La vida de Gustavo Cerati desde el 15 de mayo de 2010 a la fecha permanece en un in passe. Este jueves se cumplen cuatro años del accidente cerebrovascular isquémico que lo alejó de los escenarios al finalizar un concierto en el campo de futbol de la Universidad Simón Bolívar, en Venezuela.
Pero su corazón late en la Clínica Alcla de Buenos Aires, y mientras eso suceda, no se escatiman en cuidados para el músico de 53 años.
El doctor José Luis Sandoval Gutiérrez, cardioneumólogo intensivista del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias de México, explica que los gastos pueden ir sobre los tres mil dólares diarios como cifra mínima -36 mil pesos- (si existe una agudización) o a partir de 300 dólares al día si se trata de atención extra hospitalaria, por lo que muchos pacientes no pueden salir siquiera del hospital.
La Clínica Alcla, donde se encuentra el músico, pertenece al sistema de salud privado que opera bajo el financiamiento de seguros privados y primas que pagan las familias (se les fija una cuota) y/o empresas con las que éstas tengan convenios.
El especialista explica que la mayoría de los accidentes tienen un componente de reversibilidad.
"En el grado del caso de Cerati se quedó con un déficit definitivo neurológico. Por la información disponible, no puede levantarse de la cama ni tener actividades de relación con el ambiente y hasta puede tener coma vigil, que es gente que está con los ojos abiertos y pareciera que está consciente de la situación, pero en realidad no", precisa.
Aunque existen datos de personas que han despertado de un estado de coma después de 20 años, ninguno ha sido bien estudiado, por lo que se piensa que es un coma del que entraban y salían con regularidad.
Sin embargo, explica el Sandoval, la calidad de vida de estos pacientes es pobre porque puede requerir traqueotomía para facilitar el acceso de aire a los pulmones, asistencia ventilatoria o un respirador artificial, aparte de las necesidades básicas de la vida diaria: alimentación por una sonda (generalmente a nivel del abdomen), cambios de ropa e higiene personal.
Además de crear un desgaste psicológico a las personas cercanas, esta situación genera gastos económicos interminables porque el paciente requiere asistencia médica, así como alimentación y medicamentos.
Aun con estos cuidados, el futuro es incierto.
"Despertar no quiere decir que vaya a hablar ni que vaya a mover y menos que vaya a volver a cantar porque ya tuvo un daño estructural y el tejido cerebral ya está muerto, esa función no es completa. Que abra los ojos o que pudiera balbucear algo no quiere decir que vaya a tener una recuperación al cien por ciento. La esperanza de vida está muy limitada, generalmente vienen infecciones respiratorias, debido a la posición en la que están, lo que lleva a la muerte, y el pronóstico es muy limitado", mencionó el médico internista.
Mientras tanto, su contrato con la compañía Sony Music seguirá vigente, afirma personal de la disquera.
El álbum "Fuerza natural", que promovía al momento del accidente, logró disco de Oro y de Platino en su país, y hasta ahora nadie se ha atrevido, de manera oficial, a lanzar discos compilatorios o tributos.
