Bajo la batuta delmaestro Ramón Shade, la Camerata de Coahuila ofreció anoche un gran concierto en el Teatro Nazas para festejar 20 años de ofrecer alegría con su música a los laguneros.
Veinte años de haciendo historia con la música. Antes de mover la batuta para dar inicio al primer concierto de aniversario de la Camerata de Coahuila, su director, el maestro Ramón Shade, agradeció a los laguneros en nombre de los músicos, personal administrativo y patronato, por dos décadas de vida.
"Queremos darles las gracias con lo que mejor sabemos hacer, que es música", dijo el director de la Orquesta Coahuilense, y movió la mano para que se escucharan en el Teatro Nazas, los primeros acordes de la que para muchos es la mejor obra de Beethoven, La Novena Sinfonía.
De manteles largos, los músicos imprimieron a la emblemática sinfonía, desde el Allegro, un particular sonido de aniversario a la sinfonía.
Del murmullo tenue de las cuerdas en el primer movimiento, al poder de las percusiones del segundo, y el diálogo de los alientos, donde destacaron principalmente los clarinetes y el oboe, siguieron las voces. Durante el concierto no sólo se pudo ver una orquesta que tuvo muestras de madurez y conocimiento de la obra, sino la adquisición de un sonido propio al momento de tocar, incluso una obra como la novena, que conocen muy bien.
El movimiento coral de la obra de Beethoven estuvo especialmente a la altura del festejo, no sólo por la participación de las grandes voces de las solistas invitadas Encarnación Vázquez y Lourdes Ambriz, quienes además son invitadas frecuentes de Camerata, sino por una muy buena actuación del barítono Guillermo Ruiz, quien junto al tenor Carlos Galván, se sumaron como solistas al concierto de aniversario.
Los tres coros locales y el coro invitado, que evocaron el poema Oda a la alegría, de Schiller, mostraron trabajo y esfuerzo para estar tanto a la altura de la orquesta como del concierto de aniversario. Sin duda por la naturaleza de la obra de Beethoven, el momento más emotivo del concierto, el cuarto movimiento.
Sin intermedio, y con un teatro al 90 por ciento de su capacidad, Camerata de Coahuila dio el primero de los tres conciertos de aniversario que preparó para el público, con una de las obras que a lo largo de 20 años han estado presentes en la propia historia de la orquesta.
Al término del concierto el público asistente despidió la noche con un significativo aplauso que resume lo que en dos décadas, Camerata ha sembrado en los laguneros, identidad y música. El ancore obligado, el coro final de la oda, interpretado con un particular ímpetu de agradecimiento por parte de los músicos a su entregado público.
Gran aceptación del público
El primer concierto de aniversario de la Camerata de Coahuila, en el que la orquesta ofreció una excelente interpretación de la Novena Sinfonía de Beethoven, obtuvo una gran respuesta no sólo por parte de la gente que desde hace veinte años acompaña regularmente a la agrupación sino también del público en general.
Durante la inolvidable noche de celebración, Ramón Shade, director de la Camerata y sus músicos, así como los coros y solistas que participaron, pudieron sentir la calidez de los asistentes, entre los que había adultos, jóvenes y hasta algunos pequeños, que mostraron la emoción de formar parte de una fecha tan significativa desviviéndose en aplausos y poniéndose de pie al finalizar el cuarto movimiento.
María Aurora Revueltas asidua de la Camerata opinó que el concierto estuvo fantástico. Después de acudir regularmente consideró que aún hace falta que la sociedad valore debidamente a la agrupación.
"La Camerata es una gran aportación a la cultura aquí en Torreón pero la gente no lo aprecia, a veces no lo apreciamos, y es fabulosa la orquesta".
Roberto Salgado, de 26 años, es uno de los jóvenes que gracias al buen desempeño de la Camerata se ha acercado a la música clásica.
"La verdad soy un poco nuevo en esto, he asistido únicamente a tres conciertos pero los tres me han enantado", dijo luego de reconocer que ya es un seguidor más de la orquesta.
"Me pareció increíble, es una música impresionante, yo en lo personal lo disfruto mucho", señaló el joven, José Luis Madero, de 19 años, quien además cree que este tipo de música debe escucharse más en las calles.
Las señoras María Esther Miranda y Rosa Marina Sordo coincidieron en señalar que contar con la Camerata de Coahuila es una gran fortuna para la sociedad.
"Es una gran oportunidad cultural y qué bueno que la podamos aprovechar y qué bueno que tenga costos bajos para que más gente se pueda acercar", dijo María Esther. (JÉSSICA AYALA)
