Recordado como un poeta mexicano que marcó el rumbo de sus contemporáneos con una obra moderna, limpia y sin ideologías, Enrique Fernández Granados fue autor de versos refinados, salvando su visión poética a partir de bellas realizaciones, sin tropiezos, flojedades ni lugares comunes.
Nacido hace 147 años, el 4 de junio de 1867, en la capital mexicana, Fernández Granados fue un bardo cuya inspiración estuvo orientada por un erotismo característico del género que cultivó, de puro sentido y sin ninguna preocupación ideológica.
Aunque se carece de información sobre su infancia, se sabe que de adulto se desarrolló también como periodista y catedrático de literatura en las escuelas Nacional de Música, Nacional de Maestros, Nacional Preparatoria y de Altos Estudios.
Ingresó a la Academia Mexicana de la Lengua en 1910, como miembro numerario, y llegó a ser secretario de la misma. La obra poética de Fernández Granados se encuentra reunida en tres volúmenes: "Mirtos", "Margaritas" y "Mirtos y Margaritas".
Según los conocedores de su obra, aunque le tocó el Modernismo, se mantuvo al margen del mismo y su inspiración fue más academista, por lo que su obra se conserva inconfundible entre los demás de su generación, al llevar su voz un acento de auténtica poesía, con poemas de óptima calidad.
Para ellos, la forma académica de su poesía sí parece haber aprovechado la lección del Modernismo, en cuanto a que se despliega con limpidez y sobriedad, algo no común en sus contemporáneos clasicistas.
De obra muy breve, entre sus discípulos en la Escuela Nacional Preparatoria se encuentra Jaime Torres Bodet, quien llegó a ser uno de los más grandes escritores mexicanos.
En otras de sus facetas, tradujo con éxito algunos textos de poetas franceses, que reunió bajo el título "Exóticas", e italianos, en "Frondas de Italia", en especial del poeta Giosue Carducci (1835-1907).
A decir de la crítica, al ser poeta y excelente artista logró trasladar no sólo la idea sino, lo que es más difícil, el sentimiento del escrito original.
De igual forma, desde temprana edad ejerció el periodismo en el Liceo Mexicano, por lo que colaboró en "El Mundo Ilustrado", "Revista Azul", "Revista Moderna" y "Revista de Revistas", entre otras tantas más.
Para estos escritos usó el seudónimo de "Fernán Grana" que, según se ha dicho, Fernández Granados copió de "Fernánflor", seudónimo de Isidro Fernández Flores (1804-1902), autor de cuentos rápidos.
Enrique Fernández Granados falleció en la Ciudad de México el 18 de febrero de 1920.
Para Andrés Henestrosa, quien es citado en una biografía de Fernández escrita por Octaviano Valdés, Fernández Granados era un “enamorado de la perfección, rendido culto de la armonía y de la perfección, que se pasó los años retocando sus poemas, seleccionándolos".
