Tres migrantes apostados desde el sábado en las inmediaciones de la Casa Blanca anunciaron que se someterían desde ayer martes a una dieta líquida para presionar al presidente Barack Obama a suspender deportaciones vía administrativa. La protesta, que los tres migrantes planean sostener de manera indefinida tras haber almorzado ayer martes, coincide con un ayuno de 48 horas que 100 mujeres procedentes de todo el país iniciaron la víspera en la capital estadounidense, donde se reunirán con legisladores y funcionarios de la Casa Blanca.