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Acuíferos (II)

A la ciudadanía

GERARDO JIMÉNEZ GONZÁLEZ

En el artículo pasado comentamos que los acuíferos constituyen las principales reservas de agua futura de las que dependerán las actividades productivas y la población, particularmente en las zonas o regiones áridas donde la disponibilidad de agua es menor y existe la posibilidad de que ésta disminuya por debajo de los promedios históricos debido a diversos fenómenos como las sequías, las cuales se estima serán más recurrentes y severas por los cambios climáticos que enfrentamos; en contraparte, el crecimiento económico y demográfico implicará una demanda mayor que la actual.

También la semana pasada mencionamos que este fenómeno se puede presentar en la Cuenca Nazas-Aguanaval, espacio geográfico en que vivimos en el que ya existe un desbalance entre la oferta natural y la demanda social de agua, con un déficit en el recurso que se expresa en la llamada brecha hídrica.

Tal situación implica que históricamente en esta cuenca se ha realizado una deficiente gestión hídrica, la cual, lamentablemente, se ha basado en un crecimiento no regulado de la demanda social de agua al otorgarse concesiones por encima de los volúmenes de recarga y permitirse una extracción aún mayor en algunos acuíferos que hoy en día son focos rojos debido a la sobreexplotación a que se han visto sujetos y los problemas de contaminación que ésta ha derivado, mismos que si no se actúa ya difícilmente podrán formar parte de las futuras reservas de agua dulce.

Actualmente la gestión hídrica se realiza por cuencas dividiéndolas en células de planeación; a nivel nacional se han determinado 164 de estas células de las que ocho se encuentran en la Cuenca Nazas-Aguanaval: cuatro dentro del estado de Durango, tres en Coahuila y una en Zacatecas, delimitadas más por condiciones geopolíticas y administrativas que hidrológicas, por lo que los volúmenes calculados que conforman su oferta de agua son estimaciones aproximadas basadas en los escurrimientos que fluyen a través de los municipios que conforman cada una de estas áreas o de los acuíferos que subyacen parcialmente en ellos.

Cada una de estas células o subregiones hidrológicas es conformada por varios municipios que se localizan dentro de ellas conforme al gradiente altitudinal que parte de la cresta o parteaguas de la sierra desde donde se drenan y distribuyen los flujos superficiales y subterráneos, es decir, desde lo que se ha llamado la fábrica de agua, que en el caso de la Cuenca Alta Nazas Durango se encuentra en proceso de restauración y conservación a través del Programa Irritila.

El análisis que realizamos en esta colaboración se basa en los estudios que elaboraron despachos especializados contratados por la Comisión Nacional del Agua, mediante los cuales se determinó la disponibilidad media anual del agua subterránea en cada uno de los acuíferos que abastecen a los municipios comprendidos dentro de las células de planeación o subregiones hidrológicas.

De esa manera, para el Río Aguanaval se han determinado tres células de planeación que abracan 10 municipios con una extensión de 18,147 km2 y 407,076 habitantes en 2010 (18.51% y 20.88% del total de la cuenca, respectivamente): Alta Aguanaval Zacatecas que comprende seis municipios (Saint Alto, Río Grande, Miguel Auza, Juan Aldama,Francisco Murguía y Fresnillo), Media Aguanaval Durango con tres municipios (San Juan de Guadalupe, Simón Bolívar y Santa Clara) y Baja Aguanaval Coahuila (con el municipio de Viesca).

Estas municipalidades se abastecen de agua extraída principalmente de seis acuíferos: Aguanaval, Abrego y el El Palmar dentro del estado de Zacatecas, Oriente Aguanaval y Santa Clara en Durango y Principal de Coahuila y Durango. Los tres primeros abastecen la cuenca alta con una recarga promedio anual de 174.8 hm3, de los cuales se extraen 171.31 hm3, donde el 89.85% de este volumen se usa en la agricultura, el 9.0% para fines doméstico-urbanos y el resto para uso industrial.

En esta región la presión sobre el recurso ocurre principalmente en el acuífero Aguanaval, que presenta un déficit de 16.3 hm3, al recibir una recarga 85.7 hm3 y extraer 102.0 hm3, además de que se concesionaron 169.94 hm3, donde el aumento de la demanda proviene del crecimiento urbano y demográfico, particularmente en la ciudad de Fresnillo, que concentra el 52.35% del total de la población de las tres células de planeación.

La Cuenca Media Aguanaval Durango se abastece principalmente de los acuíferos Santa Clara y Oriente Aguanaval, que en su conjunto se recargan con 103.40 hm3, de los cuales se extraen 43.52 hm3, a cuya diferencia se restan 30.0 hm3 de la descarga comprometida con manantiales y el caudal del río que proviene de ellos para uso agrícola; aun así presenta con un balance hidráulico favorable.

Finalmente, la Cuenca Baja Aguanaval Coahuila, que comprende el municipio de Viesca, se abastece del acuífero Granular Principal que subyace a la Comarca Lagunera, mismo que revisaremos en la siguiente colaboración ya que la sobreexplotación y contaminación que presenta se manifiesta con gravedad en esta municipalidad donde los bombeos se realizan a grandes profundidades y la calidad del agua ha demeritado considerablemente.

En el área que comprende estas tres cuencas del Río Aguanaval se resienten los estragos de las sequías debido a que gran parte de su economía se sustenta en actividades agropecuarias basadas en la práctica de una agricultura de temporal y ganadería extensiva, en ellas se prevé que considerando la recurrencia y severidad de estos fenómenos climatológicos en el corto plazo presentará un grave déficit de agua que impactará sus actividades productivas y el abasto a la población, de ahí que sea fundamental regular las extracciones priorizando este último uso.

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