El lugar es Londres, en Inglaterra, la fecha es el siete de julio del año 2005, el momento es uno crucial en el que se reunía la 31 cumbre del G8 y tras la noticia de que Londres sería la sede de los Juegos Olímpicos para este año 2012, el acontecimiento es una noticia que sacudió al Reino Unido y al mundo, un atentado múltiple que acabó con la vida de cincuenta y seis personas.
Tres bombas, con un intervalo de cincuenta segundos una de otra, explotaron en tres vagones del metro de Londres y una cuarta explotó en un autobús, ocasionando severas interrupciones del tráfico vehicular y graves daños al sistema de telecomunicaciones.
En estos atentados, que fueron los más sangrientos en la historia del Reino Unido desde el atentado de Lockerbie y los más mortíferos desde la Segunda Guerra Mundial, fallecieron 56, incluidos cuatro presuntos terroristas, y 700 personas resultaron heridas.
La responsabilidad de los atentados fue atribuida a organizaciones paramilitares islamistas. Más tarde el grupo Al Qaeda se adjudicó la autoría de los actos terroristas.