distrito en la pasada elección?
No hace mucho tiempo citaba un artículo de Gilberto Prado Galán quien afirmaba que el boxeador tiene “hambre de comida y de triunfo”. La metáfora puede funcionar para un político que busca un puesto de elección popular. Creo que en la falta de hambre el PAN fincó su derrota.
Cómo explicar, en el caso de Torreón, que hace menos de un año el PAN acarició el triunfo por la alcaldía teniendo como candidato a Chuy de León y ahora simplemente fueron incapaces de motivar a los electores de las colonias residenciales. Su voto duro no salió a las calles este domingo. Falta de hambre de victoria.
¿Por qué si estuvo a punto de ganar la alcaldía Chuy de León no fue ahora candidato para una diputación?, ¿por qué no cumplir esa vieja premisa del futbol donde se repite la alineación que obtiene buenos resultados? Porque el político optó por llegar al Congreso de Coahuila sin ensuciarse los zapatos. Prefirió asegurar la curul, el sueldo, por la vía plurinominal. Él rechazó ser candidato, lo de menos era que perdiera el partido, su capital político no lo puso al servicio de Acción Nacional. No hay hambre de triunfo, el deseo se limita a cobrar en el Congreso.
¿Por qué José Ángel Pérez no fue candidato a una diputación? Porqué el exalcalde de Torreón estaba más preocupado en buscar la dirigencia estatal del PAN, su capital político tampoco lo puso al servicio del partido, su ambición particular ya tuvo frutos. Recientemente fue invitado por Gustavo Madero para ser integrante de la Comisión de Doctrina. Lo de menos es perder los cuatro distritos. Finalmente la derrota atribuida al grupo político de Guillermo Anaya a él lo fortalece.
¿Por qué Jorge Zermeño no fue candidato por otro distrito? Porque hace menos de un año le hicieron el feo como candidato a alcalde. Ahora mejor cobrar en el gobierno de Enrique Peña Nieto.
¿Y Rodolfo Walss? Ese regidor estridente que puso en aprietos a la administración de Eduardo Olmos y que gana simpatías con discursos estridentes ¿porqué no fue candidato?, si se requería en la cancha electoral alguien que no le tuviera respeto al rival. Seguramente perdió la oportunidad de competir cuando acusó de corruptos a Guillermo Anaya y a Luis Fernando Salazar.
¿Por qué Guillermo Anaya no renunció a una diputación federal y se vino a competir por una curul en Congreso local? La respuesta resulta obvia.
¿Cuál hubiera sido el resultado del domingo si en la boleta hubieran aparecido como candidatos Chuy de León, José Ángel Pérez, Jorge Zermeño, Walls o Guillermo Anaya? No lo sabemos porque el hubiera no existe, pero seguramente hubieran motivado a más personas a votar. Su trayectoria política resulta mucho más atractiva que, con todo respeto, los candidatos que postuló el PAN. El discurso de nuevas caras no convenció a nadie.
Si Chuy de León, José Ángel Pérez, Jorge Zermeño, Walls o Guillermo Anaya hubieran sido los candidatos habrían enviado un mensaje de unidad mucho más contundente que un desayuno un día antes de la elección como lo hicieron o una foto en Facebook.
En la metáfora deportiva Miguel Batarse como presidente municipal del PAN tiene un récord perdedor. Bernardo González se estrenó en la dirigencia estatal con una aplastante derrota de 16 a 0. ¿Qué sigue para ellos?
En la casa de enfrente el resultado fortalece la imagen de Rubén Moreira, de Miguel Riquelme y David Aguillón. El gobernador no tendrá un Congreso opositor, en el juego de la arena política fortalece su imagen ante Enrique Peña Nieto. David Aguillón toma revancha de la elección pasada y se lleva el carro completo mientras que el alcalde de Torreón se postula como un candidato natural a la gubernatura en el juego del futuro, mientras que en el presente refuerza su gestión porque pareciera, al menos con el resultado de esta elección, que son más las simpatías hacia su trabajo que los desacuerdos.
En esa ausencia de hambre de triunfo el PAN fincó su derrota y lo más lamentable es que el domingo en el comité municipal de Acción Nacional sus principales figuras ni siquiera estaban tristes.
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