Recuerdo. Los grandes autores de la literatura mexicana fueron recordados con sendos altares a su nombre.
Teniendo como atracción principal el sacarse una fotografía con los 24 cráneos monumentales que se ubicaron alrededor de la explanada del Zócalo capitalino, miles de familias acudieron a observar "La ofrenda de todo México".
Como parte de los festejos por el Día de Muertos, la megaofrenda literaria lleva el lema "¡Puesto que muero, existo!" y conmemora el centenario del natalicio de escritores como Octavio Paz, Efraín Huerta y José Revueltas.
Ataviados en los clásicos disfraces para la ocasión como son los de diablita, vampiro y catrina, algunos niños reunidos en el "corazón de México" aprovecharon la visita además para pedir a transeúntes y visitantes que les adelantaran su "calaverita".
Tras tomarse una fotografía con uno de los 24 cráneos monumentales, de tres metros de alto sobre bases de cuatro metros por 2.40 de ancho, que fueron elaborados en cartonería y por las noches encienden su interior, la familia Casados Reyes, compuesta por cuatro miembros, decidió regresar a casa no sin antes haber degustado un elote "con bastante limón y mayonesa".
En tanto, en el otro costado de la explanada del Zócalo capitalino, el poeta Josué Ramírez ofreció un recital a los asistentes.
Durante la jornada también se ofreció una muestra de Pies en la Tierra, "Breves calacas", la manifestación de Armando Cuentos "La catrina cha cha cha" y un "Slam de poesía".
Un nutrido grupo de elementos de la policía capitalina se encargó de resguardar la seguridad de los asistentes, quienes en su mayoría eran niños acompañados por sus padres.
