Una muy buena entrada registró el Estadio Corona anoche para el inicio del Clausura 2014 de la Liga MX. (Fotografía de Enrique Terrazas)
Ni el frío espantó anoche a la afición lagunera que registró una entrada de 24,216 asistentes al Estadio Corona para apoyar a sus Guerreros que estrenaron nuevo uniforme, extrañándose sus tradicionales franjas verdes horizontales y su short blanco.
El empate a un gol no correspondió al resultado del encuentro, pues la afición esperaba que el equipo verdiblanco estrenara su nuevo uniforme con un triunfo sobre Chivas.
El color en las tribunas lo pusieron los aficionados con sus disfraces, como los dos aficionados que portaron gorros de bufones de color rojo y verde. Los tambores de las porras La Komún y La Tribu llamaron a la guerra desde el inicio de la contienda.
Como "balde de agua fría'' cayó entre los aficionados locales el gol anotado por el reaparecido Omar Bravo, la anotación fue festejada ruidosamente por los seguidores de Chivas que asistieron en buen número al Estadio Corona.
La entusiasta porra del Rebaño Sagrado fue colocada atrás de la cabecera Norte, debajo de la pantalla grande y apoyó a su equipo a lo largo del encuentro.
El grito de ¡Santos, Santos! surgió con renovados bríos para alentar a unos Guerreros que habían sido sorprendidos por el Rebaño Sagrado pastoreado de nueva cuenta por José Luis "El Güero'' Real, quien elegantemente vestido se paseaba en su área técnica.
Se extrañaron anoche los aplaudidores en las tribunas, que en esta ocasión no se regaló a los asistentes al partido, sin embargo, los aficionados laguneros no dejaron de apoyar a su equipo de manera incondicional, pese a estar su equipo abajo en el marcador.
La afición lagunera vibró con el remate de cabeza de Oribe Peralta y el grito de gol se ahogó en las tribunas, mientras el arquero visitante José Antonio Rodríguez redoblaba esfuerzos para rechazar el contrarremate.
Minutos después concluyó el primer tiempo, los jugadores de Santos Laguna fueron despedidos entre aplausos y los del Rebaño Sagrado entre abucheos y silbidos.
El ánimo de los aficionados laguneros resucitó cuando Israel Castro anidó el balón en su propia meta al minuto 50 para que el partido se empatara. Las tribunas del Estadio Corona se estremecieron y los cánticos a favor de los Guerreros cobraron fuerza.
Oswaldo Alanís fue expulsado al minuto 66 por acumulación de dos tarjetas amarillas, sin embargo, la afición lagunera lo despidió entre aplausos por la entrega mostrada en la defensa de sus colores. Los Guerreros se quedaron con diez hombres a partir del minuto 66, sin embargo, no dejaron de luchar.
Los últimos minutos del encuentro fueron vividos intensamente por los aficionados laguneros, quienes abrigaban la esperanza de un gol de último minuto, el cual no llegó.
La despedida en esta ocasión fue tibia para los jugadores laguneros, mientras que en una de las pantallas gigantes apareció un anuncio con la frase de "Gracias por tu asistencia", en reconocimiento a la buena entrada realizada anoche por los aficionados laguneros, que desafiaron el frío.